Foto Pau Coll |
Por José Luis Sanz y Carlos Martínez/El Faro
Después de siete meses de tregua y a la espera de entrar a diálogo con el gobierno -"si el gobierno no se sienta podemos meter una presión internacional paloma"-, la MS-13 reflexiona sobre los límites del proceso y admite que tiene temas aún no resueltos, como perdonar la vida a los traidores o permitir a enemigos cruzar sus territorios.
Durante casi cuatro horas, la ranfla nos asoma a su lógica, sus deseos y sus puntos más sensibles.
La llaman ranfla, o rueda, y es la cúpula de la Mara Salvatrucha en El Salvador. Desde que el 8 de marzo la mayoría de ellos pasaron del penal de máxima seguridad de Zacatecoluca al de Ciudad Barrios y enviaron a las calles la orden de dejar de matar, El Faro ha tratado de hablar con estos hombres. Insisten en que son voceros y no jefes; en que no pueden tomar decisiones sin tomar en cuenta la voz de toda su gente, de las clicas, de la mara, pero lo cierto es que en la compleja estructura seudo horizontal que gobierna la pandilla -”Nadie corre nada, todos corren todo”- sus opiniones y deliberaciones pesan como las de una autoridad. Por su edad, por su experiencia, por su inteligencia, por su firmeza, cada uno de ellos tiene la confianza y el respeto del resto del grupo. Cuando están reunidos, por su boca habla la Mara Salvatrucha.
Históricamente silenciosos, mucho menos dados a hablar con periodistas que sus enemigos del Barrio 18, en los últimos meses se ha vuelto una inesperada rutina que concedan entrevistas para hablar de la sorprendente tregua que han pactado con aquellos. Han lanzado comunicados, han dado conferencias de prensa, han aparecido en televisión. Pero antes de hablar con El Faro exigían una disculpa. Estaban molestos por una parte de la nota que dio a conocer que detrás de esa tregua hay una negociación de ambas pandillas con el gobierno: dos párrafos en los que se hablaba de la posibilidad de que algunos de los líderes pandilleros hubieran recibido dinero como parte del trato.
El 4 de septiembre, bajo una tormenta que martilleaba con furia el tejado del salón de usos múltiples del penal de Ciudad Barrios, hechos una apretada piña alrededor nuestro para poder oír, cerca de 20 de esos hombres escucharon nuestras explicaciones periodísticas sobre la elaboración de aquella nota -en la que no se afirmaba que hubiera dinero en el pacto, sino que se citaban fuentes que lo sugerían- e hicieron preguntas sobre nuestra forma de trabajo hasta que Borromeo Henríquez, alias Diablo, sentado en el piso, miró a su alrededor y dijo al resto: “¿Se dan por satisfechos? ¿Alguna duda? Yo me doy por satisfecho”. El silencio fue un sí. Solo entonces la ranfla nos permitió encender las grabadoras.
El diálogo que se presenta a continuación es el resultado de dos largas entrevistas -casi cuatro horas de conversación en total- que se celebraron aquel martes 4 y el jueves 27 de septiembre entre los muros del penal. Se han fusionado para permitir una lectura coherente de las ideas expresadas por los representantes de la MS-13, y posteriormente se han dividido en cuatro partes para facilitar su lectura temática. Las fotografías que acompañan esta publicación corresponden, todas, a la segunda reunión en Ciudad Barrios. Los participantes en las dos partes no siempre fueron los mismos, aunque la mayoría de los que expresaron su opinión en algún punto de las entrevistas participaron en ambas.
La ranfla es un grupo heterogéneo, de alrededor de 20 personas, en el que pandilleros de sobra conocidos por su trayectoria delictiva y repercusión mediática, como Dionisio Arístides Umanzor, alias Sirra, se sientan junto a otros como Cristian Alfredo Ramírez Beltrán, alias Locker, o Joaquín Jesús Cruz López, alias Chele, que han logrado por años esquivar las portadas de los periódicos. En el que hombres que rondan los 30 años de edad comparten camaradería con homies de vieja escuela cercanos a los 50 como José Luis Mendoza, alias El Pava, uno de los primeros miembros de la primera clica de la MS en Los Ángeles, la Seven Eleven. En el que el temperamento de Saúl Turcios, alias El Trece, que durante las entrevistas se mostró casi siempre más impetuoso y receloso que el resto, contrasta con el tono de voz pausado y casi magisterial de Tiberio Ramírez Valladares, alias Snyder, que al hablar consigue a base de cordialidad que los tatuajes que cubren toda su cara desaparezcan.
En medio de todos ellos, Borromeo Henríquez, Diablo, o Diablito de Hollywood, destaca por su extraordinaria facilidad de palabra y actúa como un director de orquesta que marca el ritmo de la conversación. No es el único líder de la Mara, como se suele afirmar -las autoridades llegaron a presentarlo como el “líder centroamericano” de la MS-, pero es evidente que el resto lo ha elegido como la voz con la que todos quieren sonar. En este texto, cuando no se especifique el nombre de quien responde, será porque es Diablo el que habla en nombre de la ranfla y de la Mara.
Esta conversación tuvo lugar más de 200 días después de que iniciara la tregua que ha desplomado los homicidios en El Salvador a niveles sin precedentes: si los números se hubieran mantenido en el promedio de 14 diarios, como ocurría antes del pacto, a estas alturas del año, en este pedazo de tierra, habrían muerto asesinadas 1 mil 700 personas más.
Poco antes del segundo encuentro con la Mara en Ciudad Barrios, El Faro publicó un artículo consignando la nueva versión que los protagonistas de este proceso, Raúl Mijango, monseñor Fabio Colindres y el ministro de Justicia y Seguridad Pública, David Munguía Payés, dan de cómo se gestó, y en la que desmienten el relato que ellos mismos ofrecieron en un principio: no fue un diálogo iniciado por la Iglesia Católica y apoyado posteriormente por el gobierno, sino un plan elaborado en el despacho del ministro Munguía Payés, al que posteriormente se invitó a Colindres como figura legitimadora. Un plan del cual el presidente Mauricio Funes supo desde un principio.
El mandatario, sin embargo, insiste todavía en que su gobierno se ha limitado a facilitar el trabajo de la Iglesia y no ha respondido a los reclamos de las pandillas, los mediadores y de la misma Organización de Estados Americanos –involucrada como verificadora del proceso-, que demandan un rol más activo del Ejecutivo. Mijango incluso ha llegado a decir que la tregua solo podrá ser duradera en la medida en que el presidente se decida a oficializar una mesa de negociación. Las pandillas ya han presentado una serie de solicitudes para que se discutan, si llega a existir, en esa mesa.
A lo largo de las cuatro partes en que se ha dividido esta entrevista, la Mara Salvatrucha reacciona al silencio con que Funes ha respondido a sus propuestas, y revela detalles de conversaciones que tanto ellos como el Barrio 18 sostuvieron años atrás con el gobierno del presidente Antonio Saca. La ranfla también evidencia hasta dónde ha llegado su visión de largo plazo y para qué posibles escenarios aún no ha preparado respuestas: acepta la posibilidad de desarmarse o de revelar la ubicación de cementerios clandestinos, pero salta incómoda, se revuelve, cuando se le insiste en la posibilidad de desarticular en algún momento su estructura. De ese tema, de desaparecer algún día, la Mara no quiere ni hablar.
Respecto a las próximas etapas del proceso, los voceros de la Mara afirman que mientras haya pandilleros sin un trabajo legal, la pandilla no podrá desactivar su red de extorsiones. Aseguran también que en los últimos días han sostenido reuniones con sus líderes de la calle para elaborar algo nuevo: un censo de sus miembros, que revele el potencial laboral de cada uno de ellos y de sus clicas. Mientras esperan que los empresarios y el gobierno les estrechen definitivamente la mano, tratan de exhibir paciencia y realismo: dicen ser conscientes de que lo más complejo en el futuro será conseguir ser aceptados por sus propias víctimas.
Las dos pandillas entregaron en julio a José Miguel Insulza un documento al que llamaron “propuesta de acuerdo marco”, en el que había solicitudes como suspender los operativos policiales, derogar la ley de proscripción de pandillas, eliminar la figura del testigo criteriado o acuartelar al ejército, junto a otra serie de demandas que son, en definitiva, hacer cumplir la ley, como eliminar las torturas y los grupos de exterminio. ¿Han tenido respuesta del Ejecutivo?
No, por el momento no. Lo que pasó es lo siguiente: ellos también nos hicieron una lista igual de extensa e igual de delicada. Los medios de comunicación alebrestaron al pueblo, y al nosotros pedir que se eliminen los operativos, dicen “¡Puta! ¿Cómo la Policía, el Ministro, el Presidente van a hacer esto?” Este punto y el encuartelamiento de los militares son los más delicados. ¿Por qué esos puntos? Porque los megaoperativos que se han venido dando desde la administración de Francisco Flores no han servido para ni mierda, solo para llenar más las cárceles y tener encerrada a un chingo de gente inocente. Quizá se inspiraron en lo de la guerra, en lo de quitarle el agua al pez, porque muchos de esos megaoperativos iban dirigidos especialmente contra nuestras familias y contra dos, tres, cuatro, cinco pelones... y contra 70 civiles: porque me habla, porque juego en su equipo, porque es mi familiar, porque tomamos de vez en cuando… Otros sí, tal vez estaban involucrados en algún ilícito. Pero, ¿por qué solicitamos esto? Porque así como el pueblo se asustó, nosotros también nos asustamos al ver la lista que se nos había presentado, porque hablaba de un montón de cosas delicadas. Vemos eso y decimos: “Bueno, si ellos están diciendo eso, tienen que estar en la disposición de que este tema también esté en la mesa”.
¿Quién presentó primero su lista, el gobierno o ustedes?
En conjunto.
Crook: Las peticiones surgen de ver nosotros tanto atropello contra nosotros, tanto en las calles como en los centros penales, tanto de militares como de custodios. Nosotros podemos hacer una lista de peticiones extensa, pero lo que hemos hecho es pedir nuestros derechos. Que encuartelen el ejército quiere decir que no ande en nuestras colonias haciendo registros indecorosos, manoseando a nuestras mujeres, tocando a menores de edad, a nuestras hijas... o sea, abusando del derecho que les da la ley. Y para nosotros no hay derechos solo porque somos pandilleros. Ya tenemos familiares y amigos que han muerto en manos del ejército, por disparos o golpes. Eso no es nuevo. Y las torturas… aquí hemos vuelto a vivir cosas que se vivieron en la guerra acá en El Salvador. Si nosotros lo ponemos en esa lista eso es por eso.
(Élmer Canales, Crook es bajo, pero muy corpulento, tiene la cabeza rapada y mira con los ojos entreabiertos por encima de un poblado bigote. Es uno de los 30 líderes pandilleros que fue trasladado desde Zacatecoluca a inicios de marzo para dar inicio a la tregua. No ha pedido la palabra ni tiene por qué hacerlo. Ha interrumpido a Diablo porque su voz en la rueda pesa, como lo hacen otras. Durante el resto de la entrevista se hará patente que la voz de la ranfla es colectiva y en los temas más delicados resulta de la suma de opiniones y de sensibilidades de sus integrantes, en un esfuerzo a veces desordenado de horizontalidad. Si alguien quiere enfatizar un punto, lo hace; si un pandillero decide matizar lo dicho por Diablo, lo hace; si se hace evidente que no hay acuerdo sobre lo ya expresado, Diablo, incluso, corrige lo dicho.)
Pero es importante saber cómo fue exactamente el cruce de listas, porque da la impresión de que los únicos que están enviando mensajes son las pandillas. Parece que han sido los sucesivos comunicados de las pandillas los que han marcado el ritmo del proceso. Y da la impresión de que esa propuesta de negociación formal y esa lista de condiciones han salido de la pandilla sin diálogo previo. Es importante saber si esto es algo simplemente de ustedes o si forma parte de un diálogo que ya está establecido.
El diálogo está establecido, pero entre nosotros. Las experiencias que tenemos nos hacen dialogar y ver qué podemos dar y qué podemos recibir. Cuando hacemos la lista de… tal vez no exigencias ni demandas, sino una lista donde queremos… Por eso fue importante que Insulza participara en esto: ya en el pasado hemos dialogado con funcionarios o con gente que aspira a la presidencia, o con sus asesores, o con hijueputas allegados que han llegado a platicar con nosotros sobre los temas que nosotros queríamos poner en la mesa. Y por la experiencia esa, dijimos: es casaca que el gobierno o el ministro van a tener los huevos o la autoridad para sentarse y decir “voy a escuchar esta lista”. Hemos tenido que estar durante mucho tiempo en lucha por derechos que están en la ley, que no nos los hemos inventado nosotros. Dijimos: tenemos que buscar una figura de peso, que garantice que van a ser escuchadas estas peticiones. Es así como, a través de una red de contactos, logramos que Insulza escuchara lo que nosotros queríamos decir. Pensando en eso, en cuestión de estrategia, decimos: llamemos a este, que tiene peso internacional y no está comprometido en El Salvador.
Acabas de decir que en la lista que presentó el gobierno había una serie de puntos delicados, entre los que, por cierto, nosotros tenemos entendido que iba desde el desarme completo de las pandillas hasta ubicar los cementerios clandestinos, pasando por la entrega de los homies que estuvieran perseguidos por la ley. ¿Pero quién presentó primero sus demandas, ustedes o el gobierno?
Nosotros hemos estado constantemente pidiendo estas cosas, desde años atrás, así que yo creo que ellos ya tenían una idea de por dónde veníamos nosotros. Entonces se da el diálogo, empezamos a platicar y surgen. Nosotros entregamos una propuesta a Insulza y nos hacen saber... No de forma oficial, es decir, no un miembro del gobierno. No hay nadie oficial que nos haya dicho “el gobierno de El Salvador presenta esto”, sino que existe la comunicación a través de monseñor Colindres y de Raúl (Mijango), y ellos nos hacen saber, verbalmente, esto, esto y esto y esto… Y vemos nosotros que está cabrón, y como ya andamos en la mente todo lo que hemos venido luchando, empezamos a elaborar nuestra lista y le hacemos la propuesta a Insulza y ya cuando él nos dice “sí, yo llego para ver qué me quieren decir”, entonces preparamos la lista y decimos “ya, aquí está”, a la espera de que el gobierno se tome el tiempo de mirarla y escucharnos y dialogar.
¿Cómo consensuaron esa lista con el Barrio 18?
Son los mismos problemas.
Crook: Desde que estábamos en Zacate… a monseñor y a Raúl les parecieron mínimas las diferencias que había entre los planteamientos que hacíamos los dos barrios. Ellos son un barrio con el que siempre tenemos nuestros problemas, hay sangre de por medio, pero los mismos atropellos que sufrimos nosotros son los mismos que sufren ellos. Ellos hacen su lucha por su lado y nosotros nuestra lucha por nuestro lado, pero como a los dos bandos nos está apretando el zapato de la misma manera, es lo mismo… Así es como van las cosas.
¿Esa lista que presentaron a Insulza fue consensuada antes?
Sí, esa comunicación se hace a través de Raúl. Se necesita un puente de acercamiento, porque si no difícilmente esto va a caminar, porque regadas tiene la otra pandilla y regadas tenemos nosotros. Si no nos ponemos de acuerdo esto no va a caminar. En años pasados hemos hecho huelgas de brazos caídos, huelgas de hambre, marchas, metimos documentos en todas partes... ellos por su lado y nosotros por el nuestro, y a veces en conjunto. Ese trabajo ya tenía años. Ya existía eso de: ustedes tratan estos puntos y nosotros los puntos de ustedes los tratamos, y llegamos a un punto de encuentro donde sus puntos y los nuestros hacen una misma propuesta.
Cuando piden a la Policía que actúe estrictamente en flagrancia y suspenda los operativos para limitarse a una presencia disuasiva y de seguridad pública, lo que están pidiendo en la práctica es que se suspenda la investigación policial. Los operativos son el resultado de una investigación. Si la Policía solo puede capturar en flagrancia, no tiene sentido investigar.
No. El que cometa un delito debe ser perseguido. Lo que pedimos es que cesen los operativos indiscriminados. Digamos que Saúl, yo y Tiberio cometimos un delito; vivimos en una colonia donde tenemos amigos, parientes, conocemos a un vergo de gente, la Policía llega, me bota la puerta y a los otros dos también, y con nosotros van 70 personas que no tienen nada que ver con ese delito pero que nos hablan, son nuestra familia, y solo por eso ya son agrupaciones ilícitas. Hay investigaciones y criteriados tan pendejos... Este (señala al Trece) acaba de terminar unos procesos en los que acusaban a una señora de 60 y la mamona de años de ser autora material de un hecho. Y Dionisio tuvo un caso, ¡puta, bien paloma! La madre de Dionisio enferma, que anantes camina, por eso casi no lo visita, y la involucran en un problema donde en qué cabeza cabe que una señora anciana va a andar metida en hechos delictivos con nosotros en la pandilla.
Lo que se dice es que la función de estas personas es encaletar armas, a veces recibir el dinero del cobro de las extorsiones, a veces esconderlos a ustedes... Así es como la Policía explica la captura de sus familiares. Si tú cometiste un delito y yo te escondo en mi casa, eso es un delito.
No vamos a decir que no pasa. Hay excepciones en las que eso ha pasado. Pero hablemos a calzón quitado: agarran a 45 o 50 personas porque un criteriado, un exdelincuente o un delincuente que está tratando de agarrar un beneficio penitenciario, habla más de la cuenta. En la primera declaración dice que la mamá de Dionisio le andaba moviendo las armas y la señora no puede ni caminar. En la segunda declaración manifiesta un montón de cosas y le tira a todo mundo su porción. Ya en la tercera audiencia, cuando es el juicio y se le encara y empieza la investigación más seria, el juez se da cuenta de que el maje está mintiendo. Bueno, sí, Dionisio tiene parte de culpa, Tiberio, Borromeo, quedan culpables por agrupaciones ilícitas y por estos delitos; pero las 74 personas restantes “ahí van a disculpar que la justicia sea pura mierda”. Te cagaste dos años en la vida de estas personas, los tiraste en los medios de comunicación a nivel nacional, y te salen con que ahí van a disculpar, que no era cierto.
¿No es cierto también que pedir que se elimine la figura del testigo criteriado les facilita el control interno de la pandilla, porque cierra una puerta de salida de gente? También se puede ver como una medida para mantener el control de sus filas.
En el 85% de casos los criteriados han sido falsos. O en el 90%.
Crook: Aquí en el país no hay juicios limpios. Los medios, los testigos y la Policía se ponen de acuerdo. Les hacen un careo por fotografía, pero no te conoce el criteriado. Es una mierda que ni está el abogado. Ahí lo que hacen es enseñarles la foto para que ya el cabrón diga “este es”. Si llegaran a investigar, nosotros les podríamos facilitar un vergo de casos documentados donde hay homeboys de nosotros pagando porque los acusan de que ellos fueron a matar, cuando en ese momento estaban presos.
Diablo: uno de los dichos más mierdas que tiene el juez Delfino Parrilla es “muchachos, se han sabido defender, he escuchado los alegatos, pero realmente lo siento, a mí el pueblo, la sociedad, me demanda que los condene”. ¡Pura mierda! ¡Eso lo ha dicho Parrilla, el juez de sentencia de Santa Tecla!
Trece: Cuando tenés color y los medios están ahí, aunque el soplón esté mintiendo te condenan.
Más que derogar la figura del testigo criteriado lo que están pidiendo es que se perfeccione esa figura.
A nosotros nos gustaría que se elimine, por los casos que te estoy dando.
Trece: Hay algunos que van a hablar y ellos han hecho la onda. A las finales ellos han hecho todo y a vos te involucran. Un vergo de gente que anda así.
Diablo: Nosotros pedimos una comisión especial, ya sea presidencial o internacional, para que estudie los casos que nosotros vamos a presentar de testigos criteriados, pruebas falsas, y el desaparecimiento, homicidios y torturas de nuestros homies, porque tenemos un archivo guardado de todos los casos de los que hemos hablado y de lo que ha pasado. Hay fotografías, hay prueba documental… Oí bien: a este hijueputa de Parrilla se le presenta un caso donde capturan como a 75 gentes de Quezaltepeque, y el testigo criteriado dice que varios de ellos son los autores materiales de los homicicios. El material no es el intelectual, sino el gatillero, que va y moja a la persona. Pues tenemos documentación del departamento de registro penitenciario, que es un departamento serio, y que vos siendo juez tenés todos los recursos a la mano para verificar si el documento que yo te estroy presentando es falso... A este cerote se le presentan un montón de documentos de que los homies acusados llevaban tanto tiempo de estar recluidos en tal penal, y sale diciendo que la sociedad le pide que los condene, y se caga en la vida de estos y les da 75 años. Eso fue hace como tres años y medio. ¡Con prueba documental!
Ustedes piden entonces que se instale una comisión para revisar esos casos. Y creen que pueden presentar pruebas.
¡Es que tenemos archivos! No es nuestra palabra en contra de la palabra de ellos, tenemos testimonios, videos, documentos, nuestra familia hablando de cuando fueron a sacar de la casa a alguien y nunca regresó o apareció muerto...
¿Se dan cuenta de que gran parte de sus demandas tienen que ver con eliminar figuras jurídicas, modificar la conducta policial, acuartelar al ejército...? Si el gobierno admite esto se presta a la idea de que en este país son las pandillas las que moldean el sistema jucicial.
Es bien cabrón cuando nos ponemos en ese tema, porque si vamos a hablar de lo que legalmente les es permitido a las autoridades, todo eso que denunciamos no es legal. El hecho de que a mí me condenen… ¡Puta! Está bien cabrón que yo presente pruebas de que estoy preso, con documentos oficiales, y diciendo “yo no lo maté”.
De acuerdo, pero el problema no es que haya jueces, sino que haya malos jueces. Lo mismo con el testigo criteriado. Pero ustedes piden eliminación del testigo criteriado.
Va a llegar un momento en que podremos explicarles qué es lo que queremos, que entiendan.
La primera parte de la negociación tuvo unos puntos básicos, que son: mejoramos condiciones en centros penitenciarios y la pandilla deja de asesinar. Ahora la pandilla ha planteado esta serie de puntos en la búsqueda de que las conversaciones evolucionen a una segunda fase. Y una posibilidad es que les respondan “sí”. ¿Pero qué si les dicen “no”?
Tendremos que seguir tocando puertas. No llegamos hasta aquí para recibir un no y darnos por vencidos.
¿Si no se instala la mesa de diálogo formal, la respuesta de la Mara será “vamos a seguir matando”?
No. Vamos a buscar instancias internacionales. Podemos meter una presión política internacional paloma. Podemos involucrar a más personas para buscar una solución. Esto tiene que cambiar.
¿El tema de los homicidios está en juego? ¿Puede romperse la voluntad actual?
Está bien difícil. Tendríamos que ser sometidos a una presión demasiado cabrona para decir “esta mierda no se puede”. Venimos peleando por años, creyendo que esto se puede cambiar.
¿Existe un escenario en el que la pandilla decida “ya no vale la pena mantener la instrucción a la calle de cesar el nivel de muertes”?
No. Primeramente, somos hombres, somos pandilleros que le tenemos fe a lo que hemos hecho. Aquí en esta rueda, y en las ruedas que están en diferentes partes, si hay un loco que no le tiene fe a lo que estamos haciendo que se vaya mucho a la mierda. Aquí queremos gente dispuesta a hacer todo lo que tengamos que hacer para que las condiciones de nuestra gente dentro de los penales y en las calles cambie. Y si eso necesita tomar medidas drásticas… ¡Puta, hacer entender a todo el pueblo, a un cipote que anda bien loco, que los enemigos le han matado a los hermanos, y decirle: “vaya, calmate papá”, es paloma! Y tener los huevos de hacerlo es más paloma todavía. Nosotros somos un equipo que decidimos meterle a eso porque esto tiene que cambiar. Y la única forma de que cambie es que nosotros hagamos los gestos, porque ya intentamos un montón de cosas y nunca un gobierno dijo “yo les voy a ayudar”. ¡Nunca! A pesar de que hemos ayudado en campañas políticas desde el principio hasta el final, incluso con nuestros votos, y nunca hubo alguien que dijera que nos iba a escuchar o alguien que dijera: “voy a ver qué puedo hacer”. No hay necesidad de que yo te dé un sermón para convencerte de las condiciones infrahumanas en las que vivimos. Entonces, llegó ese momento en el que nosotros tenemos que ser los protagonistas en el sentido de que tenemos que poner los gestos. Nuestra misión es darle sostenibilidad a esto el mayor tiempo que nos sea posible. Y para eso necesitamos que haya entendimientos y que también haya gestos de las diferentes partes.
Diablo, en la reunión con Insulza dijiste que al presidente le hicieron llegar las demandas el 22 de junio. ¿Han pasado tres meses y no ha habido una respuesta formal a ninguno de los puntos?
Trece: Nadie ha respondido nada.
Diablo: Lo que sí ha habido son algunas mejoras que están en la ley. El informe dice “por beneficios penitenciarios”; hey papá, nosotros no vamos a buscar que nos den un televisor y que toda nuestra gente siga hecha mierda, no vamos a tratar de hacer todo lo que esté en nuestras manos para bajar toda la violencia posible por un televisor. Hay cosas que nosotros tenemos muy claras: este (señala al televisor del salón) es un derecho que la ley da. Si un político pendejo o un funcionario pensó que evitar que yo mire a la selecta jugar va a hacer que me doble o me va a ablandar, ese está mal pisado.
Es muy difícil hacer lo que hicieron, frenar los homicidios, y hacerlo además de un día para otro. Eso evidencia que tienen un nivel de control de sus estructuras muy fuerte.
Y de cansancio. Cansancio de las torturas, de los operativos indiscriminados…
Cuando trasladaron la orden a la calle, ¿la respuesta inmediata fue “vaya, está bueno”?
Esto es un proceso, tenemos años de tratar de encontrar la respuesta para que alguien dijera: “prestemos atención a lo que están haciendo”. Todas estas mentes juntas empezamos a ver diferentes cosas... Estábamos en una guerra donde ellos nos mataban a nosotros y ojo por ojo y diente por diente. Empezamos a ver los costos económicos de la violencia y dijimos: aquí la única forma es que hagamos algo bien cabrón, pero aquí nos pueden volar la cabeza. Aquí si no está de acuerdo la mara y venimos con esta vuelta, nos hacen pedazos y ahí se terminó esto.
Mucha gente pensó que en los días siguientes al traslado desde Zacatecoluca iba a haber una purga dentro de la pandilla. Que a ustedes los iban a matar por esto.
Bueno, nosotros vinimos confiados en que la gente estaba cansada y quería un cambio, y en que confiaban en que las decisiones que íbamos a tomar junto con ellos iban a ser las acertadas. Y gracias a Dios fueron las acertadas.
¿La calle no se opuso?
Hay una línea de la pandilla en general. Tal vez pueda haber uno o dos casos aislados, pero como ellos están viviendo la represión, las torturas, las talegueadas, los coheteados, también hay un momento en el que reflexionan: “vamos a ver cómo sale este camino”.
Una cosa es convencer a un homie al que le llevan palabra de que ya no va a hacer su pegada. Pero no nos hagamos los locos: hay clicas con mayor capacidad económica que otras, que están sacando más beneficios de la vida criminal que otras. Hay clicas que están llenas de muchachos jóvenes que en realidad se están probando, pero hay otras que ya trasladan medianas cantidades de droga o están más mezcladas con el crimen organizado… No se puede meter a todas las clicas en un solo huacal.
Trece: ¿Y por qué vos pensás o preguntás eso de que unas clicas tienen más o menos, que hay más gente...?
Se ve, es evidente.
Trece: ¿Has hecho tus investigaciones?
Hay clicas que viven solo de la extorsión a los comercios de la comunidad; hay otras que están trabajando a otro nivel económico. Eso pasa acá, en Honduras o en Guatemala... las clicas no son iguales.
Trece: Pero hay una sola línea. Una sola palabra.
Crook: En todas las clicas esto (se señala los tatuajes del pecho) es lo que manda: La eme y la ese. Si el barrio dice que nos tiremos por un barranco, el barrio entero lo hace. Tenemos una sola palabra, sólida.
Diablo: Somos una pandilla. Y no es que nosotros vinimos a imponer acá. A veces parece que fue “estos dijeron y esto se hace”. No. Hay una consulta. Estamos todos. Hacemos consultas e investigación de la que vos hacés: “¿Cómo está tu zona? ¿Qué te pasa a vos?” “A mí me pasa esto...” Hay opiniones, intercambiamos ideas, y es así como se llega a tomar una decisión en conjunto, porque si tomáramos una decisión individual esto no serviría.
¿Están dispuestos a que todas las clicas salgan del negocio de drogas, de otros delitos?
Estamos dispuestos a dialogar de cualquier tema que llegue a la mesa de diálogo. No estamos cerrados. No entramos a esto condicionados, porque si no ellos también lo van a estar. Estamos abiertos a tocar cualquier tema que le interese no solo al gobierno sino al pueblo en general.
Pero normalmente lo lícito da menos dinero que lo ilícito. ¿Cómo le explicás esto al homie que responda: “pero Borromeo, a mí antes me entraban mil bolas al mes y con la oportunidad de empleo que me van a dar si esto sale bien me entrarán 350. No quiero”.
Es una cuestión en la que no va a decidir Borromeo. Es una cuestión en la que la pandilla decide. Y si la pandilla va sobre esa línea él va a tener que obedecer e ir sobre esa línea. Si no, se va a ver obligado a hacer lo que hizo alguna gente: hacerse a un lado y hacer sus fechorías fuera de la línea de la pandilla.
¿La extorsión es un negocio individual de cada pandillero o clica, o se toman decisiones generales sobre a quién se le cobra, y cuánto, y a quién no?
No podemos contestar eso.
Vuelvo entonces: hay pandilleros que manejan mucho dinero y otros que manejan muy poco. ¿Cómo van a manejar las desigualdades internas?
Mirá... por eso no solo pensamos en una cosa... pensamos en el plan padrino que es para atender a las necesidades de los niños. No todos son carpinteros, otros tal vez quieran estudiar, o hacer otra cosa, hay que buscar la forma de que lo hagan. Cuando las organizaciones del FMLN y las militares llegaron a algo, no todos eran campesinos. Hay que estudiar a profundidad, y es lo que nosotros ya estamos haciendo en este momento. La semana pasada tuvimos la primera reunión de estudio profundo, con todos los camaradas nuestros en las calles. No a todos les va a gustar la idea de “puta, yo me como 500 dólares al mes y estos cerotes me van a dar 300”. La primera reunión ya se hizo, donde se está estudiando esto.
¿La Mara Salvatrucha está haciendo una especie de censo por habilidades laborales, por edades, por núcleo familiar…? ¿Cuando decís “estudio profundo” te referís a ese tipo de análisis?
A eso, a eso. Y a otras cosas, porque es lógico que en la zona rural no vas a poner un call center. Estamos haciendo un estudio profundo de “bueno, y en esta zona ¿qué putas vamos a inventar, en qué te sentís bien vos? ¿Y esta clica qué cree que puede hacer? ¿Y ustedes?” Esa clase de consulta es la que estamos haciendo, para que tengamos una base sólida y lo presentemos cuando vengan los recursos.
¿Dónde fue y cómo se organizó esa reunión?
Son cosas que no te puedo responder. Pero creeme cuando te digo que esa reunión se hizo. La hubiéramos hecho antes, pero no veíamos que hubiera luz al final del túnel.
¿No es cierto que se había levantado resistencia a este proceso en clicas de Lourdes, en la clica San Cocos, en la Fulton...? No sé si las clicas enteras, o ciertas personas a las que la línea no les parece y terminan oponiéndose.
Si quien lo dijo fue una fuente policial, es falsa. ¿Fue alguien de nosotros?
Alguien que les conoce.
Hay personas que pertenecieron a nuestra organización y que ya no son parte de nosotros, pero andan las letras y andan las clicas a las que pertenecieron, y siguen delinquiendo. A veces identifican a estas personas en las colonias, en las comunidades, como fulano de tal de la clica tal, que ha hecho sus cagadales, pero son cagadales en los que la pandilla como tal no ha tenido nada que ver. Han sido miembros o exmiembros, a los que nosotros llamamos “los pesetas”, porque la cagaron, se pesetearon, nos traicionaron. Ha habido cagadas en las que se dice que un miembro de la mara hizo esto o lo otro. Nosotros investigamos. Si pasa algo en mi zona este (señala el Trece) llega y me dice “hey, cerote, vos sos de esa zona, ¿y qué pasó?” Mi misión es investigar y dar la cara por lo que ha pasado. Aunque sí, ha habido pendejadas o cagadas de parte de algunos miembros aislados de nosotros, y no porque no están en la línea, sino porque el valeverguismo de andar drogado, andar bolo, o porque en el impulso de una situación le han pegado un par de cohetazos a alguien. Pero no por una orden directa de la pandilla.
¿Han tenido que usar la fuerza para disciplinar dentro de la pandilla?
Mirá, dentro de nosotros hay un sistema de disciplina. Ese sistema seguimos.
¿La mara conserva la posibilidad de hacer cumplir a fuerza de balas las decisiones de esta rueda? Las personas que mataron a Alison Renderos, aquella chica que era atleta, o los que se han tirado la yarda en otros casos, ¿han muerto?
(Silencio.) En ese caso se involucraba a miembros de la pandilla contraria, no sabemos si...
En el caso de que eso ocurra en la Mara Salvatrucha, ¿la pena por violar la tregua es la muerte?
Mirá... nosotros tenemos nuestra línea de disciplina... Esa es la que tenemos que seguir... Aquí hemos venido a cambiar las cosas y no a embarrarlas más... Imaginate, uno de los casos sonados, el de Las Margaritas: me involucraron directamente a mí. Los medios de comunicación dijeron que una fuente policial, y yo sé por dónde viene esa fuente. Esta gente tiene tanto miedo a la información que nosotros manejamos... ellos saben que ha habido diferentes reuniones y diferentes cosas en las que se nos han planteado diferentes cosas delicadas, y nosotros hemos dicho no, no, no y no.
¿Qué es una “cosa delicada”?
No puedo contestarte eso.
¿Hablas de grupos policiales, de crimen organizado...?
Trece: Grupos de exterminio en diferentes cosas...
Diablo: Estamos hablando de diferentes personas que han tenido acercamiento con nosotros.
¿Con fines criminales?
O para lucrarse ellos: popularidad, éxito... cosas de la política. Y nosotros dijimos “no, ustedes la cagaron, ustedes límpienla”. Cuando nos enviaron a Zacatecoluca en 2005 las cosas las teníamos trivergonas en la calle.
(La ranfla de la Mara Salvatrucha asegura que el envío de muchos de sus miembros a la cárcel de máxima seguridad de Zacatecoluca en 2005, durante el gobierno de Antonio Saca, fue una venganza por el fracaso de un diálogo similar al actual, pero secreto y mucho más directo, con el Ejecutivo. Dicen que aquel traslado los aisló de sus estructuras y descontroló las calles. Sin la tutela de sus jefes la Mara, dicen, rompió sus propias reglas y se volvió más mortífera.)
Volviendo al punto anterior, decís que se te señaló por la muerte de esos dos pandilleros en Las Margaritas. ¿Qué pasó ahí? ¿Y qué tiene que ver con esto que nos estás contando?
Eran dos homies.
Con palabra.
Este caso es bien cabrón, porque nos vemos involucrados en un hecho en el que perdemos a dos camaradas, vienen los medios de comunicación y la versión oficial de la jura es: “estos no querían estar en la tregua y por eso los mataron”. Después otra fuente cita que los problemas que tuvieron con familiares del Diablito ocasionaron que este los mandara a matar. Mirá, ninguno de nosotros tiene la potestad ni la autoridad de mandar a matar a nadie, porque tenemos un compromiso serio. Ahí no va mi palabra o la del Trece, o la del Snyder, o la de Crook, o la de todos los que estamos aquí, sino que es una palabra en la que todos como pandilla estamos involucrados. ¿Y esto por qué lo recalco? Porque...
¿Esta rueda no tiene autoridad para matar a nadie?
No estamos aquí para decidir la vida o la muerte de alguien. Estamos aquí para cambiar las cosas y que se quite la vieja maña de que el que no hace esto se va a morir, sino que todo el mundo tenga la mente limpia y entienda que las cosas tienen que caminar porque la pandilla está decidiendo hacer un cambio. Esto no es algo que vamos a imponer, sino que tenemos que consultar con medio mundo.
Tradicionalmente las pandillas han utilizado la violencia como instrumento para disciplinar y purgar sus propios elementos.
Eso no se puede negar.
¿Han renunciado ahora a ese instrumento? ¿Esta rueda no tiene autoridad para castigar con la muerte?
Trece: Es que nunca ha pasado eso.
Diablo: No voy a responder a esa pregunta, porque no se puede decir nada de lo que nosotros internamente podamos hacer. No podemos hablar de nuestros lineamientos disciplinarios. La investigación del caso de Las Margaritas seguirá su curso, tanto dentro de nosotros como por parte de las agentes policiales que la tienen a cargo, y eso dará resultado, pero sí queremos dejar claro que hay casos en los que se nos quiere enlodar. Ahora es a mi persona, pero hay otros casos, en los que enemigos tratan de chingarnos. Lo denuncio claramente: hay ciertos oficiales o miembros de alto rango de la Policía y de servicios de inteligencia que están en contra de este proceso y van a tratar de embarrar a los que estamos aquí en acciones como esta. Decir que porque tuve un problema familiar yo voy a mandar matar a mis camaradas, que han crecido conmigo en la pandilla, que los conozco por años, desde niños, es estúpido.
¿Entonces Droopy y el Mafia de Western no murieron por órdenes de la pandilla?
No murieron por orden de la pandilla. La investigación llegará, tanto la nuestra interna como la policial.
En todo caso, la duda de si la pandilla está construyendo un proceso de paz sobre sangre está en la calle. ¿Entienden que en algún momento van a tener que aclarar esto a la sociedad, resolver esa duda?
Sí. Y por eso nos estamos cuidando de no caer en la trampa y dar de comer a la gente que dice: “¿cómo tratan de decir que no van a matar a nadie si se están matando entre ellos?" Si este proceso es verdadero, tenemos que hacerlo verdadero.
Una de las personas que dijo que las muertes de Las Margaritas fueron por purgas internas fue David Munguía Payés, su interlocutor más cercano en el Estado.
El sistema, sus ministros, oficiales de inteligencia, investigación, siempre han dicho “la pandilla esto y aquello”. Y han tenido información errónea. Nos han acusado de cosas que ni sabemos, viejo.
¿Ustedes se entienden negociando con el gobierno?
Por el momento no lo vemos claro. Las cartas están tiradas... hay que esperar la respuesta.
Pero en estos seis meses, ¿acaso no han estado negociando con el gobierno?
Para mí es una negociación es que vos te sentás o ponés a alguien en tu nombre para discutir lo que la otra parte quiere. La importancia de monseñor es que él entiende lo que humanamente estamos viviendo aquí adentro, lo que vivimos en las calles. Le hemos presentado pruebas y él lo ha entendido. Una de nuestras estrategias fue aprovechar la influencia que podía tener monseñor en la jerarquía de la gente, del Estado. Acordate de quién ha sido monseñor, quién viene siendo durante años, y con quién se relaciona.... Su voz es escuchada. Fue ahí donde dijimos: “A nosotros no nos van a escuchar. A usted sí”. Porque entendemos eso, que un gobierno no va a aceptar públicamente “nos vamos a sentar con los pandilleros a negociar”, porque quien lo diga se acaba su puta gestión como político.
Pero cuando Raúl Mijango y Fabio Colindres llegan y les abren esa puerta, saben que lo hacen con contacto directo y con autorización del ministro.
Entendemos que ellos escuchan y transmiten.
Exactamente lo que dijiste que esperas de un negociador. Porque las pandillas no esperan que venga Mauricio Funes a sentarse en una silla y decirte “hola, Diablo”. Vos nos decías: “entiendo por negociación un proceso en el que a través de unos mediadores, dos partes discuten cosas”.
El inicio.
Así fue la cosa: ustedes estaban en Zacatraz; salen de Zacatraz; antes aquí estaban los militares, hoy ya no están los señores de verde olivo; antes se pasaban con sus familiares, ahora ya no; antes no podían venir sus hijos a verles, ahora pueden venir; antes había una tasa de homicidios por las nubes, ahora ya no. A eso en El Faro lo llamamos negociación. Porque todo eso ha sido posible a través de dos personas que hablan con ustedes y hablan con el ministro.
Algo así.
Lo importante no es la palabra, pero necesitamos entendernos.
Va, algo así ha sido. Estás hablando claro. Pero para nosotros monseñor y Raúl todavía no tienen la función de negociar entre el gobierno y nosotros.
¿Lo dices porque no ha respondido el presidente?
Esto no ha sido oficial, por eso no nos creemos que Raúl o monseñor vayan a cambiar todo lo que se tenga que cambiar. Son una figura importante, porque ya dieron grandes pasos en lo que nosotros queremos, pero la figura de alguien designado oficialmente, con la potestad de decir “sí, esto es posible, no esto no es posible, negociemos esto”... todavía no existe.
El hecho de que el presidente no haya respondido todavía a su propuesta, ¿los pone en problemas con la gente en la calle? ¿Les complica mantener el proceso firme en las calles?
No, todavía no. Acordate que el daño que se ha causado es grande... Así que el señor presidente, sus asesores, el gabinete de seguridad, tienen que tomarlo con calma, y si van a aceptar tienen que traer una contrapropuesta. ¿Vos entendés qué supone poner esto sobre la mesa? Quitemos esto, agreguemos esto otro. “¿Estás de acuerdo? No. Pues veamos...” Creo que lo están estudiando. El problema se está queriendo hacer político, ya vienen los candidatos presidenciales.... el presidente tiene que ser muy cuidadoso. Pero tenemos fe en que por lo menos nos van a escuchar. Y después viene el bombardeo internacional de parte de nosotros: buscar entidades y personas internacionales que le metan a esto, porque esto vale la pena, viejo, para mí, para mi familia y para todos. Tenemos paciencia
Si llega ese momento, ¿es un disparate para la pandilla que les pidan, por ejemplo, mostrar dónde están los desaparecidos?
No es un disparate. Es obligación de las instituciones tratar de llegar a la verdad, esclarecer todas las demandas que haga el pueblo salvadoreño. Los familiares de las víctimas, gente que ha perdido a sus hijos y sus hijas... No es un disparate. Es algo real. Ha pasado. Está en nuestra historia. Hace pocos días se celebró el día internacional de los desaparecidos y se pidió al país que reconozca la culpa de los que lo hicieron durante la guerra, y que digan dónde están.
¿La Mara está dispuesta a hacerlo?
Estamos dispuestos a muchas cosas.
¿La Mara está dispuesta a mostrarle a la gente dónde están los desaparecidos?
Estamos dispuestos a dialogar todos los temas que ellos pongan sobre la mesa.
Trece: Pero si no sabemos dónde están, ¿cómo?
¿La Mara está dispuesta a desarmarse?
Estamos dispuestos a llevar cualquier tema a la mesa y dialogarlo.
¿La Mara está dispuesta a entregar a los homies que tienen delitos pendientes?
Estamos dispuestos a dialogar cualquier tema que llegue a la mesa.
¿La Mara está dispuesta a desarticularse?
Estamos dispuestos a discutir cualquier tema que llegue a la mesa.
Eso es interesante. Mucha gente tiene esa expectativa sobre este proceso y dice: la Mara Salvatrucha y la pandilla contraria, son estructuras criminales. ¿Sí?
(Diablo asiente.)
Y hay gente que se pregunta si al final de este proceso la Mara Salvatrucha dejará de existir.
Trece: Decime vos, si tenés una familia, ¡tu familia!, ¿la vas a deshacer? Mi familia es esta, la que ves aquí (señala al resto de pandilleros presentes).
¿Van a dejar de brincar homies ? ¿Van a dejar de crear estructuras y vínculos con palabreros...?
Trece: (En tono enfadado) Te voy a decir algo acerca de esas preguntas...
Diablo: Saúl ya lo dijo: esta es nuestra familia. Pero queremos pasar de una etapa a otra. La violencia es la que nos hace ilegales.
Trece: Ese es el tema.
Diablo: Nostros nos vemos como problema por las cosas ilegales que pasan, y nos dañan a nosotros, a nuestras familias y al país. Es por eso que esa pregunta alebresta: como dijo este (el Trece), esta es nuestra familia. Tienes que entender que nuestras acciones nos han hecho criminales, nos han hecho a un lado de la sociedad, pero este jamás va a dejar de ser mi camarada.
Por eso hacemos la pregunta, porque...
Trece: Y por eso yo ya te di la contestación, bien clara te la di. Y te pregunté algo.
Y te respondo: yo no desarticularía mi familia.
Trece: Pues hasta ahí quedamos con eso.
Entendemos que no van a dejar de ser amigos...
Cabal, somos camaradas.
... Pero una estructura tiene dinámicas, jerarquías, organigrama. Un grupo de amigos no tiene rituales para entrar y salir, no tiene leyes, nadie lleva la palabra a nadie... El punto no es si vas a dejar de hablar con el Trece, Diablo, sino si van a desarmar el andamiaje estructural que los vuelve una organización. ¿Cómo se imaginan ustedes en el futuro, si esto funciona?
Snyder: Todo depende de las facilidades que den, ¿me entendés?, que permitan que nosotros, nuestra gente, nuestras familias en las calles tengan posibilidades, fuentes de trabajo, subsistencia de sus hijos... que el sistema carcelario no sea solo para reprimir sino que se nos brinden las oportunidades correspondientes, para algún día aplicar a la libertad y poder desempeñarme, ¿me entendés?, como un miembro de la Mara Salvatrucha pero que también trabaja, que existe, pero que también es útil a la sociedad.
Diablo: Es como si quitaras la figura de la Constitución que todo ciudadano tiene derecho a reunirse siempre y cuando sea por motivos pacíficos. El tema de la violencia, lo ilícito, es lo que queremos tratar, pero vamos a tener todo el derecho del mundo, porque la Constitución lo dice, de ser camaradas, de reunirnos, de andar a vacilar e ir adonde queramos, sin violencia.
Chele: La onda está en que somos pandilla y siempre lo vamos a ser. Tal vez nos salimos de los límites de lo tolerable, del accionar de la pandilla. Tenemos reglas y hay cosas que se salieron del huacal, que son las que nos llevaron adonde estábamos, y por eso la sociedad está encima de nosotros, por nuestras propias acciones. Como pandilla queremos seguir y vamos a seguir, pero estamos tratando de demostrarle al pueblo que podemos ser pandilla y a la vez útiles para el pueblo salvadoreño en general.
Snyder: Y para nuestras familias.
A nadie le cabe duda de que la Mara Salvatrucha y la otra pandilla han bajado los niveles de homicidios. Eso es un hecho innegable. Pero tampoco podemos negar que la pandilla mantiene en las comunidades de las que ha tomado posesión una estructura de terror. Los ciudadanos, igual de pobres que tu familia siguen pagando renta, siguen temiendo enviar a sus hijos a la escuela, siguen temiéndoles a ustedes. (Diablo asiente con la cabeza) La máquina ha parado de matar, pero sigue teniendo la misma capacidad de hacerlo. ¿Cómo desarticular el terror?
Puta, ese es el huevo en el que nos hemos metido.
Snyder: te voy a decir algo: un estudiante, para aspirar a pasar de un grado a otro necesita cuadernos, lapiceros, capacitación, concientización... ¿me entendés? Medios para aspirar a cambiar. Pero si no los hay no se pasa de grado.
Diablo: En este gran huevo en el que nos hemos metido, y hasta el momento estamos solos. Hemos tenido una escuela que durante años se han pegado malos hábitos, y tenemos que volver a nuestros principios. Y eso es un huevo. Llevamos seis meses, chico. Y para nosotros estos seis meses han sido un gran éxito, pero un gran éxito que tiene que seguir avanzando, y por eso reiteramos que es necesario que haya combustible de parte externa, no solo de nuestra parte. Nosotros estamos haciendo todo lo humanamente posible para que esto camine, pero por eso la visita de Insulza, por eso pedimos a las organizaciones que se acercaran, por eso retamos a los empresarios. ¿Cómo cambiar la forma de vida en las calles si no hay oportunidades?
Saúl (el Trece) dice “no vamos a desarticular nuestra familia; queremos dejar de delinquir”. Sin embargo, una organización lo que produce es fuerza, y si la Mara Salvatrucha ha conseguido este proceso es porque tiene fuerza y porque es temible. ¿Cómo podemos saber, como sociedad, si no se desestructuran, que esta estructura con su músculo no va a volver a delinquir? ¿Cómo sabemos que esto no se va a convertir en una negociación perpetua? Ahora piden fuentes de trabajo... luego pueden pedir -voy a inventar- hospitales de determinada categoría para su gente. Siempre van a tener más voz que otros grupos. ¿No considerarían legítimo que el Estado exija que desestructuren su músculo?
Te voy a contestar algo, viejito... (Diablo se gira hacia Joaquín, el Chele, que está a su izquierda) Fijate que este man es mentecilla, ¿va?... (sonríe) Jajajaja. Yo pensando en buena onda pero este me pone cosas bien bonitas aquí, en el oído, jajaja. (Todos bromean y se ríen).
Chele: Las preguntas que vos hacés… Tenés que entender algo: las pandillas son grupos en los cuales cada quien se identifica y se siente bien de estar ahí. Me entendés, ¿veá? Cuando nosotros dijimos que fuimos el problema y podemos ser la solución nos referimos a que no vamos a seguir haciendo daño al pueblo, ¿veá? Pa’que les quede claro, las pandillas tienen una línea y esa línea de pandilla la Mara Salvatrucha siempre la va a mantener, con la única onda de que simón, de que ya no estamos en la disposición de venir y fregar a nuestro pueblo. Pero definitivamente la pregunta repetitiva que vos hacés te la hemos contestado y te la volvemos a contestar: la Mara Salvatrucha siempre va a ser la Mara Salvatrucha.
Con sus clicas, con sus estructuras celulares… ¿Eso no cambia, insisto?
(Silencio.)
Ok, volvamos al punto anterior. Hablas de “revertir las malas prácticas”, y eso supone deshacer parte de la mutación de la Mara en El Salvador, acabar con la violencia extrema y regresar a la violencia más calculada de la Mara en, por ejemplo, Los Ángeles.
Trece: Todo viene desde un principio, no es que hayamos buscado la violencia de un solo. Se nos obligó. Si a vos te matan a un hermano, te cohetean a vos... eso va alimentando todo y así se llegó a lo que se llegó. Nos llevaron a ser así con la represión.
El punto es que para que eso se revierta...
Trece: Para eso no tiene que pasar lo que pasó antes, ni de nuestra parte ni de la del Estado.
Y ustedes tienen que mantener el liderazgo en la pandilla. Lo que debilite su liderazgo debilita la tregua.
Lo que puede debilitar esto es que todo el mundo se haga oídos sordos, que las políticas represivas y las políticas penitenciarias orientadas a joder, que la tortura, los disparos, los homicidios por parte de la Policía, sigan.
De nuevo: este proceso inicia con un traslado que facilita que líderes de los dos barrios ejerzan su liderazgo de forma directa, porque si no, era más complicado. Era necesario que ustedes tuvieran un control efectivo, real, rápido, para ejecutar lo acordado. Eso es así.
Sí.
Y lo que sigue, depende de la posibilidad de que ustedes mantengan ese control y ese liderazgo. En la práctica ha habido una decisión coordinada, de la pandilla y del Estado, para facilitar que sea línea de su línea, de su mentalidad, la que tenga ahorita el control de la Mara, y que la Mara esté menos dispersa y menos en manos de gente más joven y con otras ideas. En este proceso la Mara vuelve al control de gente que tiene una clecha diferente a la de los últimos años. Eso es así.
Hacía falta ese movimiento para que funcionara. Eso está claro. Tenían que abrir espacio para que esto fuera real. Y para que esto se mantenga y sea duradero, se necesitan más inyecciones. ¿Por qué hasta el momento no ha habido nadie que diga “vaya, bichos, ustedes quieren trabajar, en qué quieren trabajar. Yo tengo millones hasta para limpiarme el culo y puedo hacer esa mierda si el presidente me da el aval yo lo hago”. ¿Por qué no lo ha habido? Fácil: yo soy derechista y este cerote es izquierdista... yo no le voy a hacer que lo que él está haciendo sea un éxito con mis recursos y mi ayuda, porque sería un éxito de la izquierda.
¿No has pensado en otra posibilidad? ¿En que la Mara no ha sido precisamente una organización que haya ido por la calle haciendo el bien y no es fácil que te digan “da trabajo a los mareros”? La pandilla ha enviado señales, pero necesita resarcir a la población salvadoreña. ¿Entienden que eso es otra de las trabas?
Existe la duda, el celo... Pero alguien tiene que decir “yo le entro”. Esto no es fácil. Hay víctimas, hay daños, hay dolor, y eso es lo más cabrón de curar... Hacer entender al que vive jodido por nosotros que nos tiene que ayudar, solo porque ahora decidimos que ahora queremos que nos ayuden.
Los Ángeles no vio esto con buenos ojos.
Estamos hablando del país. Y nosotros respondemos por las acciones de aquí.
¿La opinión de Estados Unidos, Guatemala y Honduras es irrelevante para este proceso?
No es irrelevante, pero es necesario que demos pasos en beneficio de nuestra gente y en beneficio nuestro.
Independientemente de lo que opinen los homies allá arriba.
Chele: Ellos entenderán en su momento que nosotros no estamos haciendo ninguna traición. Nosotros como pandilla nunca vamos a traicionar los términos de la pandilla. Esos son los mísmos y serán los mismos en LA, Guatemala, Honduras, El Salvador o dondequiera que la Mara Salvatrucha existe. Nuestros homeboys en otros países en su momento van a entender que estamos haciendo algo que a la larga no afecta a la pandilla; simplemente estamos tratando de salir adelante, de ser productivos, de ayudar a nuestra gente y a la gente en general, al pueblo salvadoreño. Mientras no rompamos con nada, podemos llegar, como lo dijo el compañero, muy lejos. Depende de las oportunidades que se nos den.
Hasta el momento ha sido más fácil para la sociedad confiar en personas que en la Mara como grupo. En los últimos años, el pandillero que quería dejar la violencia se tenía que alejar de la pandilla, porque la Mara no permitía a casi nadie dejar la violencia.
Falso.
¿No es así?
Hay un montón de gente que se fueron por traición, esos casos son los que han hablado mal de la pandilla. Te vamos a invitar a un evento que tenemos próximamente, con un montón de camaradas nuestros, que ustedes se van a admirar y van a decir “puya, este hijo de puta era de la Mara”. Un ejemplo. "Este ya me lo puedo, a aquel también, aquel estudia en la universidad, o este trabaja donde yo trabajo... y ahora dicen que pertenecieron a la mara”. Ellos te lo van a demostrar. Si alguien de este grupo o de fuera quiere llevar su vida productiva, estar calmado, estar tranquilo, y lo habla, sin que deba nada, sin que traicione a la mara, como acaba de explicar Joaquín, ahí está la puerta, papá, y aquí estamos siempre nosotros para darte la mano en lo que vos querás que te ayudemos.
¿Eso ha sido así los últimos años?
Así ha sido siempre.
Trece: Siempre.
Diablo. Lo que ha pasado es que ha habido quienes se han ido por esa puerta traicionándonos. Y todo traidor paga con la muerte. Entonces no viven a gusto, hacen declaraciones... y acciones que ellos han cometido hacen pensar que no tenemos remedio. Pero estamos craneando esta actividad, preparando, llamando a la mara para decirle “¿le vamos a entrar a esto?” Porque creemos que se van a dar oportunidades.
Nos sorprende tu respuesta. ¿Hoy por hoy el homie que no tenga ninguna chaqueta encima, que no deba nada al barrio, si quiere sus cuadros se los dan?
Que se vaya. Gracias por todo, camarada, y aquí estamos.
¿Así de fácil?
Así de sencillo. Así ha sido siempre.
Trece: Ha sido la raíz de nosotros.
Chele: Quien quiera hacer su vida, con sus hijos, o seguir el cristianismo... Aquí tenemos un montón de homies que son cristianos.
A ellos no les llaman pesetas.
¡No, hombre! ¡Son nuestros camaradas!
Hoy por hoy, entonces, si un miembro de Mara Salvatrucha decide retirarse de la pandilla, se le deja irse tranquilamente. Insisto, si el titular fuera “Mara Salvatrucha: el miembro de la pandilla que se quiera retirar puede hacerlo”, ¿sería correcto?
Diablo: Eso siempre ha sido…
Otra voz: Así ha sido la historia de nosotros…
Otra voz: Es que el que se ha querido calmar, que se calme, ¿va?
Chino (después de haberse mostrado incómodo con preguntas anteriores y negar con la cabeza las respuestas de sus compañeros): Ese titular… Yo no sé por qué estamos haciendo tanto en esto. ¿Sabes qué? Lo de la Mara Salvatrucha ahí se queda, ¿va? Yo no sé por qué ustedes quieren meterse mucho adentro de la pandilla. ¿Sabes qué? Aquí estamos respondiendo muchas preguntas, pero ustedes quieren meterse bien adentro de la pandilla. Y esa es cosa personal de nosotros.
Chino, te explico cuál es…
Chino: O sea, nosotros estamos tratando de darles a ustedes algo de conocimiento de lo bueno que nosotros estamos haciendo para que todo camine bien en este proceso, pero ustedes vienen y se están metiendo hasta adentro. ¿Qué tanto quieren escarbar? La onda es que nosotros estamos haciendo esto para que las cosas caminen bien allá afuera. ¿Sí me entendés? Lo que se está pidiendo es lo que el gobierno a nosotros nos debe. Todo recluso tiene sus derechos, y ellos nos los han quitado nomás porque ellos quieren. Ustedes quieren meterse mucho en la onda de la pandilla. ¿Y sabes qué? Con todo respeto, ustedes tienen un hasta aquí. O sea, vos tenés tu trabajo, yo quiero mi pandilla. Nos hacés muchas preguntas comprometedoras. Bien comprometedoras. Y no quieres pararle hasta salirte con tu gusto. Así es que, con todo respeto, respetanos para nosotros respetarles a ustedes también.
(Si Chino había estado en silencio durante la mayor parte de la entrevista ahora queda claro que él va a hablar y que no nos va a permitir interrumpirlo. Es un tipo que roza los 50 años y que ostenta el abolengo de haber visto nacer a la Mara Salvatrucha en las calles de Los Ángeles. Está molesto. Su voz truena dentro del salón. Otros pandilleros que permanecían en el pasillo escuchan el altercado y entran a curiosear sobre qué es lo que ha enfadado al homeboy. Chino está sentado en una esquina y ha echado su cuerpo para delante. Nos mira a los ojos y gesticula con dureza).
Mira, no era nuestra intención ofender a nadie. Cuando hablábamos con Borromeo…
Chino: ¿Cuántos años tienes tú?
33.
Chino: ¡Tenías 3 años cuando yo comencé a caminar en las pandillas! ¿Y crees que me va a gustar que tú vengas a decirme a mí si nos vamos a deshacer? ¿Que si nosotros vamos a deshacer las pandillas? ¿Sabes qué? Yo creo que ese derecho no lo tienes…
e explicamos por qué hacemos estas preguntas: nuestro trabajo es representar todas las dudas que la gente pueda tener en la calle.
Pandillero 1: Con las dudas no hay pedo. Lo único es eso, que este siempre insiste. ¿Cómo vamos a… todo pandillero que quiera se puede salir? Eso creo que no, simón, eso es cosa de nosotros.
(Sigue entrando gente al salón y se agolpan alrededor nuestro. Borromeo observa a sus compañeros e intenta recuperar el tono de la conversación, pero la intervención de Chino ha animado a los homeboys, que ahora se arrebatan la palabra).
Blacky: Yo entendí la pregunta que hiciste, que si el día de mañana vamos a querer más privilegios, o vamos a ir exigiéndole al gobierno más privilegios, ¿va? Empiezan a dialogar con el Estado y después caen en un círculo vicioso de que se ponen a extorsionar al Estado. ¿Pero sabes algo? Todas las peticiones que nosotros estamos haciendo ahí no las estamos haciendo fuera de la lógica legal.
Pandillero 2: ¡Perate! Ustedes son niños bonitos de la sociedad, y dispénsame que te lo diga así: niños de oro de la sociedad… y nomás solo se basan en lo que han estudiado, en lo que han aprendido y hacer de esas preguntas, así, bien cuestionadas que vos hacés. Entonces, nosotros no, nosotros venimos desde el campesinado, ¿me entendés? Tratando la manera de venir haciendo la maldita para poder sobrevivir, para que, mirame la seña (se pasa el dedo debajo del cuello), para que no nos maten; que no nos mate el enemigo y que no nos mate el sistema, ¿me entendés? Porque hemos venido cuidándonos las espaldas desde hace tiempo.
Chino: Ustedes tiene que entender que hay cosas que hasta aquí podemos llegar. Pero ustedes con sus preguntas están escarbando y escarbando y escarbando. Ustedes vienen y van a querer agarrar un reportaje maniaco, y eso se respeta, pero nosotros tenemos un hasta dónde tenemos que llegar, y uno lo que les está pidiendo es que entiendan eso, pues. La misma pregunta y la misma pregunta y la misma pregunta y la misma pregunta. Cuando ya se les está contestando. O sea, ¿ustedes quieren ayudar en este proceso? No es que tienen que estar del lado de nosotros, sino que se ubiquen dónde tiene que estar pues.
(A estas alturas han entrado al salón unas 15 personas más y la discusión se prolonga en el mismo tono unos minutos más hasta que el fotoperiodista detiene la conversación para pedirles autorización a los pandilleros de pasearse por el penal con su cámara. El grupo estalla en risas: “nooooombre, si no te vamos a hacer nada”; “hey, ya le dio miedo a este”. La solicitud de Pau Coll funcionó como un balde de agua en aquel salón que ya estaba prendiendo fuego. El ambiente tenso se convirtió en un tono socarrón. Alguien bromea diciendo que hay un homeboy idéntico al fotógrafo y que intentarán cambiarlo por Pau, a ver si consiguen colárselo a los custodios. Todos ríen. Chino vuelve a cruzar los brazos y recuesta su espalda contra la pared. Al cabo de varios chistes, retomamos la entrevista).
¿La Mara Salvatrucha ha discutido si para los pesetas va a haber una especie de amnistía?
Me acabás de dar otro buen pensamiento... no lo hemos discutido. (Diablo le dice al Chele, que ha tomado apuntes durante la mayor parte de la conversación: “apuntá eso, eso también lo podemos negociar”.) Muy buena pregunta…
Y la respuesta es…
No hay respuesta. Vamos a analizarlo, porque son puntos extensos y delicados, que no se pueden venir a expresar así. Porque sería palabra la que se estaría tirando, y la palabra de la Mara Salvatrucha se respeta.
Otra pregunta en esta misma línea: ¿alguna vez va a poder caminar por Las Margaritas, por ejemplo, el hermano, la mamá, el hijo de un pandillero enemigo, o la persona que vive en la comunidad de la pandilla contraria, sin considerarse en peligro?
Un coro de voces: Ya lo hacen /Si ahí pasan / Eso no es problema / Es la persona, no la familia…
Sirra: Permítime, las familias de ambos grupos no tienen nada que ver en esto, nada.
¿Y los homeboys ?
Sirra: Ahí es otra historia, viejo, pero los familiares no tienen nada que ver y siempre han caminado para donde quieren.
¿Y alguna vez se piensa llegar al punto de que un miembro de la pandilla enemiga vaya a poder caminar por territorio de Mara Salvatrucha?
Sirra: Mirá, eso no se te puede contestar... Sobre si un pandillero puede pasar a otro territorio contrario... Eso no se te puede contestar, pero sí dejarte bien claro que nunca ha habido restricción en que cualquier familiar pueda ir adonde quiera.
¿Lo que debe un pandillero no se le cobra a su familiar?
Mirá, te has metido en temas más profundos que todavía no se han discutido, y estás queriendo sacar una exclusiva de temas que se nos pueden presentar más adelante. No podemos darte respuesta porque tiene que haber una discusión profunda, tiene que haber un consenso de la gente y un acuerdo, porque más adelante esto también nos puede servir. O sea... ya me metiste en algo, y te digo que estos temas también pueden ser negociables, ¿va? Y le vamos a poner: "Esta es idea de El Faro", jajaja (todos ríen).
Jaja. Ok. Mirá, Adam Blackwell, secretario de seguridad de la OEA, dice que se está discutiendo ahora mismo la posibilidad de que haya más entregas de armas. ¿Es cierto?
En su momento ustedes sabrán lo que se va a hacer público.
Eso suena a un sí.
En su momento sabrán lo que se puede hacer público.
Históricamente silenciosos, mucho menos dados a hablar con periodistas que sus enemigos del Barrio 18, en los últimos meses se ha vuelto una inesperada rutina que concedan entrevistas para hablar de la sorprendente tregua que han pactado con aquellos. Han lanzado comunicados, han dado conferencias de prensa, han aparecido en televisión. Pero antes de hablar con El Faro exigían una disculpa. Estaban molestos por una parte de la nota que dio a conocer que detrás de esa tregua hay una negociación de ambas pandillas con el gobierno: dos párrafos en los que se hablaba de la posibilidad de que algunos de los líderes pandilleros hubieran recibido dinero como parte del trato.
El 4 de septiembre, bajo una tormenta que martilleaba con furia el tejado del salón de usos múltiples del penal de Ciudad Barrios, hechos una apretada piña alrededor nuestro para poder oír, cerca de 20 de esos hombres escucharon nuestras explicaciones periodísticas sobre la elaboración de aquella nota -en la que no se afirmaba que hubiera dinero en el pacto, sino que se citaban fuentes que lo sugerían- e hicieron preguntas sobre nuestra forma de trabajo hasta que Borromeo Henríquez, alias Diablo, sentado en el piso, miró a su alrededor y dijo al resto: “¿Se dan por satisfechos? ¿Alguna duda? Yo me doy por satisfecho”. El silencio fue un sí. Solo entonces la ranfla nos permitió encender las grabadoras.
El diálogo que se presenta a continuación es el resultado de dos largas entrevistas -casi cuatro horas de conversación en total- que se celebraron aquel martes 4 y el jueves 27 de septiembre entre los muros del penal. Se han fusionado para permitir una lectura coherente de las ideas expresadas por los representantes de la MS-13, y posteriormente se han dividido en cuatro partes para facilitar su lectura temática. Las fotografías que acompañan esta publicación corresponden, todas, a la segunda reunión en Ciudad Barrios. Los participantes en las dos partes no siempre fueron los mismos, aunque la mayoría de los que expresaron su opinión en algún punto de las entrevistas participaron en ambas.
La ranfla es un grupo heterogéneo, de alrededor de 20 personas, en el que pandilleros de sobra conocidos por su trayectoria delictiva y repercusión mediática, como Dionisio Arístides Umanzor, alias Sirra, se sientan junto a otros como Cristian Alfredo Ramírez Beltrán, alias Locker, o Joaquín Jesús Cruz López, alias Chele, que han logrado por años esquivar las portadas de los periódicos. En el que hombres que rondan los 30 años de edad comparten camaradería con homies de vieja escuela cercanos a los 50 como José Luis Mendoza, alias El Pava, uno de los primeros miembros de la primera clica de la MS en Los Ángeles, la Seven Eleven. En el que el temperamento de Saúl Turcios, alias El Trece, que durante las entrevistas se mostró casi siempre más impetuoso y receloso que el resto, contrasta con el tono de voz pausado y casi magisterial de Tiberio Ramírez Valladares, alias Snyder, que al hablar consigue a base de cordialidad que los tatuajes que cubren toda su cara desaparezcan.
En medio de todos ellos, Borromeo Henríquez, Diablo, o Diablito de Hollywood, destaca por su extraordinaria facilidad de palabra y actúa como un director de orquesta que marca el ritmo de la conversación. No es el único líder de la Mara, como se suele afirmar -las autoridades llegaron a presentarlo como el “líder centroamericano” de la MS-, pero es evidente que el resto lo ha elegido como la voz con la que todos quieren sonar. En este texto, cuando no se especifique el nombre de quien responde, será porque es Diablo el que habla en nombre de la ranfla y de la Mara.
Esta conversación tuvo lugar más de 200 días después de que iniciara la tregua que ha desplomado los homicidios en El Salvador a niveles sin precedentes: si los números se hubieran mantenido en el promedio de 14 diarios, como ocurría antes del pacto, a estas alturas del año, en este pedazo de tierra, habrían muerto asesinadas 1 mil 700 personas más.
Poco antes del segundo encuentro con la Mara en Ciudad Barrios, El Faro publicó un artículo consignando la nueva versión que los protagonistas de este proceso, Raúl Mijango, monseñor Fabio Colindres y el ministro de Justicia y Seguridad Pública, David Munguía Payés, dan de cómo se gestó, y en la que desmienten el relato que ellos mismos ofrecieron en un principio: no fue un diálogo iniciado por la Iglesia Católica y apoyado posteriormente por el gobierno, sino un plan elaborado en el despacho del ministro Munguía Payés, al que posteriormente se invitó a Colindres como figura legitimadora. Un plan del cual el presidente Mauricio Funes supo desde un principio.
El mandatario, sin embargo, insiste todavía en que su gobierno se ha limitado a facilitar el trabajo de la Iglesia y no ha respondido a los reclamos de las pandillas, los mediadores y de la misma Organización de Estados Americanos –involucrada como verificadora del proceso-, que demandan un rol más activo del Ejecutivo. Mijango incluso ha llegado a decir que la tregua solo podrá ser duradera en la medida en que el presidente se decida a oficializar una mesa de negociación. Las pandillas ya han presentado una serie de solicitudes para que se discutan, si llega a existir, en esa mesa.
A lo largo de las cuatro partes en que se ha dividido esta entrevista, la Mara Salvatrucha reacciona al silencio con que Funes ha respondido a sus propuestas, y revela detalles de conversaciones que tanto ellos como el Barrio 18 sostuvieron años atrás con el gobierno del presidente Antonio Saca. La ranfla también evidencia hasta dónde ha llegado su visión de largo plazo y para qué posibles escenarios aún no ha preparado respuestas: acepta la posibilidad de desarmarse o de revelar la ubicación de cementerios clandestinos, pero salta incómoda, se revuelve, cuando se le insiste en la posibilidad de desarticular en algún momento su estructura. De ese tema, de desaparecer algún día, la Mara no quiere ni hablar.
Respecto a las próximas etapas del proceso, los voceros de la Mara afirman que mientras haya pandilleros sin un trabajo legal, la pandilla no podrá desactivar su red de extorsiones. Aseguran también que en los últimos días han sostenido reuniones con sus líderes de la calle para elaborar algo nuevo: un censo de sus miembros, que revele el potencial laboral de cada uno de ellos y de sus clicas. Mientras esperan que los empresarios y el gobierno les estrechen definitivamente la mano, tratan de exhibir paciencia y realismo: dicen ser conscientes de que lo más complejo en el futuro será conseguir ser aceptados por sus propias víctimas.
Las dos pandillas entregaron en julio a José Miguel Insulza un documento al que llamaron “propuesta de acuerdo marco”, en el que había solicitudes como suspender los operativos policiales, derogar la ley de proscripción de pandillas, eliminar la figura del testigo criteriado o acuartelar al ejército, junto a otra serie de demandas que son, en definitiva, hacer cumplir la ley, como eliminar las torturas y los grupos de exterminio. ¿Han tenido respuesta del Ejecutivo?
No, por el momento no. Lo que pasó es lo siguiente: ellos también nos hicieron una lista igual de extensa e igual de delicada. Los medios de comunicación alebrestaron al pueblo, y al nosotros pedir que se eliminen los operativos, dicen “¡Puta! ¿Cómo la Policía, el Ministro, el Presidente van a hacer esto?” Este punto y el encuartelamiento de los militares son los más delicados. ¿Por qué esos puntos? Porque los megaoperativos que se han venido dando desde la administración de Francisco Flores no han servido para ni mierda, solo para llenar más las cárceles y tener encerrada a un chingo de gente inocente. Quizá se inspiraron en lo de la guerra, en lo de quitarle el agua al pez, porque muchos de esos megaoperativos iban dirigidos especialmente contra nuestras familias y contra dos, tres, cuatro, cinco pelones... y contra 70 civiles: porque me habla, porque juego en su equipo, porque es mi familiar, porque tomamos de vez en cuando… Otros sí, tal vez estaban involucrados en algún ilícito. Pero, ¿por qué solicitamos esto? Porque así como el pueblo se asustó, nosotros también nos asustamos al ver la lista que se nos había presentado, porque hablaba de un montón de cosas delicadas. Vemos eso y decimos: “Bueno, si ellos están diciendo eso, tienen que estar en la disposición de que este tema también esté en la mesa”.
¿Quién presentó primero su lista, el gobierno o ustedes?
En conjunto.
Crook: Las peticiones surgen de ver nosotros tanto atropello contra nosotros, tanto en las calles como en los centros penales, tanto de militares como de custodios. Nosotros podemos hacer una lista de peticiones extensa, pero lo que hemos hecho es pedir nuestros derechos. Que encuartelen el ejército quiere decir que no ande en nuestras colonias haciendo registros indecorosos, manoseando a nuestras mujeres, tocando a menores de edad, a nuestras hijas... o sea, abusando del derecho que les da la ley. Y para nosotros no hay derechos solo porque somos pandilleros. Ya tenemos familiares y amigos que han muerto en manos del ejército, por disparos o golpes. Eso no es nuevo. Y las torturas… aquí hemos vuelto a vivir cosas que se vivieron en la guerra acá en El Salvador. Si nosotros lo ponemos en esa lista eso es por eso.
(Élmer Canales, Crook es bajo, pero muy corpulento, tiene la cabeza rapada y mira con los ojos entreabiertos por encima de un poblado bigote. Es uno de los 30 líderes pandilleros que fue trasladado desde Zacatecoluca a inicios de marzo para dar inicio a la tregua. No ha pedido la palabra ni tiene por qué hacerlo. Ha interrumpido a Diablo porque su voz en la rueda pesa, como lo hacen otras. Durante el resto de la entrevista se hará patente que la voz de la ranfla es colectiva y en los temas más delicados resulta de la suma de opiniones y de sensibilidades de sus integrantes, en un esfuerzo a veces desordenado de horizontalidad. Si alguien quiere enfatizar un punto, lo hace; si un pandillero decide matizar lo dicho por Diablo, lo hace; si se hace evidente que no hay acuerdo sobre lo ya expresado, Diablo, incluso, corrige lo dicho.)
Pero es importante saber cómo fue exactamente el cruce de listas, porque da la impresión de que los únicos que están enviando mensajes son las pandillas. Parece que han sido los sucesivos comunicados de las pandillas los que han marcado el ritmo del proceso. Y da la impresión de que esa propuesta de negociación formal y esa lista de condiciones han salido de la pandilla sin diálogo previo. Es importante saber si esto es algo simplemente de ustedes o si forma parte de un diálogo que ya está establecido.
El diálogo está establecido, pero entre nosotros. Las experiencias que tenemos nos hacen dialogar y ver qué podemos dar y qué podemos recibir. Cuando hacemos la lista de… tal vez no exigencias ni demandas, sino una lista donde queremos… Por eso fue importante que Insulza participara en esto: ya en el pasado hemos dialogado con funcionarios o con gente que aspira a la presidencia, o con sus asesores, o con hijueputas allegados que han llegado a platicar con nosotros sobre los temas que nosotros queríamos poner en la mesa. Y por la experiencia esa, dijimos: es casaca que el gobierno o el ministro van a tener los huevos o la autoridad para sentarse y decir “voy a escuchar esta lista”. Hemos tenido que estar durante mucho tiempo en lucha por derechos que están en la ley, que no nos los hemos inventado nosotros. Dijimos: tenemos que buscar una figura de peso, que garantice que van a ser escuchadas estas peticiones. Es así como, a través de una red de contactos, logramos que Insulza escuchara lo que nosotros queríamos decir. Pensando en eso, en cuestión de estrategia, decimos: llamemos a este, que tiene peso internacional y no está comprometido en El Salvador.
Acabas de decir que en la lista que presentó el gobierno había una serie de puntos delicados, entre los que, por cierto, nosotros tenemos entendido que iba desde el desarme completo de las pandillas hasta ubicar los cementerios clandestinos, pasando por la entrega de los homies que estuvieran perseguidos por la ley. ¿Pero quién presentó primero sus demandas, ustedes o el gobierno?
Nosotros hemos estado constantemente pidiendo estas cosas, desde años atrás, así que yo creo que ellos ya tenían una idea de por dónde veníamos nosotros. Entonces se da el diálogo, empezamos a platicar y surgen. Nosotros entregamos una propuesta a Insulza y nos hacen saber... No de forma oficial, es decir, no un miembro del gobierno. No hay nadie oficial que nos haya dicho “el gobierno de El Salvador presenta esto”, sino que existe la comunicación a través de monseñor Colindres y de Raúl (Mijango), y ellos nos hacen saber, verbalmente, esto, esto y esto y esto… Y vemos nosotros que está cabrón, y como ya andamos en la mente todo lo que hemos venido luchando, empezamos a elaborar nuestra lista y le hacemos la propuesta a Insulza y ya cuando él nos dice “sí, yo llego para ver qué me quieren decir”, entonces preparamos la lista y decimos “ya, aquí está”, a la espera de que el gobierno se tome el tiempo de mirarla y escucharnos y dialogar.
¿Cómo consensuaron esa lista con el Barrio 18?
Son los mismos problemas.
Crook: Desde que estábamos en Zacate… a monseñor y a Raúl les parecieron mínimas las diferencias que había entre los planteamientos que hacíamos los dos barrios. Ellos son un barrio con el que siempre tenemos nuestros problemas, hay sangre de por medio, pero los mismos atropellos que sufrimos nosotros son los mismos que sufren ellos. Ellos hacen su lucha por su lado y nosotros nuestra lucha por nuestro lado, pero como a los dos bandos nos está apretando el zapato de la misma manera, es lo mismo… Así es como van las cosas.
¿Esa lista que presentaron a Insulza fue consensuada antes?
Sí, esa comunicación se hace a través de Raúl. Se necesita un puente de acercamiento, porque si no difícilmente esto va a caminar, porque regadas tiene la otra pandilla y regadas tenemos nosotros. Si no nos ponemos de acuerdo esto no va a caminar. En años pasados hemos hecho huelgas de brazos caídos, huelgas de hambre, marchas, metimos documentos en todas partes... ellos por su lado y nosotros por el nuestro, y a veces en conjunto. Ese trabajo ya tenía años. Ya existía eso de: ustedes tratan estos puntos y nosotros los puntos de ustedes los tratamos, y llegamos a un punto de encuentro donde sus puntos y los nuestros hacen una misma propuesta.
Cuando piden a la Policía que actúe estrictamente en flagrancia y suspenda los operativos para limitarse a una presencia disuasiva y de seguridad pública, lo que están pidiendo en la práctica es que se suspenda la investigación policial. Los operativos son el resultado de una investigación. Si la Policía solo puede capturar en flagrancia, no tiene sentido investigar.
No. El que cometa un delito debe ser perseguido. Lo que pedimos es que cesen los operativos indiscriminados. Digamos que Saúl, yo y Tiberio cometimos un delito; vivimos en una colonia donde tenemos amigos, parientes, conocemos a un vergo de gente, la Policía llega, me bota la puerta y a los otros dos también, y con nosotros van 70 personas que no tienen nada que ver con ese delito pero que nos hablan, son nuestra familia, y solo por eso ya son agrupaciones ilícitas. Hay investigaciones y criteriados tan pendejos... Este (señala al Trece) acaba de terminar unos procesos en los que acusaban a una señora de 60 y la mamona de años de ser autora material de un hecho. Y Dionisio tuvo un caso, ¡puta, bien paloma! La madre de Dionisio enferma, que anantes camina, por eso casi no lo visita, y la involucran en un problema donde en qué cabeza cabe que una señora anciana va a andar metida en hechos delictivos con nosotros en la pandilla.
Lo que se dice es que la función de estas personas es encaletar armas, a veces recibir el dinero del cobro de las extorsiones, a veces esconderlos a ustedes... Así es como la Policía explica la captura de sus familiares. Si tú cometiste un delito y yo te escondo en mi casa, eso es un delito.
No vamos a decir que no pasa. Hay excepciones en las que eso ha pasado. Pero hablemos a calzón quitado: agarran a 45 o 50 personas porque un criteriado, un exdelincuente o un delincuente que está tratando de agarrar un beneficio penitenciario, habla más de la cuenta. En la primera declaración dice que la mamá de Dionisio le andaba moviendo las armas y la señora no puede ni caminar. En la segunda declaración manifiesta un montón de cosas y le tira a todo mundo su porción. Ya en la tercera audiencia, cuando es el juicio y se le encara y empieza la investigación más seria, el juez se da cuenta de que el maje está mintiendo. Bueno, sí, Dionisio tiene parte de culpa, Tiberio, Borromeo, quedan culpables por agrupaciones ilícitas y por estos delitos; pero las 74 personas restantes “ahí van a disculpar que la justicia sea pura mierda”. Te cagaste dos años en la vida de estas personas, los tiraste en los medios de comunicación a nivel nacional, y te salen con que ahí van a disculpar, que no era cierto.
¿No es cierto también que pedir que se elimine la figura del testigo criteriado les facilita el control interno de la pandilla, porque cierra una puerta de salida de gente? También se puede ver como una medida para mantener el control de sus filas.
En el 85% de casos los criteriados han sido falsos. O en el 90%.
Crook: Aquí en el país no hay juicios limpios. Los medios, los testigos y la Policía se ponen de acuerdo. Les hacen un careo por fotografía, pero no te conoce el criteriado. Es una mierda que ni está el abogado. Ahí lo que hacen es enseñarles la foto para que ya el cabrón diga “este es”. Si llegaran a investigar, nosotros les podríamos facilitar un vergo de casos documentados donde hay homeboys de nosotros pagando porque los acusan de que ellos fueron a matar, cuando en ese momento estaban presos.
Diablo: uno de los dichos más mierdas que tiene el juez Delfino Parrilla es “muchachos, se han sabido defender, he escuchado los alegatos, pero realmente lo siento, a mí el pueblo, la sociedad, me demanda que los condene”. ¡Pura mierda! ¡Eso lo ha dicho Parrilla, el juez de sentencia de Santa Tecla!
Trece: Cuando tenés color y los medios están ahí, aunque el soplón esté mintiendo te condenan.
Más que derogar la figura del testigo criteriado lo que están pidiendo es que se perfeccione esa figura.
A nosotros nos gustaría que se elimine, por los casos que te estoy dando.
Trece: Hay algunos que van a hablar y ellos han hecho la onda. A las finales ellos han hecho todo y a vos te involucran. Un vergo de gente que anda así.
Diablo: Nosotros pedimos una comisión especial, ya sea presidencial o internacional, para que estudie los casos que nosotros vamos a presentar de testigos criteriados, pruebas falsas, y el desaparecimiento, homicidios y torturas de nuestros homies, porque tenemos un archivo guardado de todos los casos de los que hemos hablado y de lo que ha pasado. Hay fotografías, hay prueba documental… Oí bien: a este hijueputa de Parrilla se le presenta un caso donde capturan como a 75 gentes de Quezaltepeque, y el testigo criteriado dice que varios de ellos son los autores materiales de los homicicios. El material no es el intelectual, sino el gatillero, que va y moja a la persona. Pues tenemos documentación del departamento de registro penitenciario, que es un departamento serio, y que vos siendo juez tenés todos los recursos a la mano para verificar si el documento que yo te estroy presentando es falso... A este cerote se le presentan un montón de documentos de que los homies acusados llevaban tanto tiempo de estar recluidos en tal penal, y sale diciendo que la sociedad le pide que los condene, y se caga en la vida de estos y les da 75 años. Eso fue hace como tres años y medio. ¡Con prueba documental!
Ustedes piden entonces que se instale una comisión para revisar esos casos. Y creen que pueden presentar pruebas.
¡Es que tenemos archivos! No es nuestra palabra en contra de la palabra de ellos, tenemos testimonios, videos, documentos, nuestra familia hablando de cuando fueron a sacar de la casa a alguien y nunca regresó o apareció muerto...
¿Se dan cuenta de que gran parte de sus demandas tienen que ver con eliminar figuras jurídicas, modificar la conducta policial, acuartelar al ejército...? Si el gobierno admite esto se presta a la idea de que en este país son las pandillas las que moldean el sistema jucicial.
Es bien cabrón cuando nos ponemos en ese tema, porque si vamos a hablar de lo que legalmente les es permitido a las autoridades, todo eso que denunciamos no es legal. El hecho de que a mí me condenen… ¡Puta! Está bien cabrón que yo presente pruebas de que estoy preso, con documentos oficiales, y diciendo “yo no lo maté”.
De acuerdo, pero el problema no es que haya jueces, sino que haya malos jueces. Lo mismo con el testigo criteriado. Pero ustedes piden eliminación del testigo criteriado.
Va a llegar un momento en que podremos explicarles qué es lo que queremos, que entiendan.
La primera parte de la negociación tuvo unos puntos básicos, que son: mejoramos condiciones en centros penitenciarios y la pandilla deja de asesinar. Ahora la pandilla ha planteado esta serie de puntos en la búsqueda de que las conversaciones evolucionen a una segunda fase. Y una posibilidad es que les respondan “sí”. ¿Pero qué si les dicen “no”?
Tendremos que seguir tocando puertas. No llegamos hasta aquí para recibir un no y darnos por vencidos.
¿Si no se instala la mesa de diálogo formal, la respuesta de la Mara será “vamos a seguir matando”?
No. Vamos a buscar instancias internacionales. Podemos meter una presión política internacional paloma. Podemos involucrar a más personas para buscar una solución. Esto tiene que cambiar.
¿El tema de los homicidios está en juego? ¿Puede romperse la voluntad actual?
Está bien difícil. Tendríamos que ser sometidos a una presión demasiado cabrona para decir “esta mierda no se puede”. Venimos peleando por años, creyendo que esto se puede cambiar.
¿Existe un escenario en el que la pandilla decida “ya no vale la pena mantener la instrucción a la calle de cesar el nivel de muertes”?
No. Primeramente, somos hombres, somos pandilleros que le tenemos fe a lo que hemos hecho. Aquí en esta rueda, y en las ruedas que están en diferentes partes, si hay un loco que no le tiene fe a lo que estamos haciendo que se vaya mucho a la mierda. Aquí queremos gente dispuesta a hacer todo lo que tengamos que hacer para que las condiciones de nuestra gente dentro de los penales y en las calles cambie. Y si eso necesita tomar medidas drásticas… ¡Puta, hacer entender a todo el pueblo, a un cipote que anda bien loco, que los enemigos le han matado a los hermanos, y decirle: “vaya, calmate papá”, es paloma! Y tener los huevos de hacerlo es más paloma todavía. Nosotros somos un equipo que decidimos meterle a eso porque esto tiene que cambiar. Y la única forma de que cambie es que nosotros hagamos los gestos, porque ya intentamos un montón de cosas y nunca un gobierno dijo “yo les voy a ayudar”. ¡Nunca! A pesar de que hemos ayudado en campañas políticas desde el principio hasta el final, incluso con nuestros votos, y nunca hubo alguien que dijera que nos iba a escuchar o alguien que dijera: “voy a ver qué puedo hacer”. No hay necesidad de que yo te dé un sermón para convencerte de las condiciones infrahumanas en las que vivimos. Entonces, llegó ese momento en el que nosotros tenemos que ser los protagonistas en el sentido de que tenemos que poner los gestos. Nuestra misión es darle sostenibilidad a esto el mayor tiempo que nos sea posible. Y para eso necesitamos que haya entendimientos y que también haya gestos de las diferentes partes.
Diablo, en la reunión con Insulza dijiste que al presidente le hicieron llegar las demandas el 22 de junio. ¿Han pasado tres meses y no ha habido una respuesta formal a ninguno de los puntos?
Trece: Nadie ha respondido nada.
Diablo: Lo que sí ha habido son algunas mejoras que están en la ley. El informe dice “por beneficios penitenciarios”; hey papá, nosotros no vamos a buscar que nos den un televisor y que toda nuestra gente siga hecha mierda, no vamos a tratar de hacer todo lo que esté en nuestras manos para bajar toda la violencia posible por un televisor. Hay cosas que nosotros tenemos muy claras: este (señala al televisor del salón) es un derecho que la ley da. Si un político pendejo o un funcionario pensó que evitar que yo mire a la selecta jugar va a hacer que me doble o me va a ablandar, ese está mal pisado.
Es muy difícil hacer lo que hicieron, frenar los homicidios, y hacerlo además de un día para otro. Eso evidencia que tienen un nivel de control de sus estructuras muy fuerte.
Y de cansancio. Cansancio de las torturas, de los operativos indiscriminados…
Cuando trasladaron la orden a la calle, ¿la respuesta inmediata fue “vaya, está bueno”?
Esto es un proceso, tenemos años de tratar de encontrar la respuesta para que alguien dijera: “prestemos atención a lo que están haciendo”. Todas estas mentes juntas empezamos a ver diferentes cosas... Estábamos en una guerra donde ellos nos mataban a nosotros y ojo por ojo y diente por diente. Empezamos a ver los costos económicos de la violencia y dijimos: aquí la única forma es que hagamos algo bien cabrón, pero aquí nos pueden volar la cabeza. Aquí si no está de acuerdo la mara y venimos con esta vuelta, nos hacen pedazos y ahí se terminó esto.
Mucha gente pensó que en los días siguientes al traslado desde Zacatecoluca iba a haber una purga dentro de la pandilla. Que a ustedes los iban a matar por esto.
Bueno, nosotros vinimos confiados en que la gente estaba cansada y quería un cambio, y en que confiaban en que las decisiones que íbamos a tomar junto con ellos iban a ser las acertadas. Y gracias a Dios fueron las acertadas.
¿La calle no se opuso?
Hay una línea de la pandilla en general. Tal vez pueda haber uno o dos casos aislados, pero como ellos están viviendo la represión, las torturas, las talegueadas, los coheteados, también hay un momento en el que reflexionan: “vamos a ver cómo sale este camino”.
Una cosa es convencer a un homie al que le llevan palabra de que ya no va a hacer su pegada. Pero no nos hagamos los locos: hay clicas con mayor capacidad económica que otras, que están sacando más beneficios de la vida criminal que otras. Hay clicas que están llenas de muchachos jóvenes que en realidad se están probando, pero hay otras que ya trasladan medianas cantidades de droga o están más mezcladas con el crimen organizado… No se puede meter a todas las clicas en un solo huacal.
Trece: ¿Y por qué vos pensás o preguntás eso de que unas clicas tienen más o menos, que hay más gente...?
Se ve, es evidente.
Trece: ¿Has hecho tus investigaciones?
Hay clicas que viven solo de la extorsión a los comercios de la comunidad; hay otras que están trabajando a otro nivel económico. Eso pasa acá, en Honduras o en Guatemala... las clicas no son iguales.
Trece: Pero hay una sola línea. Una sola palabra.
Crook: En todas las clicas esto (se señala los tatuajes del pecho) es lo que manda: La eme y la ese. Si el barrio dice que nos tiremos por un barranco, el barrio entero lo hace. Tenemos una sola palabra, sólida.
Diablo: Somos una pandilla. Y no es que nosotros vinimos a imponer acá. A veces parece que fue “estos dijeron y esto se hace”. No. Hay una consulta. Estamos todos. Hacemos consultas e investigación de la que vos hacés: “¿Cómo está tu zona? ¿Qué te pasa a vos?” “A mí me pasa esto...” Hay opiniones, intercambiamos ideas, y es así como se llega a tomar una decisión en conjunto, porque si tomáramos una decisión individual esto no serviría.
¿Están dispuestos a que todas las clicas salgan del negocio de drogas, de otros delitos?
Estamos dispuestos a dialogar de cualquier tema que llegue a la mesa de diálogo. No estamos cerrados. No entramos a esto condicionados, porque si no ellos también lo van a estar. Estamos abiertos a tocar cualquier tema que le interese no solo al gobierno sino al pueblo en general.
Pero normalmente lo lícito da menos dinero que lo ilícito. ¿Cómo le explicás esto al homie que responda: “pero Borromeo, a mí antes me entraban mil bolas al mes y con la oportunidad de empleo que me van a dar si esto sale bien me entrarán 350. No quiero”.
Es una cuestión en la que no va a decidir Borromeo. Es una cuestión en la que la pandilla decide. Y si la pandilla va sobre esa línea él va a tener que obedecer e ir sobre esa línea. Si no, se va a ver obligado a hacer lo que hizo alguna gente: hacerse a un lado y hacer sus fechorías fuera de la línea de la pandilla.
¿La extorsión es un negocio individual de cada pandillero o clica, o se toman decisiones generales sobre a quién se le cobra, y cuánto, y a quién no?
No podemos contestar eso.
Vuelvo entonces: hay pandilleros que manejan mucho dinero y otros que manejan muy poco. ¿Cómo van a manejar las desigualdades internas?
Mirá... por eso no solo pensamos en una cosa... pensamos en el plan padrino que es para atender a las necesidades de los niños. No todos son carpinteros, otros tal vez quieran estudiar, o hacer otra cosa, hay que buscar la forma de que lo hagan. Cuando las organizaciones del FMLN y las militares llegaron a algo, no todos eran campesinos. Hay que estudiar a profundidad, y es lo que nosotros ya estamos haciendo en este momento. La semana pasada tuvimos la primera reunión de estudio profundo, con todos los camaradas nuestros en las calles. No a todos les va a gustar la idea de “puta, yo me como 500 dólares al mes y estos cerotes me van a dar 300”. La primera reunión ya se hizo, donde se está estudiando esto.
¿La Mara Salvatrucha está haciendo una especie de censo por habilidades laborales, por edades, por núcleo familiar…? ¿Cuando decís “estudio profundo” te referís a ese tipo de análisis?
A eso, a eso. Y a otras cosas, porque es lógico que en la zona rural no vas a poner un call center. Estamos haciendo un estudio profundo de “bueno, y en esta zona ¿qué putas vamos a inventar, en qué te sentís bien vos? ¿Y esta clica qué cree que puede hacer? ¿Y ustedes?” Esa clase de consulta es la que estamos haciendo, para que tengamos una base sólida y lo presentemos cuando vengan los recursos.
¿Dónde fue y cómo se organizó esa reunión?
Son cosas que no te puedo responder. Pero creeme cuando te digo que esa reunión se hizo. La hubiéramos hecho antes, pero no veíamos que hubiera luz al final del túnel.
¿No es cierto que se había levantado resistencia a este proceso en clicas de Lourdes, en la clica San Cocos, en la Fulton...? No sé si las clicas enteras, o ciertas personas a las que la línea no les parece y terminan oponiéndose.
Si quien lo dijo fue una fuente policial, es falsa. ¿Fue alguien de nosotros?
Alguien que les conoce.
Hay personas que pertenecieron a nuestra organización y que ya no son parte de nosotros, pero andan las letras y andan las clicas a las que pertenecieron, y siguen delinquiendo. A veces identifican a estas personas en las colonias, en las comunidades, como fulano de tal de la clica tal, que ha hecho sus cagadales, pero son cagadales en los que la pandilla como tal no ha tenido nada que ver. Han sido miembros o exmiembros, a los que nosotros llamamos “los pesetas”, porque la cagaron, se pesetearon, nos traicionaron. Ha habido cagadas en las que se dice que un miembro de la mara hizo esto o lo otro. Nosotros investigamos. Si pasa algo en mi zona este (señala el Trece) llega y me dice “hey, cerote, vos sos de esa zona, ¿y qué pasó?” Mi misión es investigar y dar la cara por lo que ha pasado. Aunque sí, ha habido pendejadas o cagadas de parte de algunos miembros aislados de nosotros, y no porque no están en la línea, sino porque el valeverguismo de andar drogado, andar bolo, o porque en el impulso de una situación le han pegado un par de cohetazos a alguien. Pero no por una orden directa de la pandilla.
¿Han tenido que usar la fuerza para disciplinar dentro de la pandilla?
Mirá, dentro de nosotros hay un sistema de disciplina. Ese sistema seguimos.
¿La mara conserva la posibilidad de hacer cumplir a fuerza de balas las decisiones de esta rueda? Las personas que mataron a Alison Renderos, aquella chica que era atleta, o los que se han tirado la yarda en otros casos, ¿han muerto?
(Silencio.) En ese caso se involucraba a miembros de la pandilla contraria, no sabemos si...
En el caso de que eso ocurra en la Mara Salvatrucha, ¿la pena por violar la tregua es la muerte?
Mirá... nosotros tenemos nuestra línea de disciplina... Esa es la que tenemos que seguir... Aquí hemos venido a cambiar las cosas y no a embarrarlas más... Imaginate, uno de los casos sonados, el de Las Margaritas: me involucraron directamente a mí. Los medios de comunicación dijeron que una fuente policial, y yo sé por dónde viene esa fuente. Esta gente tiene tanto miedo a la información que nosotros manejamos... ellos saben que ha habido diferentes reuniones y diferentes cosas en las que se nos han planteado diferentes cosas delicadas, y nosotros hemos dicho no, no, no y no.
¿Qué es una “cosa delicada”?
No puedo contestarte eso.
¿Hablas de grupos policiales, de crimen organizado...?
Trece: Grupos de exterminio en diferentes cosas...
Diablo: Estamos hablando de diferentes personas que han tenido acercamiento con nosotros.
¿Con fines criminales?
O para lucrarse ellos: popularidad, éxito... cosas de la política. Y nosotros dijimos “no, ustedes la cagaron, ustedes límpienla”. Cuando nos enviaron a Zacatecoluca en 2005 las cosas las teníamos trivergonas en la calle.
(La ranfla de la Mara Salvatrucha asegura que el envío de muchos de sus miembros a la cárcel de máxima seguridad de Zacatecoluca en 2005, durante el gobierno de Antonio Saca, fue una venganza por el fracaso de un diálogo similar al actual, pero secreto y mucho más directo, con el Ejecutivo. Dicen que aquel traslado los aisló de sus estructuras y descontroló las calles. Sin la tutela de sus jefes la Mara, dicen, rompió sus propias reglas y se volvió más mortífera.)
Volviendo al punto anterior, decís que se te señaló por la muerte de esos dos pandilleros en Las Margaritas. ¿Qué pasó ahí? ¿Y qué tiene que ver con esto que nos estás contando?
Eran dos homies.
Con palabra.
Este caso es bien cabrón, porque nos vemos involucrados en un hecho en el que perdemos a dos camaradas, vienen los medios de comunicación y la versión oficial de la jura es: “estos no querían estar en la tregua y por eso los mataron”. Después otra fuente cita que los problemas que tuvieron con familiares del Diablito ocasionaron que este los mandara a matar. Mirá, ninguno de nosotros tiene la potestad ni la autoridad de mandar a matar a nadie, porque tenemos un compromiso serio. Ahí no va mi palabra o la del Trece, o la del Snyder, o la de Crook, o la de todos los que estamos aquí, sino que es una palabra en la que todos como pandilla estamos involucrados. ¿Y esto por qué lo recalco? Porque...
¿Esta rueda no tiene autoridad para matar a nadie?
No estamos aquí para decidir la vida o la muerte de alguien. Estamos aquí para cambiar las cosas y que se quite la vieja maña de que el que no hace esto se va a morir, sino que todo el mundo tenga la mente limpia y entienda que las cosas tienen que caminar porque la pandilla está decidiendo hacer un cambio. Esto no es algo que vamos a imponer, sino que tenemos que consultar con medio mundo.
Tradicionalmente las pandillas han utilizado la violencia como instrumento para disciplinar y purgar sus propios elementos.
Eso no se puede negar.
¿Han renunciado ahora a ese instrumento? ¿Esta rueda no tiene autoridad para castigar con la muerte?
Trece: Es que nunca ha pasado eso.
Diablo: No voy a responder a esa pregunta, porque no se puede decir nada de lo que nosotros internamente podamos hacer. No podemos hablar de nuestros lineamientos disciplinarios. La investigación del caso de Las Margaritas seguirá su curso, tanto dentro de nosotros como por parte de las agentes policiales que la tienen a cargo, y eso dará resultado, pero sí queremos dejar claro que hay casos en los que se nos quiere enlodar. Ahora es a mi persona, pero hay otros casos, en los que enemigos tratan de chingarnos. Lo denuncio claramente: hay ciertos oficiales o miembros de alto rango de la Policía y de servicios de inteligencia que están en contra de este proceso y van a tratar de embarrar a los que estamos aquí en acciones como esta. Decir que porque tuve un problema familiar yo voy a mandar matar a mis camaradas, que han crecido conmigo en la pandilla, que los conozco por años, desde niños, es estúpido.
¿Entonces Droopy y el Mafia de Western no murieron por órdenes de la pandilla?
No murieron por orden de la pandilla. La investigación llegará, tanto la nuestra interna como la policial.
En todo caso, la duda de si la pandilla está construyendo un proceso de paz sobre sangre está en la calle. ¿Entienden que en algún momento van a tener que aclarar esto a la sociedad, resolver esa duda?
Sí. Y por eso nos estamos cuidando de no caer en la trampa y dar de comer a la gente que dice: “¿cómo tratan de decir que no van a matar a nadie si se están matando entre ellos?" Si este proceso es verdadero, tenemos que hacerlo verdadero.
Una de las personas que dijo que las muertes de Las Margaritas fueron por purgas internas fue David Munguía Payés, su interlocutor más cercano en el Estado.
El sistema, sus ministros, oficiales de inteligencia, investigación, siempre han dicho “la pandilla esto y aquello”. Y han tenido información errónea. Nos han acusado de cosas que ni sabemos, viejo.
¿Ustedes se entienden negociando con el gobierno?
Por el momento no lo vemos claro. Las cartas están tiradas... hay que esperar la respuesta.
Pero en estos seis meses, ¿acaso no han estado negociando con el gobierno?
Para mí es una negociación es que vos te sentás o ponés a alguien en tu nombre para discutir lo que la otra parte quiere. La importancia de monseñor es que él entiende lo que humanamente estamos viviendo aquí adentro, lo que vivimos en las calles. Le hemos presentado pruebas y él lo ha entendido. Una de nuestras estrategias fue aprovechar la influencia que podía tener monseñor en la jerarquía de la gente, del Estado. Acordate de quién ha sido monseñor, quién viene siendo durante años, y con quién se relaciona.... Su voz es escuchada. Fue ahí donde dijimos: “A nosotros no nos van a escuchar. A usted sí”. Porque entendemos eso, que un gobierno no va a aceptar públicamente “nos vamos a sentar con los pandilleros a negociar”, porque quien lo diga se acaba su puta gestión como político.
Pero cuando Raúl Mijango y Fabio Colindres llegan y les abren esa puerta, saben que lo hacen con contacto directo y con autorización del ministro.
Entendemos que ellos escuchan y transmiten.
Exactamente lo que dijiste que esperas de un negociador. Porque las pandillas no esperan que venga Mauricio Funes a sentarse en una silla y decirte “hola, Diablo”. Vos nos decías: “entiendo por negociación un proceso en el que a través de unos mediadores, dos partes discuten cosas”.
El inicio.
Así fue la cosa: ustedes estaban en Zacatraz; salen de Zacatraz; antes aquí estaban los militares, hoy ya no están los señores de verde olivo; antes se pasaban con sus familiares, ahora ya no; antes no podían venir sus hijos a verles, ahora pueden venir; antes había una tasa de homicidios por las nubes, ahora ya no. A eso en El Faro lo llamamos negociación. Porque todo eso ha sido posible a través de dos personas que hablan con ustedes y hablan con el ministro.
Algo así.
Lo importante no es la palabra, pero necesitamos entendernos.
Va, algo así ha sido. Estás hablando claro. Pero para nosotros monseñor y Raúl todavía no tienen la función de negociar entre el gobierno y nosotros.
¿Lo dices porque no ha respondido el presidente?
Esto no ha sido oficial, por eso no nos creemos que Raúl o monseñor vayan a cambiar todo lo que se tenga que cambiar. Son una figura importante, porque ya dieron grandes pasos en lo que nosotros queremos, pero la figura de alguien designado oficialmente, con la potestad de decir “sí, esto es posible, no esto no es posible, negociemos esto”... todavía no existe.
El hecho de que el presidente no haya respondido todavía a su propuesta, ¿los pone en problemas con la gente en la calle? ¿Les complica mantener el proceso firme en las calles?
No, todavía no. Acordate que el daño que se ha causado es grande... Así que el señor presidente, sus asesores, el gabinete de seguridad, tienen que tomarlo con calma, y si van a aceptar tienen que traer una contrapropuesta. ¿Vos entendés qué supone poner esto sobre la mesa? Quitemos esto, agreguemos esto otro. “¿Estás de acuerdo? No. Pues veamos...” Creo que lo están estudiando. El problema se está queriendo hacer político, ya vienen los candidatos presidenciales.... el presidente tiene que ser muy cuidadoso. Pero tenemos fe en que por lo menos nos van a escuchar. Y después viene el bombardeo internacional de parte de nosotros: buscar entidades y personas internacionales que le metan a esto, porque esto vale la pena, viejo, para mí, para mi familia y para todos. Tenemos paciencia
Si llega ese momento, ¿es un disparate para la pandilla que les pidan, por ejemplo, mostrar dónde están los desaparecidos?
No es un disparate. Es obligación de las instituciones tratar de llegar a la verdad, esclarecer todas las demandas que haga el pueblo salvadoreño. Los familiares de las víctimas, gente que ha perdido a sus hijos y sus hijas... No es un disparate. Es algo real. Ha pasado. Está en nuestra historia. Hace pocos días se celebró el día internacional de los desaparecidos y se pidió al país que reconozca la culpa de los que lo hicieron durante la guerra, y que digan dónde están.
¿La Mara está dispuesta a hacerlo?
Estamos dispuestos a muchas cosas.
¿La Mara está dispuesta a mostrarle a la gente dónde están los desaparecidos?
Estamos dispuestos a dialogar todos los temas que ellos pongan sobre la mesa.
Trece: Pero si no sabemos dónde están, ¿cómo?
¿La Mara está dispuesta a desarmarse?
Estamos dispuestos a llevar cualquier tema a la mesa y dialogarlo.
¿La Mara está dispuesta a entregar a los homies que tienen delitos pendientes?
Estamos dispuestos a dialogar cualquier tema que llegue a la mesa.
¿La Mara está dispuesta a desarticularse?
Estamos dispuestos a discutir cualquier tema que llegue a la mesa.
Eso es interesante. Mucha gente tiene esa expectativa sobre este proceso y dice: la Mara Salvatrucha y la pandilla contraria, son estructuras criminales. ¿Sí?
(Diablo asiente.)
Y hay gente que se pregunta si al final de este proceso la Mara Salvatrucha dejará de existir.
Trece: Decime vos, si tenés una familia, ¡tu familia!, ¿la vas a deshacer? Mi familia es esta, la que ves aquí (señala al resto de pandilleros presentes).
¿Van a dejar de brincar homies ? ¿Van a dejar de crear estructuras y vínculos con palabreros...?
Trece: (En tono enfadado) Te voy a decir algo acerca de esas preguntas...
Diablo: Saúl ya lo dijo: esta es nuestra familia. Pero queremos pasar de una etapa a otra. La violencia es la que nos hace ilegales.
Trece: Ese es el tema.
Diablo: Nostros nos vemos como problema por las cosas ilegales que pasan, y nos dañan a nosotros, a nuestras familias y al país. Es por eso que esa pregunta alebresta: como dijo este (el Trece), esta es nuestra familia. Tienes que entender que nuestras acciones nos han hecho criminales, nos han hecho a un lado de la sociedad, pero este jamás va a dejar de ser mi camarada.
Por eso hacemos la pregunta, porque...
Trece: Y por eso yo ya te di la contestación, bien clara te la di. Y te pregunté algo.
Y te respondo: yo no desarticularía mi familia.
Trece: Pues hasta ahí quedamos con eso.
Entendemos que no van a dejar de ser amigos...
Cabal, somos camaradas.
... Pero una estructura tiene dinámicas, jerarquías, organigrama. Un grupo de amigos no tiene rituales para entrar y salir, no tiene leyes, nadie lleva la palabra a nadie... El punto no es si vas a dejar de hablar con el Trece, Diablo, sino si van a desarmar el andamiaje estructural que los vuelve una organización. ¿Cómo se imaginan ustedes en el futuro, si esto funciona?
Snyder: Todo depende de las facilidades que den, ¿me entendés?, que permitan que nosotros, nuestra gente, nuestras familias en las calles tengan posibilidades, fuentes de trabajo, subsistencia de sus hijos... que el sistema carcelario no sea solo para reprimir sino que se nos brinden las oportunidades correspondientes, para algún día aplicar a la libertad y poder desempeñarme, ¿me entendés?, como un miembro de la Mara Salvatrucha pero que también trabaja, que existe, pero que también es útil a la sociedad.
Diablo: Es como si quitaras la figura de la Constitución que todo ciudadano tiene derecho a reunirse siempre y cuando sea por motivos pacíficos. El tema de la violencia, lo ilícito, es lo que queremos tratar, pero vamos a tener todo el derecho del mundo, porque la Constitución lo dice, de ser camaradas, de reunirnos, de andar a vacilar e ir adonde queramos, sin violencia.
Chele: La onda está en que somos pandilla y siempre lo vamos a ser. Tal vez nos salimos de los límites de lo tolerable, del accionar de la pandilla. Tenemos reglas y hay cosas que se salieron del huacal, que son las que nos llevaron adonde estábamos, y por eso la sociedad está encima de nosotros, por nuestras propias acciones. Como pandilla queremos seguir y vamos a seguir, pero estamos tratando de demostrarle al pueblo que podemos ser pandilla y a la vez útiles para el pueblo salvadoreño en general.
Snyder: Y para nuestras familias.
A nadie le cabe duda de que la Mara Salvatrucha y la otra pandilla han bajado los niveles de homicidios. Eso es un hecho innegable. Pero tampoco podemos negar que la pandilla mantiene en las comunidades de las que ha tomado posesión una estructura de terror. Los ciudadanos, igual de pobres que tu familia siguen pagando renta, siguen temiendo enviar a sus hijos a la escuela, siguen temiéndoles a ustedes. (Diablo asiente con la cabeza) La máquina ha parado de matar, pero sigue teniendo la misma capacidad de hacerlo. ¿Cómo desarticular el terror?
Puta, ese es el huevo en el que nos hemos metido.
Snyder: te voy a decir algo: un estudiante, para aspirar a pasar de un grado a otro necesita cuadernos, lapiceros, capacitación, concientización... ¿me entendés? Medios para aspirar a cambiar. Pero si no los hay no se pasa de grado.
Diablo: En este gran huevo en el que nos hemos metido, y hasta el momento estamos solos. Hemos tenido una escuela que durante años se han pegado malos hábitos, y tenemos que volver a nuestros principios. Y eso es un huevo. Llevamos seis meses, chico. Y para nosotros estos seis meses han sido un gran éxito, pero un gran éxito que tiene que seguir avanzando, y por eso reiteramos que es necesario que haya combustible de parte externa, no solo de nuestra parte. Nosotros estamos haciendo todo lo humanamente posible para que esto camine, pero por eso la visita de Insulza, por eso pedimos a las organizaciones que se acercaran, por eso retamos a los empresarios. ¿Cómo cambiar la forma de vida en las calles si no hay oportunidades?
Saúl (el Trece) dice “no vamos a desarticular nuestra familia; queremos dejar de delinquir”. Sin embargo, una organización lo que produce es fuerza, y si la Mara Salvatrucha ha conseguido este proceso es porque tiene fuerza y porque es temible. ¿Cómo podemos saber, como sociedad, si no se desestructuran, que esta estructura con su músculo no va a volver a delinquir? ¿Cómo sabemos que esto no se va a convertir en una negociación perpetua? Ahora piden fuentes de trabajo... luego pueden pedir -voy a inventar- hospitales de determinada categoría para su gente. Siempre van a tener más voz que otros grupos. ¿No considerarían legítimo que el Estado exija que desestructuren su músculo?
Te voy a contestar algo, viejito... (Diablo se gira hacia Joaquín, el Chele, que está a su izquierda) Fijate que este man es mentecilla, ¿va?... (sonríe) Jajajaja. Yo pensando en buena onda pero este me pone cosas bien bonitas aquí, en el oído, jajaja. (Todos bromean y se ríen).
Chele: Las preguntas que vos hacés… Tenés que entender algo: las pandillas son grupos en los cuales cada quien se identifica y se siente bien de estar ahí. Me entendés, ¿veá? Cuando nosotros dijimos que fuimos el problema y podemos ser la solución nos referimos a que no vamos a seguir haciendo daño al pueblo, ¿veá? Pa’que les quede claro, las pandillas tienen una línea y esa línea de pandilla la Mara Salvatrucha siempre la va a mantener, con la única onda de que simón, de que ya no estamos en la disposición de venir y fregar a nuestro pueblo. Pero definitivamente la pregunta repetitiva que vos hacés te la hemos contestado y te la volvemos a contestar: la Mara Salvatrucha siempre va a ser la Mara Salvatrucha.
Con sus clicas, con sus estructuras celulares… ¿Eso no cambia, insisto?
(Silencio.)
Ok, volvamos al punto anterior. Hablas de “revertir las malas prácticas”, y eso supone deshacer parte de la mutación de la Mara en El Salvador, acabar con la violencia extrema y regresar a la violencia más calculada de la Mara en, por ejemplo, Los Ángeles.
Trece: Todo viene desde un principio, no es que hayamos buscado la violencia de un solo. Se nos obligó. Si a vos te matan a un hermano, te cohetean a vos... eso va alimentando todo y así se llegó a lo que se llegó. Nos llevaron a ser así con la represión.
El punto es que para que eso se revierta...
Trece: Para eso no tiene que pasar lo que pasó antes, ni de nuestra parte ni de la del Estado.
Y ustedes tienen que mantener el liderazgo en la pandilla. Lo que debilite su liderazgo debilita la tregua.
Lo que puede debilitar esto es que todo el mundo se haga oídos sordos, que las políticas represivas y las políticas penitenciarias orientadas a joder, que la tortura, los disparos, los homicidios por parte de la Policía, sigan.
De nuevo: este proceso inicia con un traslado que facilita que líderes de los dos barrios ejerzan su liderazgo de forma directa, porque si no, era más complicado. Era necesario que ustedes tuvieran un control efectivo, real, rápido, para ejecutar lo acordado. Eso es así.
Sí.
Y lo que sigue, depende de la posibilidad de que ustedes mantengan ese control y ese liderazgo. En la práctica ha habido una decisión coordinada, de la pandilla y del Estado, para facilitar que sea línea de su línea, de su mentalidad, la que tenga ahorita el control de la Mara, y que la Mara esté menos dispersa y menos en manos de gente más joven y con otras ideas. En este proceso la Mara vuelve al control de gente que tiene una clecha diferente a la de los últimos años. Eso es así.
Hacía falta ese movimiento para que funcionara. Eso está claro. Tenían que abrir espacio para que esto fuera real. Y para que esto se mantenga y sea duradero, se necesitan más inyecciones. ¿Por qué hasta el momento no ha habido nadie que diga “vaya, bichos, ustedes quieren trabajar, en qué quieren trabajar. Yo tengo millones hasta para limpiarme el culo y puedo hacer esa mierda si el presidente me da el aval yo lo hago”. ¿Por qué no lo ha habido? Fácil: yo soy derechista y este cerote es izquierdista... yo no le voy a hacer que lo que él está haciendo sea un éxito con mis recursos y mi ayuda, porque sería un éxito de la izquierda.
¿No has pensado en otra posibilidad? ¿En que la Mara no ha sido precisamente una organización que haya ido por la calle haciendo el bien y no es fácil que te digan “da trabajo a los mareros”? La pandilla ha enviado señales, pero necesita resarcir a la población salvadoreña. ¿Entienden que eso es otra de las trabas?
Existe la duda, el celo... Pero alguien tiene que decir “yo le entro”. Esto no es fácil. Hay víctimas, hay daños, hay dolor, y eso es lo más cabrón de curar... Hacer entender al que vive jodido por nosotros que nos tiene que ayudar, solo porque ahora decidimos que ahora queremos que nos ayuden.
Los Ángeles no vio esto con buenos ojos.
Estamos hablando del país. Y nosotros respondemos por las acciones de aquí.
¿La opinión de Estados Unidos, Guatemala y Honduras es irrelevante para este proceso?
No es irrelevante, pero es necesario que demos pasos en beneficio de nuestra gente y en beneficio nuestro.
Independientemente de lo que opinen los homies allá arriba.
Chele: Ellos entenderán en su momento que nosotros no estamos haciendo ninguna traición. Nosotros como pandilla nunca vamos a traicionar los términos de la pandilla. Esos son los mísmos y serán los mismos en LA, Guatemala, Honduras, El Salvador o dondequiera que la Mara Salvatrucha existe. Nuestros homeboys en otros países en su momento van a entender que estamos haciendo algo que a la larga no afecta a la pandilla; simplemente estamos tratando de salir adelante, de ser productivos, de ayudar a nuestra gente y a la gente en general, al pueblo salvadoreño. Mientras no rompamos con nada, podemos llegar, como lo dijo el compañero, muy lejos. Depende de las oportunidades que se nos den.
Hasta el momento ha sido más fácil para la sociedad confiar en personas que en la Mara como grupo. En los últimos años, el pandillero que quería dejar la violencia se tenía que alejar de la pandilla, porque la Mara no permitía a casi nadie dejar la violencia.
Falso.
¿No es así?
Hay un montón de gente que se fueron por traición, esos casos son los que han hablado mal de la pandilla. Te vamos a invitar a un evento que tenemos próximamente, con un montón de camaradas nuestros, que ustedes se van a admirar y van a decir “puya, este hijo de puta era de la Mara”. Un ejemplo. "Este ya me lo puedo, a aquel también, aquel estudia en la universidad, o este trabaja donde yo trabajo... y ahora dicen que pertenecieron a la mara”. Ellos te lo van a demostrar. Si alguien de este grupo o de fuera quiere llevar su vida productiva, estar calmado, estar tranquilo, y lo habla, sin que deba nada, sin que traicione a la mara, como acaba de explicar Joaquín, ahí está la puerta, papá, y aquí estamos siempre nosotros para darte la mano en lo que vos querás que te ayudemos.
¿Eso ha sido así los últimos años?
Así ha sido siempre.
Trece: Siempre.
Diablo. Lo que ha pasado es que ha habido quienes se han ido por esa puerta traicionándonos. Y todo traidor paga con la muerte. Entonces no viven a gusto, hacen declaraciones... y acciones que ellos han cometido hacen pensar que no tenemos remedio. Pero estamos craneando esta actividad, preparando, llamando a la mara para decirle “¿le vamos a entrar a esto?” Porque creemos que se van a dar oportunidades.
Nos sorprende tu respuesta. ¿Hoy por hoy el homie que no tenga ninguna chaqueta encima, que no deba nada al barrio, si quiere sus cuadros se los dan?
Que se vaya. Gracias por todo, camarada, y aquí estamos.
¿Así de fácil?
Así de sencillo. Así ha sido siempre.
Trece: Ha sido la raíz de nosotros.
Chele: Quien quiera hacer su vida, con sus hijos, o seguir el cristianismo... Aquí tenemos un montón de homies que son cristianos.
A ellos no les llaman pesetas.
¡No, hombre! ¡Son nuestros camaradas!
Hoy por hoy, entonces, si un miembro de Mara Salvatrucha decide retirarse de la pandilla, se le deja irse tranquilamente. Insisto, si el titular fuera “Mara Salvatrucha: el miembro de la pandilla que se quiera retirar puede hacerlo”, ¿sería correcto?
Diablo: Eso siempre ha sido…
Otra voz: Así ha sido la historia de nosotros…
Otra voz: Es que el que se ha querido calmar, que se calme, ¿va?
Chino (después de haberse mostrado incómodo con preguntas anteriores y negar con la cabeza las respuestas de sus compañeros): Ese titular… Yo no sé por qué estamos haciendo tanto en esto. ¿Sabes qué? Lo de la Mara Salvatrucha ahí se queda, ¿va? Yo no sé por qué ustedes quieren meterse mucho adentro de la pandilla. ¿Sabes qué? Aquí estamos respondiendo muchas preguntas, pero ustedes quieren meterse bien adentro de la pandilla. Y esa es cosa personal de nosotros.
Chino, te explico cuál es…
Chino: O sea, nosotros estamos tratando de darles a ustedes algo de conocimiento de lo bueno que nosotros estamos haciendo para que todo camine bien en este proceso, pero ustedes vienen y se están metiendo hasta adentro. ¿Qué tanto quieren escarbar? La onda es que nosotros estamos haciendo esto para que las cosas caminen bien allá afuera. ¿Sí me entendés? Lo que se está pidiendo es lo que el gobierno a nosotros nos debe. Todo recluso tiene sus derechos, y ellos nos los han quitado nomás porque ellos quieren. Ustedes quieren meterse mucho en la onda de la pandilla. ¿Y sabes qué? Con todo respeto, ustedes tienen un hasta aquí. O sea, vos tenés tu trabajo, yo quiero mi pandilla. Nos hacés muchas preguntas comprometedoras. Bien comprometedoras. Y no quieres pararle hasta salirte con tu gusto. Así es que, con todo respeto, respetanos para nosotros respetarles a ustedes también.
(Si Chino había estado en silencio durante la mayor parte de la entrevista ahora queda claro que él va a hablar y que no nos va a permitir interrumpirlo. Es un tipo que roza los 50 años y que ostenta el abolengo de haber visto nacer a la Mara Salvatrucha en las calles de Los Ángeles. Está molesto. Su voz truena dentro del salón. Otros pandilleros que permanecían en el pasillo escuchan el altercado y entran a curiosear sobre qué es lo que ha enfadado al homeboy. Chino está sentado en una esquina y ha echado su cuerpo para delante. Nos mira a los ojos y gesticula con dureza).
Mira, no era nuestra intención ofender a nadie. Cuando hablábamos con Borromeo…
Chino: ¿Cuántos años tienes tú?
33.
Chino: ¡Tenías 3 años cuando yo comencé a caminar en las pandillas! ¿Y crees que me va a gustar que tú vengas a decirme a mí si nos vamos a deshacer? ¿Que si nosotros vamos a deshacer las pandillas? ¿Sabes qué? Yo creo que ese derecho no lo tienes…
e explicamos por qué hacemos estas preguntas: nuestro trabajo es representar todas las dudas que la gente pueda tener en la calle.
Pandillero 1: Con las dudas no hay pedo. Lo único es eso, que este siempre insiste. ¿Cómo vamos a… todo pandillero que quiera se puede salir? Eso creo que no, simón, eso es cosa de nosotros.
(Sigue entrando gente al salón y se agolpan alrededor nuestro. Borromeo observa a sus compañeros e intenta recuperar el tono de la conversación, pero la intervención de Chino ha animado a los homeboys, que ahora se arrebatan la palabra).
Blacky: Yo entendí la pregunta que hiciste, que si el día de mañana vamos a querer más privilegios, o vamos a ir exigiéndole al gobierno más privilegios, ¿va? Empiezan a dialogar con el Estado y después caen en un círculo vicioso de que se ponen a extorsionar al Estado. ¿Pero sabes algo? Todas las peticiones que nosotros estamos haciendo ahí no las estamos haciendo fuera de la lógica legal.
Pandillero 2: ¡Perate! Ustedes son niños bonitos de la sociedad, y dispénsame que te lo diga así: niños de oro de la sociedad… y nomás solo se basan en lo que han estudiado, en lo que han aprendido y hacer de esas preguntas, así, bien cuestionadas que vos hacés. Entonces, nosotros no, nosotros venimos desde el campesinado, ¿me entendés? Tratando la manera de venir haciendo la maldita para poder sobrevivir, para que, mirame la seña (se pasa el dedo debajo del cuello), para que no nos maten; que no nos mate el enemigo y que no nos mate el sistema, ¿me entendés? Porque hemos venido cuidándonos las espaldas desde hace tiempo.
Chino: Ustedes tiene que entender que hay cosas que hasta aquí podemos llegar. Pero ustedes con sus preguntas están escarbando y escarbando y escarbando. Ustedes vienen y van a querer agarrar un reportaje maniaco, y eso se respeta, pero nosotros tenemos un hasta dónde tenemos que llegar, y uno lo que les está pidiendo es que entiendan eso, pues. La misma pregunta y la misma pregunta y la misma pregunta y la misma pregunta. Cuando ya se les está contestando. O sea, ¿ustedes quieren ayudar en este proceso? No es que tienen que estar del lado de nosotros, sino que se ubiquen dónde tiene que estar pues.
(A estas alturas han entrado al salón unas 15 personas más y la discusión se prolonga en el mismo tono unos minutos más hasta que el fotoperiodista detiene la conversación para pedirles autorización a los pandilleros de pasearse por el penal con su cámara. El grupo estalla en risas: “nooooombre, si no te vamos a hacer nada”; “hey, ya le dio miedo a este”. La solicitud de Pau Coll funcionó como un balde de agua en aquel salón que ya estaba prendiendo fuego. El ambiente tenso se convirtió en un tono socarrón. Alguien bromea diciendo que hay un homeboy idéntico al fotógrafo y que intentarán cambiarlo por Pau, a ver si consiguen colárselo a los custodios. Todos ríen. Chino vuelve a cruzar los brazos y recuesta su espalda contra la pared. Al cabo de varios chistes, retomamos la entrevista).
¿La Mara Salvatrucha ha discutido si para los pesetas va a haber una especie de amnistía?
Me acabás de dar otro buen pensamiento... no lo hemos discutido. (Diablo le dice al Chele, que ha tomado apuntes durante la mayor parte de la conversación: “apuntá eso, eso también lo podemos negociar”.) Muy buena pregunta…
Y la respuesta es…
No hay respuesta. Vamos a analizarlo, porque son puntos extensos y delicados, que no se pueden venir a expresar así. Porque sería palabra la que se estaría tirando, y la palabra de la Mara Salvatrucha se respeta.
Otra pregunta en esta misma línea: ¿alguna vez va a poder caminar por Las Margaritas, por ejemplo, el hermano, la mamá, el hijo de un pandillero enemigo, o la persona que vive en la comunidad de la pandilla contraria, sin considerarse en peligro?
Un coro de voces: Ya lo hacen /Si ahí pasan / Eso no es problema / Es la persona, no la familia…
Sirra: Permítime, las familias de ambos grupos no tienen nada que ver en esto, nada.
¿Y los homeboys ?
Sirra: Ahí es otra historia, viejo, pero los familiares no tienen nada que ver y siempre han caminado para donde quieren.
¿Y alguna vez se piensa llegar al punto de que un miembro de la pandilla enemiga vaya a poder caminar por territorio de Mara Salvatrucha?
Sirra: Mirá, eso no se te puede contestar... Sobre si un pandillero puede pasar a otro territorio contrario... Eso no se te puede contestar, pero sí dejarte bien claro que nunca ha habido restricción en que cualquier familiar pueda ir adonde quiera.
¿Lo que debe un pandillero no se le cobra a su familiar?
Mirá, te has metido en temas más profundos que todavía no se han discutido, y estás queriendo sacar una exclusiva de temas que se nos pueden presentar más adelante. No podemos darte respuesta porque tiene que haber una discusión profunda, tiene que haber un consenso de la gente y un acuerdo, porque más adelante esto también nos puede servir. O sea... ya me metiste en algo, y te digo que estos temas también pueden ser negociables, ¿va? Y le vamos a poner: "Esta es idea de El Faro", jajaja (todos ríen).
Jaja. Ok. Mirá, Adam Blackwell, secretario de seguridad de la OEA, dice que se está discutiendo ahora mismo la posibilidad de que haya más entregas de armas. ¿Es cierto?
En su momento ustedes sabrán lo que se va a hacer público.
Eso suena a un sí.
En su momento sabrán lo que se puede hacer público.
Fuente original: El Faro
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