Foto COPINH |
El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH al pueblo hondureño, a las organizaciones hermanas en lucha, a la Resistencia hondureña, a la comunidad internacional comunica:
1.-Nos dirigimos a ustedes, caminantes de nuestro mismo camino, para compartir esfuerzos y razones de nuestra movilización y demandas. Queremos que conozcan una vez más nuestro pensamiento y nuestros actos por nuestra propia voz, en diálogo con sus voces, que también nos resultan necesarias.
1.-Nos dirigimos a ustedes, caminantes de nuestro mismo camino, para compartir esfuerzos y razones de nuestra movilización y demandas. Queremos que conozcan una vez más nuestro pensamiento y nuestros actos por nuestra propia voz, en diálogo con sus voces, que también nos resultan necesarias.
2.-Las comunidades organizadas en COPINH hemos firmado en el día de hoy un Acta de Compromiso con el gobierno hondureño.
En ese Acta hemos volcado algunas de nuestras demandas inmediatas, consultadas una a una con las comunidades, y algunas exigencias históricas de nuestro pueblo. Son demandas que reflejan las muchas luchas por la territorialidad, por la educación, por la justicia, por los derechos de nuestros pueblos originarios, y por los derechos humanos.
Para alcanzar estos acuerdos hemos realizado innumerables reuniones de nuestras comunidades, hemos consultado en los pueblos cuáles son los problemas con los que nos enfrentamos, hemos listado esos problemas y creado consensos para marchar juntos y juntas “En defensa de nuestros territorios, autonomías y vidas”.
Llegamos a Tegucigalpa el martes 26 de julio, en una movilización que arranca desde la tierra misma en la que estamos acompañados y acompañadas por nuestros ancestros y ancestras. Llegamos con nuestra rabia por cada uno de los dolores sufridos, por cada una de las carencias que sentimos. Llegamos con nuestra alegre rebeldía por cada una de las luchas que abrazamos como banderas. Llegamos con nuestra dignidad, con nuestro paso firme, con nuestra memoria, para no retroceder, para seguir resistiendo.
En ese Acta hemos volcado algunas de nuestras demandas inmediatas, consultadas una a una con las comunidades, y algunas exigencias históricas de nuestro pueblo. Son demandas que reflejan las muchas luchas por la territorialidad, por la educación, por la justicia, por los derechos de nuestros pueblos originarios, y por los derechos humanos.
Para alcanzar estos acuerdos hemos realizado innumerables reuniones de nuestras comunidades, hemos consultado en los pueblos cuáles son los problemas con los que nos enfrentamos, hemos listado esos problemas y creado consensos para marchar juntos y juntas “En defensa de nuestros territorios, autonomías y vidas”.
Llegamos a Tegucigalpa el martes 26 de julio, en una movilización que arranca desde la tierra misma en la que estamos acompañados y acompañadas por nuestros ancestros y ancestras. Llegamos con nuestra rabia por cada uno de los dolores sufridos, por cada una de las carencias que sentimos. Llegamos con nuestra alegre rebeldía por cada una de las luchas que abrazamos como banderas. Llegamos con nuestra dignidad, con nuestro paso firme, con nuestra memoria, para no retroceder, para seguir resistiendo.
3.- Queremos decirles que no hemos elegido el escenario político en el que expresar nuestras demandas. Éste se ha ido conformando a partir de la violencia impuesta por el golpe de estado del 28 de junio del 2009 contra el gobierno de Manuel Zelaya y el pueblo hondureño, luego con las elecciones fraudulentas de noviembre del 2010, y su convalidación a partir de los Acuerdos de Cartagena de Indias y la Asamblea General de la OEA.
4.- Que producto de esta movilización se reimpulsa la lucha por los derechos históricos y reafirmamos que profundizaremos la campaña de movilización en la lucha en defensa de la madre tierra y sus bienes y por los derechos de los pueblos indígenas y negros de Honduras.
Reafirmamos nuestro compromiso de continuar la movilización para avanzar hacia una auténtica refundación de Honduras, “a través de una Asamblea Constituyente originaria, popular, refundacional, incluyente, democrática, en la que predomine el poder constituyente y constituido de los sectores históricamente explotados y violentados, que transforme al Estado y a la sociedad hondureña en un Estado pluricultural, multilingüístico, que respete nuestras autonomías, territorios, cosmovisiones, culturas y vidas”.
No sólo nos hemos pronunciado. También hemos comprometido nuestras energías, nuestros cuerpos en las movilizaciones de la Resistencia, tanto en nuestros territorios y en la capital del país, como en cada región a la que pudimos llegar con nuestra solidaridad y con nuestra voz, nacional e internacionalmente.
5.- Nuestras comunidades y vidas, no pueden seguir siendo avasalladas, ni pueden entrar en los cálculos de la oligarquía o corporaciones trasnacionales que se han beneficiado del golpismo o del juego electoral, que posterga para mañana las demandas urgentes de nuestra población.
6.- Los acuerdos alcanzados hasta el momento con nuestras luchas, no son más que un paso en nuestra resistencia. Nos permiten afirmar derechos y gritar nuestro ¡ya basta! frente a las políticas de despojo y olvido.
7.-Cuidaremos que se cumplan cada uno de los puntos comprometidos, a partir de la movilización y organización de las comunidades del pueblo Lenca, en diálogo con las organizaciones sociales y políticas con quienes estamos dispuestos y dispuestas a compartir todas las resistencias.
Hermanos y hemanas:
No confiamos en el poder. No olvidamos los crímenes cometidos. No los perdonamos. No nos reconciliamos.
Nuestra resistencia seguirá frente a las transnacionales de la muerte.
Nuestra resistencia traerá hasta los días presentes y venideros, el ejemplo de nuestros héroes y mártires, y la tenaz caminata de los pueblos contra el colonialismo, el patriarcado, el capitalismo depredador.
Nuestra resistencia seguirá impulsando la refundación de Honduras, con permiso o sin permiso. Con democracia, justicia, libertad, autonomía, identidad y respeto por nuestras muchas maneras de estar en el mundo.
Con la fuerza ancestral de Iselaca, Mota, Etempica y Lempira se levantan nuestras voces llenas de vida, justicia, dignidad, libertad y paz.
¡No venimos a pedir ningún favor, exigimos nuestros derechos!
Dado en Tegucigalpa, a los 03 días del mes de agosto del 2011.
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