Por Ofraneh
En
la comunidad Garífuna de Giriga (Santa Fe, Colón), el pasado 20 y 21 de
febrero se reunieron representantes de nueve radio comunitarias
integradas en la Red de Radios Comunitarias Garifunas "Hamalali Garinagu",
con el propósito de analizar el trabajo que vienen realizando, además
de la grave crisis por la cual atraviesa Honduras y las consecuencias
que representa la actual crisis para nuestro pueblo.
Las
comunidades Garífunas más allá del conocido problema del éxodo masivo
de menores de edad y jóvenes que se suscitó el año pasado, vienen
enfrentando una acelerada desterritorialización promovida por
empresarios turísticos, empresas extractivas y en la última década la
apropiación por parte del crimen organizado de la costa norte de
Honduras.
Una
de las funciones primordiales de las radios es el aglutinamiento y
fortalecimiento cultural, ante la estrategia de homogeneización cultural
promovida por el Estado de Honduras a través de los medios de
comunicación masivos. Al mismo tiempo que han servido de baluarte en la
defensa del territorio Garífuna.
La Red de Radios Comunitarias Garífunas "Hamalali Garinagu"
ha venido surgiendo en las últimas dos décadas con el apoyo de la
OFRANEH, no obstante las radios son netamente comunitarias y responden
el mandato del pueblo sin injerencias exógena alguna.
A
raíz del golpe de estado del año 2009, se inició una ofensiva para
destruir nuestra red de radios comunitarias. La quema de la emisora
Faluma Bimetu en enero del año 2010 y la ausencia de una investigación
fehaciente sobre los hechos, marcó lo que podemos denominar una guerra
contra la defensa territorial. Faluma Bimetu desde 1995 ha venido
desempañando un papel clave para frenar las usurpaciones en Triunfo de
la Cruz y ha servido de paradigma para las restantes comunidades
Garífunas que han visto su territorio desaparecer a manos de
políticos-empresarios de corte neoliberal, implicados en el lucrativo
negocio de la piratería territorial.
Es
en el año 2013 cuando la administración Lobo emprendió una supuesta
reforma para socavar las raídos comunitarias existentes, repartiendo
licencias a iglesias, oneges e individuos allegados al régimen. Con la
publicación del 3 de agosto de 2013, del inconsulto Reglamento de
Servicios de Difusión con Fines Comunitarios, las autoridades del
Consejo Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) van dando lugar a un
cerco jurídico, en un país donde después del golpe a la Corte
Constitucional perpetrado por el Congreso Nacional (12-12-12), dejo de
existir la independencia de poderes.
Las
demandas interpuestas ante el Sistema Interamericana de Justicia por
las comunidades Garífunas con el acompañamiento de la OFRANEH, en
relación entre otras a los despojos territoriales y el desconocimiento
al Derecho a la Consulta, Previa, Libre e Informada (CPLI), y el derecho
al territorio marítimo, han suscitado un enorme malestar entre la elite
de poder del país, los que están acostumbrados a la manipulación
política y económica y en último caso a la violencia, para imponer el
desastre en que han sumido a Honduras.
La
reunión en Giriga sirvió para fortalecer la Red y crear una estrategia
de defensa ante el inminente cierre de nuestras radios con que viene
CONATEL amenazando para amordazar la voz de nuestro pueblo.
Para
el pueblo Garífuna, la transmisión de conocimiento tradicional es
esencialmente oral, de ahí que la radios se han convertido
paulatinamente en un instrumento de fortalecimiento cultural y político.
Para el actual gobierno, el que viene promoviendo la subasta de nuestro
territorio y el país en retazos, las Red de Radios Comunitarias
Garífunas se ha convertido en un obstáculo sin precedentes para las
ciudades modelo (ZEDE), entrega de la plataforma marítima, y de los
bienes comunes en general.
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