Por Varios
Las organizaciones sociales y movimientos de solidaridad con Ecuador decidieron declarar el 21 de mayo como el Día Internacional Anti-Chevron, desarrollando actividades de denuncia enmarcadas dentro de la campaña La Mano sucia de Chevron.
Esta idea surgió toda vez que la empresa convocó su asamblea anual de accionistas en el poblado de Midland, Texas, para el 28 de mayo; a 5 horas del área metropolitana más cercana, como una estrategia para evitar las manifestaciones de años anteriores a favor de las víctimas de la Amazonía ecuatoriana, que en el año pasado los obligó a expulsar y hacer arrestar a 5 accionistas disidentes de sus políticas imperialistas.
El pueblo ecuatoriano viene recibiendo esta nueva agresión desde el imperio norteamericano, pretendiendo desconocer la sentencia emitida el 14 de febrero de 2011, por parte de la Corte Provincial de justicia de Sucumbíos, que luego de 19 años de litigio permitió que la balanza de la justicia se inclinara a favor del pueblo de Ecuador; al determinar que la transnacional petrolera Chevron Texaco debe indemnizar a los afectados por lo graves daños de contaminación causados al medio ambiente de esta delicada reserva de biósfera, provocándoles daños directos y colaterales a sus habitantes, por un monto de 19 millones de dólares.
Durante más de tres décadas, la transnacional petrolera Chevron Texaco explotó las riquezas de hidrocarburos de la Amazonía Ecuatoriana obteniendo ganancias multimillonarias, contaminando directamente unas 500 mil hectáreas de la Amazonía ecuatoriana, habitadas por cinco nacionalidades indígenas, Siona, Secoya, Cofán, Huaorani y Kichwa, divididas en 80 comunidades sumando más de 30.000 afectados directamente en su salud y en sus medios de vida y subsistencia; a causa de reducir costos de operación vertiendo residuos de todo tipo que causaron daños ambientales y humanos inconmensurables.
La empresa petrolera estadounidense Chevron Texaco causó un ecocidio a la selva amazónica de la hermana nación suramericana, considerado como el peor desastre petrolero de la humanidad, evidenciándose aun hoy millares de pantanos, esteros y ríos contaminados, cerca de mil fosas a cielo abierto que almacenan residuos contaminantes sin ningún tipo de aislante para evitar filtraciones, lo que ha provocado severos daños al ambiente, la salud y medios de vida de sus habitantes, afectando la biodiversidad del planeta; los cuales no podrán ser resarcidos jamás aún efectuándose la referida indemnización.
Estas jornadas de protesta contra la Chevron Texaco expresan la indignación por el desastre ecológico sin precedentes que ha ocasionado en la Selva Amazónica ecuatoriana, siendo la Amazonía el principal pulmón vegetal del planeta y la mayor reserva de biodiversidad, declarada como una de las siete maravillas naturales del mundo, siendo compartida toda su extensión por 8 de nuestros países suramericanos, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
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