Foto EFE |
El acto central en pro del acullico se realizará en la céntrica Plaza Villarroel, en la ciudad de La Paz, donde los movimientos sociales y el pueblo boliviano rechazarán el informe sobre drogas de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), que penalizó el masticar la hoja de coca.
Bolivia realizará este lunes una jornada nacional en defensa del masticado de la hoja de coca (acullico o pijcheo), paralela al pedido de despenalización de esa costumbre que hará el presidente Evo Morales en una reunión de la ONU en Viena.
En la jornada participarán varias organizaciones sociales, entre ellas mineros, Central Obrera Boliviana, Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa y Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia.
El viceministro de Coca y Desarrollo Integral, Dionisio Núñez, afirmó que participarán al menos 40 mil personas en la dignificación del acullico y en apoyo a la defensa internacional que cumplirá Morales en Viena.
Según el viceministro, el Consejo de la Federación Campesinas de los Yungas y la Asociación Departamental de la Coca movilizarán a 30 mil afiliados.
A ellos se sumarán más de 10 mil mineros, cooperativistas, comerciantes, choferes y de otros sectores, además de las autoridades del órgano Ejecutivo, la Asamblea Legislativa Plurinacional y las organizaciones sociales.
Paralelamente, los amautas y yatiris mostrarán los usos tradicionales de la hoja de coca en la medicina tradicional y en los actos rituales. Durante la movilización se entregarán 30 mil bolsitas con coca en plazas de la ciudad.
La dirigente de la Federación de Mujeres Campesinas-Bartolina Sisa de La Paz, Felipa Huanca, confirmó que una marcha precederá a la jornada. La movilización partirá desde la ciudad de El Alto rumbo a la Plaza Villarroel.
En su informe anual de 2011, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, organismo independiente de la ONU, lamentó la medida adoptada por Bolivia de denunciar la Convención de 1961 sobre estupefacientes.
El Estado Plurinacional denunció la Convención sobre Estupefacientes de las Naciones Unidas de 1961, que considera a la hoja de coca como droga en su estado natural y proscribe su masticado o acullico.
Sin embargo, Bolivia solicitó su readhesión con la condicionante de despenalizar el masticado de la coca y considerar sus propiedades medicinales y culturales.
La carta magna boliviana protege a la planta de coca como parte de su patrimonio cultural y establece que en su estado natural no es un estupefaciente y la misma tiene usos alimentarios, tradicionales, culturales y medicinales.
El viceministro de Coca y Desarrollo Integral, Dionisio Núñez, afirmó que participarán al menos 40 mil personas en la dignificación del acullico y en apoyo a la defensa internacional que cumplirá Morales en Viena.
Según el viceministro, el Consejo de la Federación Campesinas de los Yungas y la Asociación Departamental de la Coca movilizarán a 30 mil afiliados.
A ellos se sumarán más de 10 mil mineros, cooperativistas, comerciantes, choferes y de otros sectores, además de las autoridades del órgano Ejecutivo, la Asamblea Legislativa Plurinacional y las organizaciones sociales.
Paralelamente, los amautas y yatiris mostrarán los usos tradicionales de la hoja de coca en la medicina tradicional y en los actos rituales. Durante la movilización se entregarán 30 mil bolsitas con coca en plazas de la ciudad.
La dirigente de la Federación de Mujeres Campesinas-Bartolina Sisa de La Paz, Felipa Huanca, confirmó que una marcha precederá a la jornada. La movilización partirá desde la ciudad de El Alto rumbo a la Plaza Villarroel.
En su informe anual de 2011, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, organismo independiente de la ONU, lamentó la medida adoptada por Bolivia de denunciar la Convención de 1961 sobre estupefacientes.
El Estado Plurinacional denunció la Convención sobre Estupefacientes de las Naciones Unidas de 1961, que considera a la hoja de coca como droga en su estado natural y proscribe su masticado o acullico.
Sin embargo, Bolivia solicitó su readhesión con la condicionante de despenalizar el masticado de la coca y considerar sus propiedades medicinales y culturales.
La carta magna boliviana protege a la planta de coca como parte de su patrimonio cultural y establece que en su estado natural no es un estupefaciente y la misma tiene usos alimentarios, tradicionales, culturales y medicinales.
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