lunes, 26 de marzo de 2012

El Salvador: 32 años después los asesinos de Mons. Romero andan sueltos

Edgar Romero
Por contrapunto.com.sv

El caso del asesinato de Mons. Oscar Arnulfo Romero, el 24 de marzo de 1980, aún carece de verdad jurídica e histórica y de juicio legal. Los asesinos de Romero, el futuro Santo de la Iglesia Católica, andan sueltos y gozan de toda impunidad.

Pasan los años y el asesinato  del más grande de todos los salvadoreños sigue en la impunidad. Habrá amnistía, habrá pedidos de perdones de parte del Estado, pero los asesinos siguen sueltos.


Algunos de los responsables de este asesinato están muriendo por su edad física. Pero la verdad no tiene edad y la verdad debe saberse. La orden de matar se le achaca a Roberto D´Aubuisson Arrieta, lo cual pudiera ser cierto, pero detrás del Mayor de Inteligencia, también estaban estrategas, ideólogos y financiadores de los Escuadrones de la Muerte, quienes deben ser enjuiciados moral, histórica y legalmente en este magnicidio.

ContraPunto publica este día el texto completo referido al caso de Mons. Romero que redactara en 1993 la Comisión de la Verdad. El propósito es que este texto no quede en el olvido y que sea el punto de partida de una investigación que nos lleve a la verdad y a la justicia.


CASO ILUSTRATIVO: MONSEÑOR ROMERO


RESUMEN DEL CASO


El 24 de marzo de 1980 el Arzobispo de San Salvador, Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez, fue asesinado cuando oficiaba la misa en la Capilla del Hospital de la Divina Providencia.

La Comisión concluye lo siguiente:

1. El ex-Mayor Roberto D'Aubuisson dio la orden de asesinar al Arzobispo y dio instrucciones precisas a miembros de su entorno de seguridad, actuando como "escuadrón de la muerte", de organizar y supervisar la ejecución del asesinato.

2. Los capitanes Alvaro Saravia y Edu
ardo Avila tuvieron una participación activa en la planificación y conducta del asesinato, así como Fernando Sagrera y Mario Molina.

3. Amado Antonio Caray, motorista del ex-Capitan Saravia, fue asignado para transportar al tirador a la Capilla. El señor Garay fue testigo de excepción cuando, desde un Volkswagen rojo de cuatro puertas, el tirador disparó una sola bala calibre .22 de alta velocidad para matar al Arzobispo.

4. Walter Antonio "Muna" Alvarez, junto con el ex-Capiain Saravia, tuvo que ver con la cancelación de los "honorarios" del autor material del asesinato.

5. El fallido intento de asesinato contra el Juez Atilio Ramírez Amaya fue una acción deliberada para desestimular el esclarecimiento de los hechos.

6. La Corte Suprema asumió un rol activo que resultó en impedir la extradición desde los Estados Unidos, y el posterior encarcelamiento en El Salvador del ex-Capitán Saravia. Con ello se asignaba, entre otras cosas, la impunidad respecto de la autoría intelectual del asesinato.

DESCRIPCION DE LOS HECHOS (377)


El asesinato

El lunes 24 de Marzo de 1980 el Arzobispo de San Salvador, Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez ; en plena celebración de la misa (378),en la Capilla del Hospital de la Divina Providencia (379), fue ultimado por un asesino profesional quién, de un solo disparo, desde un vehículo rojo, Volkswagen, de cuatro puertas, ubicó un solo proyectil calibre .22 causándole la muerte como consecuencia de una profusa hemorragia.

Antecedentes

Monseñor Romero se había  eregido en un reconocido crítico de la violencia y la injusticia y, como tal, se le percibía en los círculos civiles y militares de derecha como enemigo peligroso. Sus homilías irritaban profundamente estos círculos por cuanto incluían recuentos de hechos de violaciones a los derechos humanos, fruto del trabajo de la oficina del Socorro Jurídico del  Arzobispado.

Como tal personeros del Gobierno así como de la Fuerza Armada apreciaban su actuación como favorable a la subversion.

Medios de prensa lo criticaron en términos inequívocamente hostiles, tales como "... un Arzobispo demagogo y violento... (que) estimuló desde la catedral la adopción del terrorismo..." (380) o "... será conveniente que la Fuerza Armada empiece a aceitar sus fusiles (...) (381).

En su homilía del 17 de febrero de 1980, se opuso a la ayuda militar de los Estados Unidos a El Salvador señalando que "(...) ni la Junta (de Gobierno) ni los Demócrata-cristianos gobiernan el pais. El poder político está en manos de la Fuerza Armada. Ellos usan de su poder inescrupulosamente. Sólo saben como reprimir al pueblo y defender los intereses de la oligarquia salvadoreña (..) (382).

Ese mismo mes fue objeto de amenazas de muerte (383) y en virtud de esa situación Prefirió que sus colaboradores no lo acompañasen en sus salidas, para evitarles riesgos innecesarios (384). El lunes 10 de marzo, al día siguiente de oficiar una misa por el difunto Mario Zamora (385) se encontró un Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. maletín cerca del Altar Mayor tras el púlpito (386), que la Unidad de Explosivos y Demoliciones de la Policía Nacional averiguó contenía una bomba que no alcanzó a estallar (387).

En su homilía del día domingo 23 de marzo, el Arzobispo hizo una invocación a los propios soldados salvadoreños: "...les suplico, les ruego, les ordeno, en el 'nombre de Dios, cese la represión! " (388).

La investigación oficial

El proceso investigativo para determinar las responsabilidades del asesinato del Arzobispo resultó, además de ineficaz, muy controvertido y plagado de motivaciones políticas. Algunos de los elementos relevantes que la Comisión tuvo en cuenta en su propia investigación son reseñados a continuación.

Las primeras diligencias e incidentes

La Policía Nacional se presentó  en la Capilla del Hospital de la Divina Providencia con el propósito de levantar evidencias. Sin embargo actuaron en forma deficiente por cuanto no recolectaron indicios materiales del crimen en el lugar.

Atilio Ramírez Amaya, titular del Juzgado Cuarto de lo Penal, dispuso en la Policlínica Salvadoteña que se le practicara la necropsia al prelado. un pequeño orificio de entrada en el tórax derecho, de apenas 5 milímetros de diámetro señalaba el lugar por donde el proyectil había ingresado. Sin salir del cuerpo del Arzobispo, se había fragmentado provocándole una hemorragia interna de necesidad mortal. Se tomaron tres esquirlas para su estudio (389). El Juez Ramírez Amaya sostuvo que el tipo de bala empleada sólo podía ser una .22 o similar (390) . Por el peso de las esquirlas, la Policía Nacional confirmó que el proyectil era calibre .22 pero sin llegar a conclusiones más precisas (391). Luego de sufrir un intento de asesinato en su domicilio el día 27 de marzo, el Juez Ramírez Amaya presentó su renuncia y abandona el país (392).

La "Agenda Saravia" y otros documentos encontrados en la finca "San Luis"

El 7 de mayo de 1980, en un allanamiento a la finca "San Luis" en Santa Tecla, se capturaron doce militares de alta y de baja y doce civiles (393) que se encontraban allí reunidos, incluido el ex- Mayor Roberto D'Aubuisson. Se les acusó formalmente de conspiración para derrocar al gobierno por medio de un golpe de estado (394).

Entre los documentos incautados en ese allanamiento, se encontró una "Relación de acusaciones hechas por informante sudamericano en contra de Monseñor Oscar Arriulfo Romero, Arzobispo de San Salvador. Esta dispuesto a entregar pruebas fíImicas y escritas en un plazo que no excederá los 15 días (395) y una agenda perteneciente al ex-Capitán Alvaro Rafael Saravia y dos listas con nombres de señores Jefes y Oficiales (de la Fuerza Armada salvadoreña) (396)
Esta "Agenda Saravia" aportaba varios datos relevantes respecto al asesinato de Monseñor Romero. Se hacía referencia a compras y entregas de muchas armas y municiones, varias de las cuales, en base al peritaje balístico hecho por el Juez Ramírez Amaya, correspondían al tipo de la utilizada en el asesinato (397.) Además varios nombres, que aparecían múltiples veces en la agenda, correspondían a personas con respecto a las cuales hay suficiente evidencia ya recibida por la Comisión de haber participado en la planificación, comisión o encubrimiento del asesinato (398). Otros detalles revelan el nombre "Amado" - Amado Garay, el conductor al que se le asignó la responsabilidad de transportar al asesino asi como registros de cancelación de importes de gasolina para un vehículo rojo a disposición del ex-Capitán Saravia.

Un tercer documento, titulado "Cuadro General de la Organización de la Lucha Anti-Marxista en El Salvador", reflejaba los lineamientos y objetivos dei grupo de la finca "San Luis". Se trazaron como meta el tomar el poder en El Salvador y contaban con un plan político que asumía tareas de "acción directa", llamadas "actividades de redes de combate," incluso 'atentados individuales'. (399).

Ninguno de los documentos incautados en la tinca "San Luis" se puso a disposicion del Juzgado Cuarto de lo Penal, y sólo años después la corte tuvo acceso a una copia de la agenda. Las gestiones del Juez para ubicar el original resultaron infructuosas.

Las acusaciones por parte, del ex-Mayor D'Aubuisson

En marzo de 1984 el ex-Mayor Roberto D'Aubuisson realizó una transmisión televisiva durante la campaña para las elecciones presidenciales, en la que presentó una grabación de un supuesto comandante del FMLN, "Pedro Lobo", quien confesaba ser cómplice en el asesinato de Monseñor Romero.

Casi inmediatamente "Pedro Lobo" fue identificado como preso común encarcelado desde 1979 hasta 1981 (400), y declaró que se le había ofrecido U.S. $50,000 si se responsibilizaba del asesinato (401). No obstante el ex-Mayor D'Aubuisson seguía insistiendo en que la guerrilla asesinó a Monseñor Romero402,y oficialmente la Fuerza Armada persiste en ese mismo criterio (403).

El trabajo de la Comisión de Investigación de Hechos Delictivos

La Comisión de Investigación de Hechos Delictivos (CIFID) inició sus pesquisas en torno al asesinato de Monseñor Romero en enero de 1986 (404).

En noviembre de 1987, Amado Antonio Garay, uno de los detenidos en la finca "San Luis" y motorista del ex-Capitán Alvaro Saravia, reveló que el 24 de marzo de 1980, este último le ordenó conducir un Volkswagen, color rojo, al Hospital de la Divina Providencia en la Colonia Miramonte. Se estacionó frente a la Capilla. Su pasajero, un desconocido de barba, le ordenó agacharse y simular una reparación. Escuchó un disparo, volteó y vio al sujeto quien "sostenía un fusil con ambas manos con dirección al lado derecho de la ventana trasera derecha del vehículo (...), sintiendo en el momento un olor a pólvora que el individuo de barba le dijo inmediatamente con voz calmada: "camine despacio, tranquilo", partiendo del lugar (405).

Garay sostuvo que llevó al individuo ante el ex-Capitán Saravia, frente a quien el desconocido dijo "misión cumplida". Tres días después Garay condujo al ex-Capitán Saravia a una casa en donde se encontraba el ex-Mayor D'Aubuisson, ante quien Saravia dijo "ya hicimos lo que habíamos planeado de la muerte de Monseñor Arnulfo Romero" (406).

La Fiscalía presentó a Garay a declarar ante el Juez Ricardo Alberto Zamora Pérez el 20 de noviembre de 1987. Del retrato hablado del tirador proporcionado por Garay (407) y de la practica de diligencias de reconocimiento de lugares mencionados por el testigo (408), el 24 de noviembre el Juez dispuso la detención del ex-Capitán Saravia (409) y ofició al Consejo Central de Elecciones para que le expidan certificación de la condición de Diputado del ex-Mayor D'Aubuisson, primer paso para solicitar se le levante la inmunidad parlamentaria y que declare ante el Juzgado (410).

El ex-Capitán Saravia interpuso un recurso de habeas corpus, el cual no fue resuelto por la Corte Suprema sino un año después. En diciembre do 1988, la Corto sostuvo que "(...) la referida prueba testimonial (de Garay) no merece entera fe (...) el testigo rindió su declaración siete años, siete meses, veinticuatro días después de haber ocurrido el hecho sobre el cual depone (lo cual) le resta completa credibilidad a su testimonio (...)" y también opinó que el Fiscal General no estaba facultado para solicitar la extradición (411).

La acusación del supuesto tirador

La CIDH procesó otras pesquisas. Garay señaló una foto de 1969 412 del Dr. Héctor Antonio Regalado con una barba pintada como la que más se asemejaba al retrato hablado que había dado para identificar al tirador. Regalado tuvo bajo su responsabilidad, luego del ex-Capitán Saravia, la seguridad personal de D'Aubuisson413. Ante la Comisión, Regalado negó haber sido el autor del disparo. La Comisión no encontró evidencia persuasiva de que él hubiera participado en este asesinato.

La investigación de la Comisión de la Verdad

La Comisión de la verdad dispuso de evidencia substancial como para concluir que: 
El ex-Mayor Roberto D'Aubuisson, el ex-Capitán Alvaro Saravia y Fernando Sagrera414 estuvieron presentes el día 24 de marzo de 1980 en la residencia de Alejandro Cáceres en San Salvador. Llego el capitan Eduardo Avila y aviso que el Arzobispo Romero oticiana una misa ese mismo día. El Capitán Avila opinó que ésta era una buena oportunidad para asesinar al Arzobispo. El ex-Mayor D'Aubuisson ordenó que se hiciese y responzabilizó al ex-Capitán Saravia del operativo. Al observar que se requería un francotirador, el Capitán Avila afirmó que él se encargaría de contactarlo por medio de Mario Molina. Amado Garay fue comisionado para transportar al asesino hasta la Capilla.

El parqueo del Hotel Camino Real sirvió de punto de encuentro antes de dirigirse a la Capilla. En ese lugar el tirador barbudo, junto con el arma asesina ingresó a un Volkswagen rojo de cuatro puertas, que conducía Garay. Cuando menos dos fueron los vehículos que desde el Hotel Camino Real se dirigieron al lugar del crimen. El asesino disparó desde el vehículo, frente a la entrada principal de la Capilla, una sola bala que ultimó al Arzobispo Romero. 

El ex-Mayor D'Aubuisson ordenó la entrega de 1.000 colones a Walter Antonio "Musa" Alvarez quien, junto con el asesino de barba, recibió el pago correspondiente. Alvarez fue secuestrado en el mes de septiembre de 1981 y se le encontró muerto poco tiempo después.

CONCLUSIONES

La Comisión concluye lo siguiente:

1. Existe plena evidencia de que:
El ex-Mayor Roberto D'Aubuisson dio la orden de asesinar al Arzobispo y dio instrucciones precisas a miembros do su entorno do seguridad, actuando como "escuadrón de la muerte" do organizar y supervisar la ejecución del asesinato.
Los capitanes Alvaro Saravia y Eduardo Avila tuvieron una participación activa en la planificación y conducta del asesinato, así como Fernando Sagrera y Mario Molina.
Amado Antonio Garay, el motorista del ex-Capitán Saravia, fue asignado y transportó al tirador a la capilla. El señor Garay fue testigo de excepción cuando desde un Volkswagen rojo de cuatro puertas, el tirador disparó una sola bala calibre .22 de alta velocidad para matar al Arzobispo.

2. Hay suficiente evidencia de que Walter Antonio "Musa" Alvarez, junto con el ex-Capitán Saravia, tuvo que ver en la cancelación de los "honorarios" del autor material del asesinato.

3. Hay suficiente evidencia de que el fallido intento de asesinato contra el Juez Afilio Ramírez Amaya fue una acción deliberada para desestimular el esclarecimiento de los hechos.

4. Hay plena evidencia de que la Corte Suprema asumió un rol activo que resultó en impedir la extradición desde los Estados Unidos, y el posterior encarcelamiento en El Salvador del ex-Capitán Saravia. Con ello se signaba, entre otras cosas, la impunidad respecto de la autoría intelectual del asesinato.

Notas:

377 Para investigar el caso, la Comisión de la Verdad revisó las investigaciones anteriores y el expediente judicial, así como documentos de diversas fuentes, y entrevistó a muchos testigos confidenciales. Para proteger las fuentes confidenciales. no se las cita en este informe.

378 La misa, a las seis de la tarde, era en memoria de la madre de un amigo suyo, Jorge Pinto hijo, dueño del periódico opositor "El independiente.' Se habían publicado esquelas en dos diarias sobre la celebración de la misa. "La Prensa Gráfica y "El Diario de Hoy'. Lunes 24 de marzo de 1980. Expediente judicial, f. 42-13.

379 Monseñor Romero habitaba una pequeña vivienda en el terreno del Hospital de la Divina Providencia.

380El Diario de Hoy, San Salvador, 11 de febrero de 1980, p. 53. Artículo firmado.


381El Diario de Hoy, San Salvador, 23 de febrero de 1980, p. 34. Artículo firmado.

382Homilía del 17 de febrero de 1980.

383El y varios colaboradores se reunieron a fines del febrero de 1980 con Héctor Dada, uno de los nuevos miembros de la Segunda Junta. Dada hizo mención a la muerte del alto dirigente del Partido Demócrata-Cristiano, Mario Zamora, el 23 de febrero (ver informe en este capítulo sobre el asesinato de Zamora). También mencionó su conocimiento de amenazas de muerte en contra de su propia persona y el Arzobispo entre otros. Entrevista con el sacerdote Rafael
Monseñor comentó que la amenaza le parecía seria y en privado diría incluso que "(...) ni siquiera en los tiempos del General Romero tuve tanto miedo (...)". Entrevista con Roberto Cuéllar.
Entrevista con Héctor Dada.Monseñor Romero recibió un aviso de amenazas de similar seriedad por parte del Nuncio ApOS1011C0 en Costa Rica, Monseñor Lajas Kada. Diario de Monseñor Romero. Posteriormente, el sábado 22 y domingo 23 de marzo, las religiosas que atendían el Hospital de la Divina Providencia, donde vivía el Arzobispo, recibieron llamadas telefónicas anónimas que amenazaban de muerte al prelado.

384Entrevista con Roberto Cuéllar.
Entrevista con el sacerdote Rafael Urrutia.
En la primera semana de marzo Monseñor Romero se reune con el embajador de EUA en EI Salvador, Robert White, a quien le transmitió la información de amenazas contra su vida. Aunque el Arzobispo no mencionó información específica, su conciencia del peligro inminente era muy nítida, llegando a decirle al Embajador White que: "Sólo espero que cuando me maten no maten a muchos de nosotros". Entrevista con Robert White.

385 Ver informe en este capitulo.

386 Declaración ante la Comisión de Investigación de Hechos Delictivos del sacerdote Rabión Contado Amaya Torres. Expediente judicial sobre averiguar la muerte de Monseñor Oscar Arnullfo Romero. calma N. I 1d/RO. Juzgado Cuarto de lo Penal, 11592 y sgtes.

387Diligencia policial realizada el 10 de marzo de 1980, remitida al Juzgado el 14 de marzo de 1986. La bomba se uvustiuyudc 72 candelas de din/imita comercial que podían ser activadas por un doble dispositivo de reloj y de transmisión de radio, suficientes para matar a varios de quienes estuvieran oficiando en el altar y quienes estuvieran ubicados en las primeras bancas del templo. '(...) es además un artefacto que nunca ha sido colocado por subversivos que siempre han actuado en nuestro medio, a menos que sea cierto que tienen técnicos nuevos que se sabe han llegado 2 de nacionalidad japonesa (...) de los detonadores electncos usados, no nay existencia en nuestro pais-. expediente judicial pag. 7.4,4 y siguientes. Ni las autoridades de la Iglesia Católica ni la oficina del Socorro Jurídico del Arzobispado recibieron ninguna comunicación oficial sobre los resultados de la intervención policial y todo indica que no hubieron mis investigaciones. Entrevista con Roberto Cuéllar. Entrevista con Monseñor Ricardo Urioste.

388Homilía del 23 de marzo de 1980.

389 Especiente judicial f.4

390Entrevista con el Juez Afilio Ramírez Amaya.

391Esta diligencia no consta en el expediente judicial, tampoco los placas da radiograffa. lbíd.

392lbíd.

393 Mayores Roberto D'Aubuisson, Jorge Adalberto Cruz Reyes, Roberto Mauricio Staben; Capitanes Alvaro Rafael Saravia, José Alfredo Jiménez, Víctor Hugo Vega Valencia, Eduardo Ernesto Alfonso Avila; Tenientes Federico Chacón, Miguel Francisco Bennet Escobar, Rodolfo Isidro López Sibrián, Carlos Hernán Morales Estupinián, Jaime René Alvarado y Alvarado; Señores Antonio Cornejo hijo, Ricardo Valdivieso, Roberto Muyshondt, Fernando Sagrera, Amado Antonio Garay, Nelson Enrique Morales, Andrés Antonio Córdova López, lierbert Romeo Escobar, Frerly Salomón Cbávez ntIPV21", Marrn Antnnin ()t'infundia IncA Inannín I nrinc y Inli4n (Inreía limáner Arta del 12 de mayo de 1980 del Mayor José Francisco Samayoa, Comandante Interino del CITFA poniendo a los detenidos a disposición del Juez Instructor Militar.

394 cfr. Cronología.

395 Acta del 12 de mayo de 1980 del Mayor José Francisco Samayoa, Comandante Interino del CITFA poniendo a los detenidos a disposición del Juez Instructor Militar. Prueba N. 10 (no transcribe contenido).

396 Ibíd. Prueba N. 7.

397La agenda tiene anotaciones de "munición de 223% un tipo de bala de calibre .22, y "2 Bushrnaster" y "5 AR-15',
ambos tipos de rifles disparan balas de calibre .22 y .223.

398 Por ejemplo, "Amado' se refiere a Amado Garay. "Avila," "el pelón Avila," "Eduardo Av.," y 'Eduardo A." se refieren al Capitan Eduardo Ávila "Negro". *NandoSagrera• y  "Nando S " se refieren a Fernando Sarrera. "Saravia" se refiere al mismo Capitán Alvaro Rafael Saravia. Para la participación de todos, ver más abajo.

399 Cuadro General de la Organización de la Lucha Anti-Marxista en El Salvador", documento decomisado en la finca 'Sun Luis' el 7 de mayo de 1980. Acta da incautación del 12 de mayo de 1920 poniendo a los detenidos a disposición del Juez Instructor Militar, prueba 14.

400 El licenciado Rey Prendes, dirigente del Partido Demócrata Cristiano, declaró ante la prensa pocos días después de la presentación del video denunciando la simulación del "Comandante Pedro Lobo' y revelando su verdadera identidad y antecedentes.
Expediente judicial pag  f.152 y sgtes

401" En agosto de 1985 la Fiscalía General presentó la declaración de Roberto Adalberto Salazar Collier, "Pedro Lobo," ante el Juzgado Cuarto de lo Penal, ocasión en la que él alegó lo mismo pero no mencionó el nombre de D'Aubuisson. Uno do lo, oupucato., patrocinadorea prc.nnt4 una dedo:uta:iba ...a-cita...a dc 1984 ne&audo Ia imputaoionc., que se le hacían. Expediente judicial, f. 152 y sgtes. y E. 241. Las oficios del Juez Zamora solicitando a las estaciones de televisión que le proporcionen copia del video con las declaraciones de Mazar Collier fueron contestados en sentido negativo, la Fiscalía insistió en que los canales señalen quién proporcionó y retiró el video, pero el Juez declaró que no había lugar a ese pedido. Expediente judicial, fs. 189, 200, 210, 212.

402 El Mayor D'Aubuison citó un libro titulado "La conspiración del silencio" de Manuel de Armas, en el que se afirma que agentes cubanas ejecutaron el hecho. "La Prensa Gráfica'. 'Hace revelaciones mayor D'Aubuiswn', Viernes 6 de septiembre de 1985, p. 2. "El Diario de Hoy", Viernes 6 de septiembre de 1985, p. 3.

403Ante la Comisión de la Verdad, en octubre de 1992, se presentó oficialmente la Fuerza Armada con una denuncia cai;glandn In Qutnría del FMI ,N en el no...si/12in del Annhicnn. gin apealar prueba alguna

404 Expediente judicial, f. 389.

405Declaración de Amado Antonio Caray ante la CIDH el 19 de noviembre de 1987. Expediente judicial, f 274.

406lbíd.

407Ibíd., f. 270.

408Ibíd.

409 Ibid., fs. 269 y 285.

410 Expediente judicial, f. 289.

411 Expediente judicial, f. 299.

412 Carta pública del Dr. Héctor Antonio Regalado del 13 de marzo de 1989.

413 Posteriormente ocupó el cargo de Jefe de Seguridad de la Asamblea Legislativa, durante la Presidencia de ese órgano por parte de D'Aubuisson.

414 Ante la Comisión el señor Sagrera negó toda participación.

Fuente: Contrapunto


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