El papa Francisco ha dado su consentimiento para que se levante la suspensión a divinis, que le impedía entre otras cosas dar misa, del sacerdote y exministro de Exteriores de Nicaragua, Miguel D'Escoto Brockmann, de 81 años, informó Radio Vaticano.
El religioso, que pertenece a la Congregación misionera Maryknoll, había sido suspendido por Juan Pablo II en 1984 tras su entrada en el gobierno sandinista de Nicaragua, como canciller de la Revolución.
El religioso, que pertenece a la Congregación misionera Maryknoll, había sido suspendido por Juan Pablo II en 1984 tras su entrada en el gobierno sandinista de Nicaragua, como canciller de la Revolución.
Por su parte, el padre Miguel D’Escoto afirmó que cuando fue suspendido prefirió desobedecer la ley de la Iglesia antes que traicionar su conciencia, a su pueblo y a la Revolución Popular Sandinista. "Queridos compañeros y compañeras, mi sacerdocio siempre ha sido de ustedes y para ustedes", manifestó frente a medios locales.
El religioso rememoró que fue ordenado como sacerdote un 10 de junio de 1961, sin embargo, al entrar al gobierno sandinista, fue suspendido del Ministerio de Dios por el Vaticano, sin poder oficiar la Santa Misa desde entonces.
"El 5 de enero de 1985, cuando estábamos en plena defensa de los derechos de Nicaragua con Estados Unidos en la Corte Mundial, yo recibí la instrucción de que si no me retiraba en 15 días del gobierno sandinista, ipso facto quedaría suspendido a divinis", recordó el padre.
Viviendo siempre a disposición de la Revolución Sandinista
"Para serles franco, yo lloré con esa noticia, no tanto por mí, sino por lo pequeña que se iba a ver mi iglesia", relató el ex canciller de Nicaragua y ex Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El Padre Miguel 'D Escoto historió que en aquel entonces, por más que quisiera, no pudo obedecer la instrucción de Roma, en relación a dejar la revolución, puesto que sería "como traicionar a mi pueblo, traicionar sus legítimas aspiraciones y derechos", indicó.
Además, sostuvo el padre, "sería traicionar a la Revolución Popular Sandinista, a nuestros héroes y mártires, a Daniel (Ortega), a todos los compañeros y compañeras que estábamos en la lucha".
Sostuvo que fue Dios quien le dio la gracia de poder cargar su suspensión sin ningún rencor ni remordimiento, y siempre "con mucho amor a la Iglesia", aunque no celebrando la Santa Misa, pero sí viviendo una Espiritualidad Eucarística, "es decir, viviendo siempre a disposición de la revolución y en defensa del pueblo", destacó.
D'Escoto, quien inició su colaboración con el Frente Sandinista de Liberación Nacional a través del Comité de Solidaridad con los Estados Unidos en 1975, manifestó estar muy contento al poder volver a celebrar la misa.
Su primera misa espera celebrarla con el Cardenal Miguel
Según
Radio Vaticana, D'Escoto escribió una carta al papa Francisco para
expresarle su deseo de volver a celebrar la Eucaristía "antes de morir".
El pontífice argentino aceptó la revocación de la "suspensión a divinis" y pidió al superior general de la congregación que siguiese el proceso de reintegración del sacerdote nicaragüense.
El pontífice argentino aceptó la revocación de la "suspensión a divinis" y pidió al superior general de la congregación que siguiese el proceso de reintegración del sacerdote nicaragüense.
El excanciller anunció que hace algunos meses atrás, le manifestó sus deseos al Cardenal Miguel Obando y Bravo de poder celebrar por primera vez la misa con él.
"Yo le dije, Cardenal, si algún día esto se da, antes de que yo me muera, quiero celebrar mi primera eucaristía con usted, y que me ayude, porque ya se me está olvidando todo, porque en aquel tiempo yo la celebraba (la misa) en latín", refirió entre risas.
"Yo le dije, Cardenal, si algún día esto se da, antes de que yo me muera, quiero celebrar mi primera eucaristía con usted, y que me ayude, porque ya se me está olvidando todo, porque en aquel tiempo yo la celebraba (la misa) en latín", refirió entre risas.
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