En una carta abierta que dirigió a su par de Estados Unidos Barack Obama con motivo de la llegada a Montevideo de seis ex detenidos en el campo de concentración norteamericano en Guantánamo, el jefe de Estado uruguayo José Mujica pidió la liberación del líder independentista portorriqueño Óscar López Rivera.
Mujica reclamó también la puesta en libertad de Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Gerardo Hernández, los antiterroristas cubanos presos injustamente en Estados Unidos desde hace dieciséis años acusados de espionaje, y el cese inmediato del bloqueo que Washington mantiene contra la isla socialista desde hace más de medio siglo.
López Rivera, recuerda el presidente uruguayo, “es un luchador independentista portorriqueño de setenta años, preso político en Estados Unidos desde hace más de treinta años, doce de los cuales en celda de aislamiento”. Mujica ya había clamado por su libertad en oportunidades anteriores.
“Estamos seguros de que estas demandas insatisfechas abrirían amplias avenidas a un proceso de paz, entendimiento, progreso y bienestar para todos los pueblos que habitan aquella zona crucial de nuestra América”, señaló.
Refiriéndose a los seis ex detenidos en Guantánamo (un tunecino, un palestino y cuatro sirios) que llegaron a Montevideo como “hombres libres” en la madrugada del domingo tras haber pasado más de una década presos en condiciones infrahumanas, sin proceso y en condiciones de aislamiento, dijo que Uruguay les ofreció su hospitalidad en tanto “seres humanos que sufrían un atroz secuestro”.
La razón ineludible es humanitaria, subrayó.
“Formamos parte del mundo de los asaltados heridos. Pertenecemos a la inmensa mayoría de la Humanidad. No debemos ni queremos olvidar ni perder ese punto de vista para mirar las crudas realidades, por desgracia tan numerosas como crueles, que hoy golpean a gritos en la puerta de millonarias conciencias”, subrayó el presidente uruguayo.
López Rivera, recuerda el presidente uruguayo, “es un luchador independentista portorriqueño de setenta años, preso político en Estados Unidos desde hace más de treinta años, doce de los cuales en celda de aislamiento”. Mujica ya había clamado por su libertad en oportunidades anteriores.
“Estamos seguros de que estas demandas insatisfechas abrirían amplias avenidas a un proceso de paz, entendimiento, progreso y bienestar para todos los pueblos que habitan aquella zona crucial de nuestra América”, señaló.
Refiriéndose a los seis ex detenidos en Guantánamo (un tunecino, un palestino y cuatro sirios) que llegaron a Montevideo como “hombres libres” en la madrugada del domingo tras haber pasado más de una década presos en condiciones infrahumanas, sin proceso y en condiciones de aislamiento, dijo que Uruguay les ofreció su hospitalidad en tanto “seres humanos que sufrían un atroz secuestro”.
La razón ineludible es humanitaria, subrayó.
“Formamos parte del mundo de los asaltados heridos. Pertenecemos a la inmensa mayoría de la Humanidad. No debemos ni queremos olvidar ni perder ese punto de vista para mirar las crudas realidades, por desgracia tan numerosas como crueles, que hoy golpean a gritos en la puerta de millonarias conciencias”, subrayó el presidente uruguayo.
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