sábado, 16 de abril de 2016

Berta nos convocó, nos inspiró y nos llenó de energía y esperanza

Foto G. Trucchi | LINyM
El Encuentro Internacional “Berta Cáceres Vive” definió estrategias de solidaridad y lucha contra el modelo extractivista

Por Giorgio Trucchi | Rel-UITA

Más de 1200 personas provenientes de 130 organizaciones de 22 países y de organizaciones y movimientos hondureños se dieron cita en Tegucigalpa, no solamente para honrar la memoria y exigir justicia para el asesinato de la dirigente indígena lenca Berta Cáceres, sino también para impulsar articulaciones y estrategias de solidaridad y lucha contra un modelo político-económico depredador y destructor.

Durante dos días, la conmoción se entremezcló con el dolor por una pérdida inesperada e inaceptable, convirtiéndose, luego, en fuerza, energía, y en una nueva y renovada proyectualidad.

Berta volvió a aparecer como motor, como semilla que brota y crece desde los territorios, pueblos y caseríos.

Berta como el agua que defendió hasta las últimas consecuencias, cómo alma guerrera que nos motiva a no desmayar nunca.

Berta que llama a la unidad, a la articulación, a desencadenar procesos de lucha permanente, con toda la sabiduría propia de los pueblos originarios.

Berta y la resistencia, Berta la lucha, Berta la propuesta antagonista del modelo neoliberal extractivista.

Berta anticapitalista, antiracista, antipatriarcal.

Articulación y convergencia
… de luchas permanentes


“Este encuentro ratificó la importancia de la solidaridad militante, y dejó sentadas grandes coincidencias sobre la identificación del enemigo común, que es el modelo económico extractivo”, dijo a La Rel, Víctor Fernández, integrante de la Plataforma de Movimientos Sociales y Populares de Honduras (PMSPH).

“También se definieron consensos sobre mecanismos de articulación, de convergencias, ideas y de luchas permanentes desde distintos espacios. Debemos desarrollar todas las hostilidades posibles contra este modelo económico, sobre la base del respecto a nuestra dignidad como seres humanos”, agregó Fernández.

El  jurista explicó que el reto más grande ahora es convertir en práctica el contenido programático que surgió del Encuentro Internacional “Berta Cáceres Vive”, donde la unidad de los movimientos sociales, populares y políticos hondureños es el imperativo histórico.

“El asesinato de Berta permite ratificar la necesidad de construir un nuevo concepto y modelo de justicia, desafiándolo en todos los espacios. Nosotros creemos que somos capaces de recrear la historia adversa que estamos viviendo”, concluyó el también miembro del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ).

Tras un largo y minucioso trabajo en comisiones por ejes estratégicos[1] y la devolución del trabajo de sistematización de debates y propuestas, las y los participantes se movilizaron por las principales arterias de Tegucigalpa, llegando hasta Casa Presidencial donde exigieron el esclarecimiento del asesinato político de Berta Cáceres.

Ya terminando la segunda jornada, se dio lectura a la Declaración del Encuentro Internacional de los Pueblos “Berta Cáceres Vive”.

"Estamos conscientes de que el asesinato de Berta Cáceres fue por su lucha y la lucha del Copinh” y que está vinculado al criminal modelo extractivista, neocolonial y femicida “que dirige la extrema derecha hondureña e internacional, que avanza en el continente mediante accione violentas”, se lee en el documento.

Los firmantes se comprometen “con la lucha, el pensamiento, el quehacer y la rebeldía de esta propuesta antipatriarcal, antiracista y anticapitalista”, para que sigan alimentándose “las diversas propuestas del mundo que enfrentan la lógica neoliberal de la muerte”.

También se comprometen a luchar por la verdad y la justicia ante el crimen contra la dirigente indígena, y por el retiro de la empresa Desarrollos Energéticos S.A. (DESA) del territorio Lenca.

Asimismo, promueven la desmilitarización de los territorios indígenas, populares, rurales y urbanos, así como el reconocimiento del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras  (Copinh) y la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh) como "las organizaciones responsables de velar por la protección de sus territorios".

“Reivindicamos y profundizamos su pensamiento”
Berta no se murió, Berta soy yo


“No solo logramos reivindicar la figura de mi mami, sino profundizar alrededor de su pensamiento y sus ideas. Además avanzamos en la articulación de movimientos para encontrar las mejores formas de lucha, retroalimentándonos entre todos”, dijo Laura Zúniga Cáceres.

La hija de Berta Cáceres consideró que el Estado hondureño es responsable del asesinato de la luchadora social, así como del despojo de los territorios ancestrales indígenas y de sus recursos.

“Ha permitido que empresas criminales operen en nuestros territorios y no tuvo voluntad política de cuidar a mi mami. Además cierra la puerta a una investigación independiente que como familia continuamos a exigir”, agregó Laura.

Para ella y sus hermanas y hermano la situación que viven no es fácil, sin embargo el legado de su madre las motiva a retomar con fuerza la lucha iniciada por Berta.

“Nuestra forma de sanar el dolor es a través de la lucha. Recuerdo a mi mami luchando, la siento mientras estoy luchando y revivo a mi mami cuando estoy luchando”, dijo.

También es su forma de ver el mundo .

“Nuestra madre siempre nos decía que no podíamos quedar apática ante la realidad. El sentido de justicia y de rebeldía que nos inculcó nos motiva a seguir adelante, con fuerza, alegría, con gana de disfrutar de nuestro pueblo. Convivimos con el dolor pero esta forma de luchar nos está saneando”, concluyó Laura Zúniga.

Notas:

[1] Militarización y extractivismo; Derechos humanos, derechos de las mujeres, criminalización, impunidad; Defensa territorial de los pueblos; Educación y comunicación popular


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