23 redes, movimientos y organizaciones de América Latina y el Caribe, acompañados por once organizaciones colombianas terminaron este martes 6 de agosto en Bogotá, capital de Colombia, la I Asamblea de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de América Latina y el Caribe.
- Lea Declaración Final
Además de dar continuidad al enriquecimiento del concepto de Soberanía Alimentaria y la lucha por la misma, la jornada se realizó con especial interés en apoyar a las organizaciones sociales y al pueblo de Colombia que buscan una salida definitiva y con justicia social al conflicto armado, a los desplazamientos de millones de campesinas y campesinos, de indígenas y afrodescendientes, y al conflicto ambiental actual en ese país suramericano.
Con una trayectoria de más de once años que incluye la participación en Conferencias Especiales sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural, consultas sobre directrices para el uso y la propiedad de tierras, bosques y ecosistemas marinos, entre otros escenarios pero también de movilización y construcción unitaria popular, la Alianza sintetiza los debates y las articulaciones que dieron origen a la discusión mundial de la Soberanía Alimentaria.
Para Francisca Rodríguez, integrante de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo -CLOC Vía Campesina- “todo ese tránsito contribuyó para fortalecer nuestras alianzas, construir confianzas y propuestas”. “Como avance cualitativo de este proceso, el reto actual consiste en profundizar la acumulación de fuerzas populares para nuestra soberanía”.
Por su parte, Tatiana Roa, integrante del Comité Ejecutivo de Amigos de la Tierra Internacional, y coordinadora de CENSAT agua Viva, afirmó que “la Alianza consolidada hoy constituye una confluencia de redes y movimientos regionales y subregionales que se propone ser una fuerza de unidad de los pueblos que luchan por la Soberanía Alimentaria, como elemento sustancial en la construcción de un nuevo modelo de sociedad basado en el Buen Vivir y la Soberanía Popular”.
Los más de 50 delegados internacionales de organizaciones campesinas, indígenas, afrodescendientes, de pescadores, de mujeres, jóvenes, asalariados rurales, ambientalistas y productores agroecológicos, como sujeto colectivo presentaron el compromiso de llevar adelante la lucha por la Soberanía Alimentaria asumiéndola como principio, visión, legado, derecho y deber construido por los Pueblos, y fortalecer la Alianza como plataforma aglutinadora y propuesta para la sociedad en su conjunto.
Los debates de los dos días de trabajo resaltaron la necesidad de la defensa de los territorios y la biodiversidad como condición necesaria para enfrentar el acaparamiento, la explotación a gran escala, el extractivismo y la privatización de los bienes comunes. En consecuencia, y como propuesta para la construcción de alternativas al modelo de desarrollo capitalista, la Agroecología se presenta como modo de vida que recupera lo perdido, una conexión con los saberes ancestrales y una fuerza que rescata los mercados locales como parte fundamental de preservar los valores y saberes comunitarios.
En palabras de Carlos Vicente, miembro de la organización GRAIN, la alimentación no es una mercancía sino un Derecho Humano reconocido por los Estados a partir de diversos instrumentos jurídicos internacionales.
El cierre de la Asamblea estuvo marcado por la reiteración del compromiso conjunto por seguir fortaleciendo la Alianza y alimentarla con la integración de nuevas articulaciones frente al agotamiento de un modelo de desarrollo que sobre la base del extractivismo en sus diferentes formas marca la continuidad de siglos de despojo y exterminio.
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