Con Carmen Ríos – Presidenta de ANAIRC
por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
Aunque se habla muy poco de la presencia de las mujeres en la lucha de la Asociación Nicaragüense de Afectados por Insuficiencia Renal Crónica (ANAIRC), organización afiliada a la UITA, el papel de las viudas a lo largo de este año de protesta en Managua, ha sido muy significativo y cargado de mucho simbolismo. Ellas representan la demanda digna de las mujeres que han quedado solas ante la Nicaragua Sugar Estates Ltd, propietaria del Ingenio San Antonio e integrante del Grupo Pellas, a quien responsabilizan por la muerte de sus maridos.
En ocasión de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Sirel conversó con Carmen Ríos, presidenta de la ANAIRC.
-¿Cuál ha sido la importancia de la presencia de las mujeres en esta larga lucha de la ANAIRC?
-Ha sido una experiencia muy importante y muy difícil al mismo tiempo. Como mujeres y viudas hemos sentido muchas veces el desprecio de los hombres y de las propias mujeres que pasan por el campamento, mirándonos como si fuéramos algo raro solo por el hecho de estar aquí resistiendo y luchando, en lugar de estar en nuestra casa.
Sin embargo, esta experiencia nos hizo crecer mucho en nuestra condición de mujer. Hemos sentido crecer nuestro valor y valentía, y somos un ejemplo de lucha ante el mundo y ante nuestros propios hijo e hijas.
Hemos demostrado que podemos luchar por una reivindicación social y responder a la grande responsabilidad que nuestros maridos nos han dejado al fallecer.
-¿Cuáles han sido las mayores dificultades a las que se han enfrentado las viudas a lo largo de este año?
-Se habla muy poco de nosotras, pero hay que recordar que por cada ex trabajador del Ingenio San Antonio fallecido, y ya son casi 3.700, hay una mujer que ha quedado sola y que debe seguir luchando por sus derechos y por su familia.
Pasamos a ser invisibles y para sobrevivir muchas de nosotras han tenido que buscar como seguir adelante, haciendo los trabajos más humildes o ingresando a trabajar en los cañaverales.
En este sentido, estamos demostrando que sí se puede defender un derecho, que no somos escorias, ni “las pobres viuditas solas”, que podemos salir de la oscuridad, amparadas en la ley que nos otorga el derecho a reivindicar lo que nos deben.
-¿Las viudas se sienten parte integrante de esta demanda ante la empresa?
-Por supuesto. Pedimos que se nos indemnice porque nuestros maridos fallecieron en los cañaverales, porque tenemos que llevar adelante a nuestra familia, porque tenemos el derecho a una vida digna. Y aunque hay viudas que ya volvieron a formar un nuevo hogar, eso no exime a la empresa de los daños que ha causado en el pasado.
-¿Cómo van a conmemorar las mujeres de la ANAIRC esta importante fecha del 8 de Marzo?
-Lamentablemente hubiéramos querido conmemorarlo con algunas actividades que enfocaran el significado de nuestra presencia en Managua, pero la escasez de recursos nos obliga a privilegiar otro tipo de gasto, como por ejemplo los alimentos.
En ocasión de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Sirel conversó con Carmen Ríos, presidenta de la ANAIRC.
-¿Cuál ha sido la importancia de la presencia de las mujeres en esta larga lucha de la ANAIRC?
-Ha sido una experiencia muy importante y muy difícil al mismo tiempo. Como mujeres y viudas hemos sentido muchas veces el desprecio de los hombres y de las propias mujeres que pasan por el campamento, mirándonos como si fuéramos algo raro solo por el hecho de estar aquí resistiendo y luchando, en lugar de estar en nuestra casa.
Sin embargo, esta experiencia nos hizo crecer mucho en nuestra condición de mujer. Hemos sentido crecer nuestro valor y valentía, y somos un ejemplo de lucha ante el mundo y ante nuestros propios hijo e hijas.
Hemos demostrado que podemos luchar por una reivindicación social y responder a la grande responsabilidad que nuestros maridos nos han dejado al fallecer.
-¿Cuáles han sido las mayores dificultades a las que se han enfrentado las viudas a lo largo de este año?
-Se habla muy poco de nosotras, pero hay que recordar que por cada ex trabajador del Ingenio San Antonio fallecido, y ya son casi 3.700, hay una mujer que ha quedado sola y que debe seguir luchando por sus derechos y por su familia.
Pasamos a ser invisibles y para sobrevivir muchas de nosotras han tenido que buscar como seguir adelante, haciendo los trabajos más humildes o ingresando a trabajar en los cañaverales.
En este sentido, estamos demostrando que sí se puede defender un derecho, que no somos escorias, ni “las pobres viuditas solas”, que podemos salir de la oscuridad, amparadas en la ley que nos otorga el derecho a reivindicar lo que nos deben.
-¿Las viudas se sienten parte integrante de esta demanda ante la empresa?
-Por supuesto. Pedimos que se nos indemnice porque nuestros maridos fallecieron en los cañaverales, porque tenemos que llevar adelante a nuestra familia, porque tenemos el derecho a una vida digna. Y aunque hay viudas que ya volvieron a formar un nuevo hogar, eso no exime a la empresa de los daños que ha causado en el pasado.
-¿Cómo van a conmemorar las mujeres de la ANAIRC esta importante fecha del 8 de Marzo?
-Lamentablemente hubiéramos querido conmemorarlo con algunas actividades que enfocaran el significado de nuestra presencia en Managua, pero la escasez de recursos nos obliga a privilegiar otro tipo de gasto, como por ejemplo los alimentos.
No obstante, lo vamos a conmemorar con el silencio de nuestra dignidad y convicción, participando en actividades organizadas por organizaciones sindicales y de la sociedad civil que nos han apoyado en la lucha.
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