miércoles, 17 de octubre de 2012

Nobel de la Paz a la Unión Europea: El teatro del absurdo

Foto G. Trucchi
Organizaciones no olvidan siglos de genocidios y saqueos

Giorgio Trucchi - Rel-UITA


El pasado 12 de octubre, mientras en toda América Latina se conmemoraban 520 años de resistencia negra, indígena y popular y se condenaba el bárbaro genocidio de las poblaciones de Abya Yala, la Unión Europea (UE) recibía el Premio Nobel de la Paz, por haber contribuido, en más de seis décadas, “al progreso de la paz y la reconciliación, la democracia y los derechos humanos”. 

En conversación con Sirel, Bertha Cáceres, coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), condenó esta cínica autopremiación.

-¿Cuál fue tu primera reacción al enterarte del premio otorgado a la Unión Europea?
-Al comienzo pensábamos que era una broma, pero al enterarnos de que era cierto nos invadió un sentimiento de fuerte preocupación e indignación. No podemos concebir como se le puede dar, de manera tan cínica, un premio de la paz a la UE, cuando, a lo largo de su historia, ha estado invadiendo, colonizando, masacrando y saqueando a nuestros pueblos.

Además, lo sigue haciendo a través de los Tratados de Libre Comercio (TLC) y los Acuerdos de Asociación (AdA), que reproducen las mismas dinámicas depredadoras y explotadoras de hace 520 años, criminalizando y reprimiendo a los movimientos sociales que rechazan estos instrumentos de dominación y muerte, y militarizando nuestras tierras.

Estamos viendo como la UE impulsa leyes que discriminan y criminalizan a los inmigrantes, y como, en el marco de la OTAN, ataca, bombardea e invade a otros países, como en Libia, Afganistán e Irak.

La UE sigue defendiendo sus intereses y su modelo capitalista, privatizando, reduciendo al Estado a su mínima expresión, reprimiendo brutalmente a sus mismos pueblos que no aceptan esta situación.

-¿Cómo te explicas las motivaciones expresadas por el jurado al otorgar el premio?

-Son conceptos ya ‘trillados’ que la UE impulsa para limpiarse un poco la cara y posicionarse internacionalmente. Detrás de esta autopremiación está todo el coloniaje, saqueo y el despojo que hemos sufrido los pueblos.

-¿Cómo interpretas la decisión de hacer coincidir el otorgamiento del Nobel de la Paz con la fecha histórica del 12 de octubre?
-Creo que no les importa, y lo peor es que de verdad están convencidos de haber traído cultura, desarrollo y civilización.  A diario vemos como impulsan sus megaproyectos, sus políticas comerciales y financieras que arrasan con los derechos de los trabajadores y trabajadoras, con los derechos humanos y con el derecho de los pueblos a tener una vida digna.

No necesitamos de un “desarrollo” que significa robo, usurpación, exterminio de nuestras identidades, cultura, biodiversidad, soberanía y autodeterminación. Todo esto nos indigna y es una ofensa contra nuestro Continente.

-Un Premio Nobel de la Paz que ha ido perdiendo significado…

-Ha perdido toda credibilidad. ¿Cómo explicar al mundo el premio que se le otorgó al señor Obama, principal impulsor de la remilitarización de nuestra región y de guerras en varias partes del mundo? ¿Cómo explicar el premio a la Unión Europea, responsable de genocidios y exterminios en el Sur del mundo? Todo esto es ofensivo para nuestros pueblos y para los mismos pueblos europeos, que están sufriendo las embestidas de la crisis provocada por el sistema capitalista neoliberal.

-Son 520 años de resistencia y lucha. ¿Cómo sigue este proceso?
-Es una lucha muy desigual. Han pretendido desaparecernos, pero hemos desarrollado una capacidad enorme de resistir de diversas maneras. Tenemos el deseo y la convicción de seguir existiendo con toda nuestras formas de vida, cosmovisiones, sosteniendo nuestras conceptualizaciones, nuestros territorios y autonomías, nuestra identidad.

Ahora debemos dar un paso más, juntándonos con las muchas identidades y diversidades latinoamericanas. La clave es juntarnos y tejer con audacia, con un proceso claro de posicionamiento anticapitalista, antirracista, antipatriarcal, para desmontar la dominación.

-En este sentido, en Honduras, la lucha contra las ‘ciudades modelos’ asume hoy un significado aún mayor.
-Es una de las barbaridades que vuelven aún más absurdo el otorgamiento del premio Nobel a la UE. Las Regiones Especiales de Desarrollo (RED) son un claro ejemplo de cómo el capitalismo, en sus niveles más agresivos, es capaz de saquear lo último que tenemos, aplastando nuestra soberanía.

No podemos tolerar, ni permitir que más de 30 transnacionales quieran repartirse nuestro territorio nacional. Vamos a prepararnos, movilizarnos y a dar batalla.


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