Jóvenes del Proyecto Nuestra América y del Colectivo Pangea, se sumaron a la movilización global ‘Justicia para Berta’ el 15 de junio. Con una acción de arte callejero en la que pegaron por varias de las calles más céntricas de La Habana, Cuba, stikers con la imagen de la líder lenca y dos frases que la evocan: “Me tienen miedo porque no les tengo miedo” y “La palabra vive al replicarse”.
Hablar con Berta era como vivir intensamente, como vivir por muchas. Porque era como poner muchas luchas juntas -de las que a otras nos cuesta toda la vida hacer una a una solita-, ella las unía todas, en una sola persona, en una sola conversación, en su mirada. Por eso cuando este 3 de marzo le dispararon, de La Esperanza brotaron muchas Bertas. Y en Cuba las estamos pegando en las calles para que nos siga contando de sus luchas y nos recuerde los caminos que no debemos dejar.
Cuentan los que pegaron los stikers que “esta acción tiene que ver, de alguna manera, con el imaginario de la Revolución cubana que está ligado necesariamente a las luchas en todos los pueblos porque creemos que las grandes luchas continentales forman parte del sentido común, del imaginario de la gente en la calle, de las cosas que normalmente son una preocupación para todas y todos.
“Y tiene que ver con los sentimientos, con la dimensión apasionada de la solidaridad, con el ejercicio del debate político. Es importante sentir y pensar desde América Latina y la autenticidad de nuestros sentimientos. Y de alguna forma nosotros queremos trasmitir eso y estar en las calles es la mejor manera de hacerlo”.
El 15 de junio el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras -Copinh- convocó a concentraciones en todas las embajadas del mundo para reclamar justicia para Cáceres. Piden la creación de una comisión independiente de investigación amparada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para buscar los autores intelectuales del crimen. La protesta también reivindica el respeto a la autonomía del pueblo lenca, la desmilitarización del territorio y la finalización del proyecto Agua Zarca mediante la suspensión permanente de fondos de todos los inversores, entre los que se encuentran los bancos europeos Banco Holandés de Desarrollo -FMO- y Fondo Finlandés para la Cooperación Industrial -Finnfund- y las empresas alemanas Voith Hydro y Siemens.
En Cuba, estas jóvenes realizaron otra actividad el sábado 25 a las 4 de la tarde en la Casa Memorial Salvador Allende sobre el contexto latinoamericano y específicamente sobre el de Honduras en el siglo XX, enfocándose en las resistencias y ahí salió, por supuesto, la imagen de Berta. Otra vez pusieron al arte como medio de expresión de la memoria e hicieron grafitis, teatro, stencils y discusiones colectivas.
Allí hablaron de que el 28 de junio se cumple otro año del Golpe de Estado en Honduras, el país más peligroso del mundo para defender la vida pues 101 ecologistas han sido asesinados entre 2010 y 2014; tiene uno de los mayores niveles de desigualdad y pobreza de Latinoamérica, y es el séptimo del mundo con mayor impunidad, tal y como indica el Índice Global de Impunidad -IGI- 2015.
“Berta es una de las grandes de la historia de América Latina –afirman-, tanto por su lucha y valentía como porque su muerte quiso simbolizar una avanzada y ofensiva de las transnacionales, que son de las peores cosas que hay en el mundo, y que nos mandan el mensaje de que nada las va a parar. Y por eso nosotros les respondemos con otro mensaje pero de resistencia, de rebeldía, de resistirnos a ese fatalismo de la muerte y de mostrar que es posible una lucha que nos inspire a seguir haciendo muchas luchas”.
Hablar con Berta era como vivir intensamente, como vivir por muchas. Porque era como poner muchas luchas juntas -de las que a otras nos cuesta toda la vida hacer una a una solita-, ella las unía todas, en una sola persona, en una sola conversación, en su mirada. Por eso cuando este 3 de marzo le dispararon, de La Esperanza brotaron muchas Bertas. Y en Cuba las estamos pegando en las calles para que nos siga contando de sus luchas y nos recuerde los caminos que no debemos dejar.
Cuentan los que pegaron los stikers que “esta acción tiene que ver, de alguna manera, con el imaginario de la Revolución cubana que está ligado necesariamente a las luchas en todos los pueblos porque creemos que las grandes luchas continentales forman parte del sentido común, del imaginario de la gente en la calle, de las cosas que normalmente son una preocupación para todas y todos.
“Y tiene que ver con los sentimientos, con la dimensión apasionada de la solidaridad, con el ejercicio del debate político. Es importante sentir y pensar desde América Latina y la autenticidad de nuestros sentimientos. Y de alguna forma nosotros queremos trasmitir eso y estar en las calles es la mejor manera de hacerlo”.
El 15 de junio el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras -Copinh- convocó a concentraciones en todas las embajadas del mundo para reclamar justicia para Cáceres. Piden la creación de una comisión independiente de investigación amparada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para buscar los autores intelectuales del crimen. La protesta también reivindica el respeto a la autonomía del pueblo lenca, la desmilitarización del territorio y la finalización del proyecto Agua Zarca mediante la suspensión permanente de fondos de todos los inversores, entre los que se encuentran los bancos europeos Banco Holandés de Desarrollo -FMO- y Fondo Finlandés para la Cooperación Industrial -Finnfund- y las empresas alemanas Voith Hydro y Siemens.
En Cuba, estas jóvenes realizaron otra actividad el sábado 25 a las 4 de la tarde en la Casa Memorial Salvador Allende sobre el contexto latinoamericano y específicamente sobre el de Honduras en el siglo XX, enfocándose en las resistencias y ahí salió, por supuesto, la imagen de Berta. Otra vez pusieron al arte como medio de expresión de la memoria e hicieron grafitis, teatro, stencils y discusiones colectivas.
Allí hablaron de que el 28 de junio se cumple otro año del Golpe de Estado en Honduras, el país más peligroso del mundo para defender la vida pues 101 ecologistas han sido asesinados entre 2010 y 2014; tiene uno de los mayores niveles de desigualdad y pobreza de Latinoamérica, y es el séptimo del mundo con mayor impunidad, tal y como indica el Índice Global de Impunidad -IGI- 2015.
“Berta es una de las grandes de la historia de América Latina –afirman-, tanto por su lucha y valentía como porque su muerte quiso simbolizar una avanzada y ofensiva de las transnacionales, que son de las peores cosas que hay en el mundo, y que nos mandan el mensaje de que nada las va a parar. Y por eso nosotros les respondemos con otro mensaje pero de resistencia, de rebeldía, de resistirnos a ese fatalismo de la muerte y de mostrar que es posible una lucha que nos inspire a seguir haciendo muchas luchas”.
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