Foto Quimy De León |
Por Quimy De León | Prensa Comunitaria
Don Domingo Baltazar y don Rigoberto Juárez están detenidos injustamente, ellos son autoridades ancestrales de sus respectivos pueblos, de su pueblo q´anjob´al.
Cada vez es más frecuente enterarse a través de los medios de comunicación que se persigue y se encarcela injustamente a las personas que defienden sus derechos. Esto no es para nada nuevo, se ha utilizado como recurso para infundir temor a organizarse y para limitar la libertad de pensar, opinar y movilizarse de quienes están convencidos de que algo es injusto o para pedir el cumplimento de las obligaciones del Estado.
Cada vez es más frecuente enterarse a través de los medios de comunicación que se persigue y se encarcela injustamente a las personas que defienden sus derechos. Esto no es para nada nuevo, se ha utilizado como recurso para infundir temor a organizarse y para limitar la libertad de pensar, opinar y movilizarse de quienes están convencidos de que algo es injusto o para pedir el cumplimento de las obligaciones del Estado.
Esto es evidentemente una forma de represión estatal en defensa de un proyecto político, económico y social que termina por reprimir a la población que se niega a la construcción de un megaproyecto, la defensa de un bosque, una montaña o un río, el rechazo al alza de los precios de la energía eléctrica o de la canasta básica o simplemente expresar las ideas propias, por pensar pues.
Una de las formas de represión de las que hablo es la criminalización y judicialización. Esto quiere decir que se estigmatiza, se acusa, se persigue penalmente y se encarcela a quienes simplemente se oponen a estos proyectos, por considerarlos nocivos para la vida. Muchas veces la criminalización se hace en contra de dirigentes sociales, otras veces no. El mensaje para ambos casos es el mismo: “que nadie se atreva a seguir organizándose, a pensar, opinar y defender lo propio”. Quiero rescatar que esto ha sido ampliamente denunciado por las comunidades, por organizaciones sociales, columnistas y analistas, quienes han tratado de evidenciar no solamente la estrategia sino lo que está de fondo, lo que se mueve detrás y a quienes la impulsan.
Con estas estrategias se persigue defender los intereses económicos de las élites, de finqueros, empresarios entre otros, también profundizar el proyecto militar de control y miedo para controlar el territorio por medio del saqueo y el despojo. Y finalmente controlar, neutralizar y desarticular la lucha de resistencia comunitaria por la defensa del territorio, el descontento social, la disputa de ideas, el trabajo periodístico e intelectual, la justicia, la memoria histórica y el de defensa de los derechos humanos.
Una de las formas de represión de las que hablo es la criminalización y judicialización. Esto quiere decir que se estigmatiza, se acusa, se persigue penalmente y se encarcela a quienes simplemente se oponen a estos proyectos, por considerarlos nocivos para la vida. Muchas veces la criminalización se hace en contra de dirigentes sociales, otras veces no. El mensaje para ambos casos es el mismo: “que nadie se atreva a seguir organizándose, a pensar, opinar y defender lo propio”. Quiero rescatar que esto ha sido ampliamente denunciado por las comunidades, por organizaciones sociales, columnistas y analistas, quienes han tratado de evidenciar no solamente la estrategia sino lo que está de fondo, lo que se mueve detrás y a quienes la impulsan.
Con estas estrategias se persigue defender los intereses económicos de las élites, de finqueros, empresarios entre otros, también profundizar el proyecto militar de control y miedo para controlar el territorio por medio del saqueo y el despojo. Y finalmente controlar, neutralizar y desarticular la lucha de resistencia comunitaria por la defensa del territorio, el descontento social, la disputa de ideas, el trabajo periodístico e intelectual, la justicia, la memoria histórica y el de defensa de los derechos humanos.
1 comentario:
Idéntico en éste desgraciado pais, Honduras, en el que por desgracia tenemos que cohabitar.
Publicar un comentario