Por Giorgio Trucchi | Rel-UITA
Riopaila Castilla S.A. es una empresa agroindustrial colombiana que opera en el departamento del Valle del Cauca, al suroccidente del país. Dedicada a la producción y comercialización nacional e internacional de azúcar, miel y alcohol, actualmente lidera la producción de azúcar con el 22,7 por ciento del mercado de Colombia y la precarización laboral en el medio rural.
Entre sus principios corporativos, Riopaila Castilla S.A. destaca su honestidad, respeto, compromiso y lealtad. Sin embargo, los corteros de caña organizados en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Agropecuaria (Sintrainagro) aseguran ser víctimas de una constante y descarada intromisión para sabotear sus actividades y romper la unidad sindical.
Además, denuncian el irrespeto reiterado de la convención colectiva, la legislación laboral y los convenios internacionales, así como la desmejora salarial para los trabajadores con enfermedades profesionales que han sido reubicados.
La plaga del paralelismo sindical
“Quieren romper nuestra unidad”
“La situación sigue complicándose cada día más y la empresa ha arreciado su ofensiva contra la autonomía y la unidad sindical.
Trata de cooptar a dirigentes sindicales, impulsa la creación de sindicatos filopatronales y promueve campañas de desprestigio que fomentan la desafiliación”, dijo a La Rel Oscar Delgado, secretario general de la seccional Pradera del Sintrainagro.
Actualmente, en la empresa existen varios sindicatos. Después de una lucha larga y agotadora para obtener la contratación directa e indefinida, Sintrainagro ha logrado sentar a Castilla Cosecha S.A. -la filial de Riopaila Castilla S.A. encargada de las contrataciones-, y negociar un convenio colectivo.
“La empresa ha cooptado a nuestros antiguos compañeros para que conformaran otro sindicato. No solo han usurpado y profanado el nombre sagrado del Sinalcorteros, sino que se han prestado para ponerle techo a la negociación colectiva”, señaló Delgado.
“Pese a tanta persecución, a la campaña feroz contra Sintrainagro y a la compra de conciencias mediante dadivas y prebendas, los trabajadores se han mantenido firmes y siguen creyendo en nuestro proyecto. Vamos a derrotar los intentos divisionistas de la empresa y vamos a llegar a la próxima negociación más unidos que nunca”.
Reubicación laboral
Una trampa para desmejorar salarios
Los afiliados de las seccionales Pradera y Candelaria del Sintraingro señalaron también la grave situación que viven los corteros de caña que fueron reubicados por la empresa, después de haber sufrido lesiones graves por esfuerzo excesivo y repetitivo.
“La empresa hace la vista gorda para no responsabilizarse de estos compañeros que han trabajado años en las plantaciones cortando caña y que ahora están enfermos y con graves dificultades para seguir adelante”, dijo Alfonso Viafara, presidente de la seccional Pradera.
Una parte de ellos fue reubicada por Castilla Cosecha S.A. en diferentes áreas de la empresa, mientras que otra parte fue “convencida” a renunciar a su código y ficha de cortero.
En este segundo caso, los trabajadores fueron reubicados a través de la figura del Contrato Sindical, una de las tantas formas de intermediación laboral que terceriza y precariza el trabajo.
De acuerdo con la legislación laboral de Colombia, el Contrato Sindical es una forma de contratación colectiva laboral, en donde la prestación de un servicio o la ejecución de alguna obra se realizan por medio de los afiliados de un sindicato.
“En Colombia se ha cometido una aberración social terrible, tratando de volver patronos a los sindicatos. En nuestro caso, Riopaila Castilla S.A. ha celebrado un contrato sindical con el filopatronal Sintracastilla para la contratación de servicios y la ejecución de obras.
Ante su condición física precaria, las dificultades económicas y el rechazo de la empresa a hacerse cargo de su situación de salud, muchos de nuestros compañeros no tuvieron otra opción que renunciar a su carácter de cortero y vincularse al contrato sindical”, explicó Viafara.
Como no quisieron renunciar a su afiliación al Sintrainagro se desató contra ellos una verdadera persecución sindical. Su respuesta fue conformar la seccional Candelaria de Oficios Varios.
“Es algo histórico y al mismo tiempo paradójico, porque nunca se había visto conformar un sindicato dentro de otro sindicato que actúa como patrón.
Nuestra lucha es ahora por obligar a la patronal a respetar la legislación laboral en cuanto al pago de salario para las personas reubicadas”, agregó el presidente de la seccional Pradera del Sintrainagro.
Según él, tanto Castilla Cosecha S.A. como Sintracastilla estarían pagando el salario mínimo nacional, mientras el Código Laboral prevé el pago del promedio del salario mensual devengado en el último año antes de enfermarse.
Pese a las enfermedades, la gente sigue trabajando por necesidad.
“Ya no aguantamos la desmejora de salario. Para poder medio sobrevivir estoy trabajando los sábados y los domingos, aceptando trabajos de repique1 que empeoran mi estado de salud.
Además, mi esposa, que sufre de diabetes, tuvo que volver a trabajar. Esto nos tiene al borde de la desesperación”, dijo Edison Arce, afiliado de la seccional Pradera.
Más organización y compromiso
Sintrainagro al frente
Ante esta situación, el Sintrainagro asegura estar listo para dar la batalla.
“El año pasado realizamos varios mítines involucrando a las familias de los corteros y de los compañeros reubicados, y estamos a menos de un año de negociar el nuevo convenio colectivo.
Pese a todo lo que hemos sufrido y aguantado, la gente se ha mantenido firme ante la intromisión descarada de la empresa.
Si no hay un cambio de actitud de la empresa no vamos a tener otra opción que subir de tono a la protesta”, concluyó Alfonso Viafara.
Fuente: Rel-UITA
No hay comentarios:
Publicar un comentario