Allan McDonald (Rel-UITA) |
El trabajo esclavo en el mar llega a la justicia
Por Daniel Gatti | Rel-UITA
La justicia laboral de San Salvador, Bahía, examina a partir de hoy 23 de octubre el caso de 11 tripulantes del crucero de placer MSC Magnifica, de la firma italiana MSC Crociere, rescatados el 1 de abril por el Ministerio Público del Trabajo (MPT) en condiciones análogas al trabajo esclavo.
Los tripulantes fueron “liberados” en el marco de operaciones de fiscalización llevadas a cabo entre marzo y abril en barcos de las cinco compañías de cruceros que operan en Brasil: MSC, Costa, Pullmantur, Ibero y Royal.
Los tripulantes fueron “liberados” en el marco de operaciones de fiscalización llevadas a cabo entre marzo y abril en barcos de las cinco compañías de cruceros que operan en Brasil: MSC, Costa, Pullmantur, Ibero y Royal.
Informes elaborados por auditores fiscales acusan a MSC de violar los derechos humanos básicos de los trabajadores, así como de todo tipo de infracciones contractuales y violaciones de las convenciones marítimas internacionales.
MSC es la cuarta empresa mundial del sector y la segunda de Europa. Dice manejarse con espíritu italiano pero es curioso que sus barcos estén registrados en Panamá, tengan bandera de conveniencia y su domicilio fiscal esté en Suiza, señalaba en una nota en La Rel en mayo pasado Enildo Iglesias.
La salud física y mental de los tripulantes estaba en riesgo, señalan los informes, que citan el caso de una trabajadora de otro buque de la misma empresa, el MSC Armonia, fallecida en 2012 como consecuencia de las condiciones de trabajo que padeció.
Los controles establecieron que la tripulación era sometida a jornadas de trabajo de hasta 16 horas y a continuas humillaciones, así como a presiones y a acoso moral y sexual.
Trabajadores del MSC Magnifica denunciaron también que la empresa que los reclutó los obligó a pagar unos 5.000 reales (2.200 dólares) para poder embarcar.
“Estamos ante una actividad corporativa internacional de altos niveles de lucro como consecuencia del tráfico de personas con fines de explotación laboral de miles de jóvenes brasileños y de otras nacionalidades”, alertó en un comunicado el Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Brasil.
Las organizaciones sindicales del sector reclaman al gobierno de Brasil ratificar de manera urgente el Convenio 2006 sobre trabajo marítimo de la OIT, que entró en vigencia el pasado año.
Uno 10.000 trabajadores brasileños se embarcan y trabajan cada año en cruceros que surcan los ríos del país.
MSC es la cuarta empresa mundial del sector y la segunda de Europa. Dice manejarse con espíritu italiano pero es curioso que sus barcos estén registrados en Panamá, tengan bandera de conveniencia y su domicilio fiscal esté en Suiza, señalaba en una nota en La Rel en mayo pasado Enildo Iglesias.
La salud física y mental de los tripulantes estaba en riesgo, señalan los informes, que citan el caso de una trabajadora de otro buque de la misma empresa, el MSC Armonia, fallecida en 2012 como consecuencia de las condiciones de trabajo que padeció.
Los controles establecieron que la tripulación era sometida a jornadas de trabajo de hasta 16 horas y a continuas humillaciones, así como a presiones y a acoso moral y sexual.
Trabajadores del MSC Magnifica denunciaron también que la empresa que los reclutó los obligó a pagar unos 5.000 reales (2.200 dólares) para poder embarcar.
“Estamos ante una actividad corporativa internacional de altos niveles de lucro como consecuencia del tráfico de personas con fines de explotación laboral de miles de jóvenes brasileños y de otras nacionalidades”, alertó en un comunicado el Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Brasil.
Las organizaciones sindicales del sector reclaman al gobierno de Brasil ratificar de manera urgente el Convenio 2006 sobre trabajo marítimo de la OIT, que entró en vigencia el pasado año.
Uno 10.000 trabajadores brasileños se embarcan y trabajan cada año en cruceros que surcan los ríos del país.
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