Más de 300 líderes campesinos han sido asesinados en Colombia en 2015, mientras que otros siete mil han sido encarcelados, según datos del vocero nacional de Marcha Patriótica y defensor de DDHH, Andrés Gil.
Un estudio del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) arrojó que apenas el 6,3 por ciento del área rural en Colombia es destinada para cultivos agrícolas y el 93 por ciento es usada para otras actividades como la ganadería.
En menos de dos semanas dos campesinos de ese país han perdido la vida. Miller Bermeo Acosta, de 20 años, murió el pasado jueves tras recibir impactos de bala por parte del Ejército colombiano. El hecho se registró en el corregimiento El Mango, zona rural de Argelia (Cauca).
El reconocido defensor de derechos humanos en Colombia y líder social Daniel Abril, fue asesinado el 13 de noviembre en Trinidad (Casanare) en manos de paramilitares. Se había destacado por sus posiciones a favor de las comunidades de las zonas de influencia de la industria petrolera y la protección de los recursos naturales de la región.
El líder y consejero de la Asociación de Cabildos Indígenas del norte del Cauca (suroccidente de Colombia), Feliciano Valencia, fue objeto de un atentado la noche del pasado lunes en el lugar donde injustamente permanece encarcelado. Valencia se ha destacado por defender y visibilizar los derechos indígenas.
El defensor de Derechos Humanos de ese país, Fabián Laverde, en una entrevista exclusiva para la web de teleSUR, explicó varios elementos importantes para entender el problema.
“El primero, una negativa por parte del Gobierno nacional en reconocer que existe paramilitarismo. Segundo, hay negligencia absoluta frente a las denuncias que desde el movimiento social realizamos en cuanto a las situaciones de amenazas y en las acciones concretas contra nuestros habitantes de estos territorios”, manifestó.
La mayoría de estos líderes campesinos e indígenas son perseguidos, desaparecidos y asesinados por denunciar la explotación, el saqueo de los recursos naturales y la contaminación que provocan las empresas transnacionales en sus regiones.
Un estudio del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) arrojó que apenas el 6,3 por ciento del área rural en Colombia es destinada para cultivos agrícolas y el 93 por ciento es usada para otras actividades como la ganadería.
En menos de dos semanas dos campesinos de ese país han perdido la vida. Miller Bermeo Acosta, de 20 años, murió el pasado jueves tras recibir impactos de bala por parte del Ejército colombiano. El hecho se registró en el corregimiento El Mango, zona rural de Argelia (Cauca).
El reconocido defensor de derechos humanos en Colombia y líder social Daniel Abril, fue asesinado el 13 de noviembre en Trinidad (Casanare) en manos de paramilitares. Se había destacado por sus posiciones a favor de las comunidades de las zonas de influencia de la industria petrolera y la protección de los recursos naturales de la región.
El líder y consejero de la Asociación de Cabildos Indígenas del norte del Cauca (suroccidente de Colombia), Feliciano Valencia, fue objeto de un atentado la noche del pasado lunes en el lugar donde injustamente permanece encarcelado. Valencia se ha destacado por defender y visibilizar los derechos indígenas.
El defensor de Derechos Humanos de ese país, Fabián Laverde, en una entrevista exclusiva para la web de teleSUR, explicó varios elementos importantes para entender el problema.
“El primero, una negativa por parte del Gobierno nacional en reconocer que existe paramilitarismo. Segundo, hay negligencia absoluta frente a las denuncias que desde el movimiento social realizamos en cuanto a las situaciones de amenazas y en las acciones concretas contra nuestros habitantes de estos territorios”, manifestó.
La mayoría de estos líderes campesinos e indígenas son perseguidos, desaparecidos y asesinados por denunciar la explotación, el saqueo de los recursos naturales y la contaminación que provocan las empresas transnacionales en sus regiones.
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