miércoles, 8 de junio de 2011

Estados Unidos contra PDVSA potencia el imaginario eje del mal

Foto encuentronortesur.wordpress.com
Por Lucía Berbeo - Radio La Primerísima

Luego de la medida anunciada por Estados Unidos de impedir a PDVSA el acceso a contratos con esa administración, así como el financiamiento para importar y exportar, con el argumento de que Venezuela ayuda a Irán con sus proyectos energéticos, han sido las diversas reacciones que se han originado en el ámbito nacional e internacional.
Es por ello que se consultó al experto en estudios internacionales sobre América Latina, Magíster en Desarrollo Internacional, y editor de Kaos en la Red, el español Aníbal Garzón, quien efectuó un balance sobre sus implicaciones y los intereses que tiene el gobierno norteamericano en el país. 

- ¿Cómo puede ser analizada las sanciones de EEUU contra Venezuela por el hecho de vender combustible a Irán, que por cierto no tiene nada que ver con ningún problema nuclear?

-Las sanciones de Estados Unidos se deben analizar más allá del contexto bilateral entre Venezuela y los Estados Unidos. Debemos recordar que la sanción no solamente nombró a PDVSA sino también a 6 empresas más, "PCCI" con sede en Jersey/Irán; "Royal Oyster Group" radicada en los Emiratos Árabes Unidos; "Speedy Ship", localizada en los Emiratos y en Irán; "Tanker Pacific", de Singapur; "Ofer Brothers Group", de Israel, y "Associated Shipbroking", radicada en Mónaco. Algunas de estas empresas son ubicadas en países de amistad íntima con Estados Unidos, como Israel o los Emiratos Árabes. Lo que sucede es que los titulares de las grandes corporaciones crearon el morbo solamente presentando la idea de que “Estados Unidos sanciona a la empresa estatal PDVSA por negocios con Irán”. Aquí la verdadera intención mediática es volver a potenciar el imaginario del eje del mal, y las relaciones de Venezuela con Irán. Es una estrategia mediática.

- James Petras ha manifestado que lo interesante de esta medida de Washington es que no tiene ningún seguidor en América Latina, ni en Asia ni en ninguna parte entonces es una expresión del aislamiento, la falta de una política que pueda fortalecer la posición diplomática de Estados Unidos. En vez de eso, muestra la debilidad. ¿Qué tienes que decir al respecto?


- Yo creo que para nada es cuestión de debilidad, muy al contrario, es cuestión de que Estados Unidos sigue reproduciendo su poder de injerencia en la comunidad internacional. Recordemos que sobre el bloqueo de los Estados Unidos a Cuba, endurecido con la Ley Helms Burton y Ley Torricelli en los años 90, en la última Asamblea General de la ONU 187 países votaron en contra de esa injerencia y solamente 2 a favor, Estados Unidos e Israel, además de 3 abstenciones, la Islas Marshall, Micronesia y Palau. Aún esta mayoría más que absoluta contra el bloqueo de Cuba esta restricción, que viola todos los principios internacionales, continua vigente. A Estados Unidos no la veo tan sola. Recordemos que Francia, el Reino Unido, y más países europeos han dado todo el apoyo a Norteamérica en la guerra de invasión a Libia. Puede ser que China, Rusia, países de América Latina, estén reestructurando la correlación de fuerzas del sistema-mundo, e incluso que Estados Unidos y Europa tengan algunas divergencias, pero Washington continúa teniendo bien atado a muchos terceros países con sus estrategias imperiales.

-La polarización sobre las sanciones va a fortalecer la posición electoral de la reelección de Chávez para los próximos comicios del 2012, lo diste a entender en uno de tus recientes trabajos investigativos publicado en Kaos.


- Todavía queda más de un año para las elecciones presidenciales y pueden pasar muchas cosas. Lo que quiero dar a entender es que hay dos variantes de espacio en la política de un país, el nacional y el internacional. Mientras los problemas de una variante crecen los de la otra se reducen, es decir, si en un estado existen conflictos internacionales agudos puede dejar en segundo espacio los problemas internos. Recordemos otra vez el caso de Cuba. 
Todo y sus problemas económicos, la entrada de la dolarización, cierta creación de clases sociales – de consumo no de producción -, tras la caída de la Unión Soviética y el bloque del este, el endurecimiento del bloqueo de los Estados Unidos generó un ambiente en la sociedad cubana mas allá de sus fronteras, se potenció el espíritu nacionalista martiano, como recogió la reforma constitucional de 1992, el carácter más profundo del antiimperialismo y sobre todo la resistencia unida contra cualquier injerencia. En otros casos como la Primera Guerra Mundial, gran parte de los comunistas y trabajadores se olvidaron del internacionalismo de la II Asociación Internacional Comunista y obreros franceses y prusianos (Alemania, Austria) batallaron entre ellos en beneficio de las burguesías. Con esto vengo a decir que el nacionalismo puede contener un poder de unión en la comunidad social. Así, todo y tener Venezuela sus contradicciones internas, además de sus debates dentro de la izquierda y más ahora con la nueva relación con el gobierno colombiano, pueden reducirse si resalta la dialéctica internacional entre las injerencias del imperio estadounidense y la independencia y el antineoliberalismo que pretende construir el gobierno chavista. Me acuerdo de una frase que me citó un cubano; “no soy comunista, soy fidelista”, y venía a decir que apoya la Revolución Cubana contra la dominación yankee, esa es la principal unidad del pueblo cubano. Veremos como corre esa dinámica en Venezuela durante el 2012 y las elecciones presidenciales de diciembre de ese año.

-¿Por qué considera que la estrategia imperialista de los Estados Unidos es de lo más inútil, y sus planteamientos neoliberales sólo juegan con la dimensión económica y dejan de lado el impacto político que contiene?


- Creo que la estrategia bélica imperialista de los Estados Unidos-llamada Hard Power- no ha tenido una renovación, como si lo ha hecho la estrategia imperialista china o europea. Estados Unidos ha perdido mucha credibilidad y se ha ganado grandes enemigos en la comunidad internacional principalmente buscando sus intereses económicos. Para ellos la estrategia de ocupación, con altos ingresos a la industria armamentística, sigue siendo la válida, caso de Irak, Libia, Afganistán. Mientras Europa ha dejado de lado ese mecanismo, posiblemente por sufrir dos guerras mundiales la opinión europea no da un buen ver a la estrategia armamentística, y ha pasado a ejercer un control más diplomática – Sofá Power-. China actualmente por ejemplo se dice que es el principal inversor en África, el continente olvidado, y no ha ido a invadir con armas sino con capital como instrumento de control. En estas dos formas de control, la bélica o la diplomática, el impacto político es muy diferente. Por ejemplo, en América Latina, un representante de la República Popular de China o de la Unión Europea no es mal etiquetado, mientras uno de Estados Unidos rápidamente genera resistencias en la población. En Bolivia, en la ciudad combativa de El Alto, en el departamento de La Paz, fueron expulsados los cooperantes gringos de la USAID por la mala imagen de los intereses del imperio y constantemente hay manifestaciones frente a la embajada gringa, pero las cooperaciones europeas, chinas, japonesas, que también tiene sus intereses económicos y políticos, son bien etiquetados por la población civil por que han sabido utilizar la imagen demagógica de estar ahí por la unidad de los pueblos por encima de las injerencias diplomáticas que utilizan, y menos aún no han ido con armas de invasión.

-Aún vas más allá y calificas a los norteamericanos de tontos y les agradeces por devolver la unidad al pueblo venezolano.


- Mejor dicho no a los norteamericanos, sino al gobierno. Como comenté en la anterior pregunta se pudo observar la “Marcha Roja-Rojita” que se celebró en las calles de Caracas apoyando al gobierno venezolano contra esa decisión del imperio. Analizando el portal contrainformativo donde colaboro como editor, www.kaosenlared.net, muchos de los autores que escribieron criticando duramente a Chávez, incluso pidiendo la dimisión del ministro de Comunicación Andrés Izarra y el canciller Nicolás Maduro, y algunos incluso argumentando que ya no apoyarían al gobierno venezolano por sentirse traicionas, tras el anuncio de Estados Unidos sobre PDVSA varios de estos autores empezaron a escribir contra el imperio y la unidad del pueblo venezolano, incluso afirmaron al ir a la “Marcha Roja-Rojita” que el mismo Maduro lideraba. Así, en esos momentos muchos venezolanos que criticaron duramente la entrega del periodista sueco Becerra por parte del gobierno de Chávez al Presidente colombiano Santos se olvidaron por un momento de lo sucedido volviendo a renacer el carácter de unión antiimperialista.

-Cuál es la obsesión del imperio norteamericano con Venezuela, por una parte se dice que están detrás del petróleo, por otro que ya no la puede controlar como ocurría durante la Cuarta República. ¿Qué hay detrás?


- Creo que la principal obsesión de Estados Unidos no es el comercio bilateral del petróleo de Venezuela en sí, recordando que los dos países tienen una buena relación comercial, donde PDVSA exporta miles de barriles diarios a EEUU. Incluso las últimas sanciones no impiden la exportación de petróleo de Venezuela a Estados Unidos, simplemente restringe realizar contratos conjuntos entre los dos países o recibir subvención en la exportación. Todavía Venezuela y Estado Unidos, con todo el siglo XX detrás con buenas relaciones bilaterales y más aún en el comercio del petróleo, mantiene mucha dependencia económica.

El problema principal es donde van las ganancias de la venta de petróleo de Venezuela. Con los proyectos integracionistas y de índole antimperialista que lidera Venezuela, como el ALBA-TCP, el Banco del Sur, UNASUR, Petrocaribe, etc, se generan resistencias a los planes neoliberales de Washington. Por ejemplo, Bolivia, Ecuador, Honduras antes del golpe de Estado, por sus buenas relaciones con Venezuela y los nuevos organismos integracionistas pueden reducir su comercialización con Estados Unidos y el sometimiento a sus directrices. Así, los ingresos del petróleo de Venezuela da poder al gobierno chavista para crear unificaciones con gobiernos de Latinoamérica que seguidamente genera un escape regional del control de los Estados Unidos. Por ejemplo, Bolivia lleva muchos proyectos financiados por Venezuela, gracias a sus ingresos petrolíferos, como el programa “Bolivia Cambia, Evo Cumple”. Con esta posibilidad hace que la economía boliviana dependa cada vez menos de las transnacionales norteamericanas y genere así resistencias a la dominación imperial. Por eso, a los Estados Unidos le molesta la función que hace el petróleo venezolano de integración latinoamericana y rompa, en medidas, el dominio histórico colonial de centro-periferia.

- Tú estás ahora en La Paz, Bolivia, qué se dice allí del tema.


- En Bolivia hubo una manifestación de protesta, tras el anuncio del gobierno norteamericano sobre PDVSA, donde más de un centenar de personas se concentró frente a la Embajada de los Estados Unidos. Eso no quiere decir que fue positivo del todo. La gente que se manifestó conoce la importancia sobre la solidaridad entre Bolivia y Venezuela contra las injerencias del imperio, pero recordemos que La Paz tiene más de un millón de personas. En definitiva la manifestación no fue del todo masiva. En Bolivia conocen bien las injerencias de los Estados Unidos, por eso ha habido un sin fin de manifestaciones de bolivianos y bolivianas frente a la Embajada, incluso se expulsó al embajador Philip Golberg por estar detrás del golpe de Estado cívico-militar de Pando contra el gobierno de Evo Morales en septiembre de 2008. Seamos críticos. En Bolivia hay un sector amplio de la población civil que por problemas de mala información no ve con buenos ojos la relación Chávez-Evo. La prensa de derechas constantemente hace contrainfromación presentando a Chávez como el jefe de Evo, y eso no es verdad, hay una relación horizontal de amistad de los pueblos. El problema es que muchos de los proyectos que financia Venezuela en beneficio del pueblo boliviano no se transmite esa información. Un boliviano ve con mejores ojos a un español o italiano, por que los proyectos de cooperación que hacen son publicitados sobre quien los financia, en el caso de Venezuela hay silencio, y eso no hace frente a la desinformación. En esta estrategia de comunicación han sido más inteligentes los cubanos que en todas las misiones educativas, sanitarias, que realizan en Bolivia es vista la presencia de la bandera de Cuba para transmitir que el gobierno de Cuba financia ese proyecto. Venezuela y Bolivia deben hacer buen trabajo comunicativo en su amistad recíproca de cooperación para unificar más a los pueblos latinoamericanos contra el enemigo común, Estados Unidos.

- Otro de los temas que ha estado en la palestra pública en la entrega por parte de Venezuela del guerrillero de las FARC Guillermo Enrique al gobierno colombiano, cuál es su apreciación sobre esto.


Sobre la entrega del gobierno venezolano al ejecutivo colombiano de Guillermo Enrique Torres, conocido como el “músico de las guerrilla de las FARC”, se ha puesto otra vez sobre la mesa la disputa y el debate en la izquierda venezolana. Parecía que el debate conflictivo sobre la detención y entrega de Becerra se disolvió tras el anuncio de Estados Unidos de sancionar a PDVSA, pero con esta detención de Torres el conflicto ha renacido, en la izquierda nacional e internacional. Parece que Santos esta siendo mucho más inteligente que el ex presidente Álvaro Uribe. Santos, asesorado por personalidades del gobierno del ex presidente inglés Tony Blair, con la tesis de la “Tercera Vía”, ha hecho un cambio en el gobierno colombiano, pasar de la estrategia bélica de Uribe y como copia de la que utiliza Estados Unidos – Hard Power – a la estrategia diplomática que utiliza Europa – Soft Power. Uribe nunca aceptó la existencia en Colombia de conflicto armado, sino para él las FARC y el ELN eran “simples terroristas”, mientras Santos ha confirmado que hay conflicto, subrayando así la existencia de otros actores armados además del ejército. También Santos se ganó popularidad al ser mediador en el conflicto de Honduras y la vuelta de Zelaya al país. Estas acciones han conseguido dos objetivos, uno es que Colombia sea aceptada en toda la comunidad latinoamericana, reestableciendo las relaciones con Ecuador, rotas desde la injerencia de Colombia tras el asesinato de Raúl Reyes en marzo de 2008, y Venezuela. Manteniendo Colombia buenas relaciones con los dos gobiernos fronterizos puede así controlar fronteras para mantener en alerta a las guerrillas. Y otra es que el sector demócrata de los Estados Unidos con la buena imagen de Santos apruebe un Tratado de Libre Comercio con Colombia, que era bloqueado por las barbaridades informativas del terrorismo de estado que ejecutaba Uribe.

Venezuela parece que ha caído en el juego de Santos, posiblemente el imaginario existencial de Chávez de unir a todos los pueblos de Latinoamérica no llega a percibir los intereses del gobierno de cada pueblo. Recordemos que el gobierno colombiano, con un conflicto de casi 50 años, ha reprimido a su pueblo, con millones de desplazados, miles de asesinados por el ejército con los falsos positivos – estrategia que lideró Santos como Ministro de Defensa-, la masacre de la Unión Patriótica, Santos simplemente está haciendo un buen teatro inteligente para obtener la cooperación de Chávez en su lucha contra la guerrilla, pero Chávez debe saber que Colombia sigue siendo la Israel de Latinoamérica, el brazo derecho de los Estados Unidos con sus 7 bases militares norteamericanas.

Dicen que el “cantante” de las FARC una vez extraditado por Venezuela a Colombia, puede ser entregado a los Estados Unidos, esa estrategia que puede llevar a cabo Santos es de gran inteligencia por que desprestigiaría todavía más a Chávez al ser el pilar inicial de todo este proceso de extraditación, y generaría grandes rupturas en la izquierda venezolana e internacional, es decir, volviendo al inicio, la dialéctica nacional y las contradicciones del proceso venezolano se agudizarían por encima de la contradicción entre Venezuela y el imperio Yankee. Todo es un juego de cartas, y Chávez debe analizar bien la partida sino quiere perderla. 

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