Por Rodolfo Cortés
El día de ayer 28 de septiembre, inició en Trujillo, Colón, el Tercer Juicio, que seguramente se extenderá hasta el 9 de octubre o antes, relacionado al juicio incoado contra el labrador José Isabel (Chabelo) Morales, miembro del Movimiento Campesino del Aguán (MCA). Este juicio tuvo su origen el año 2008 y ha implicado los gobiernos de Zelaya, Lobo y Hernández. Un problema con connotación agrarista y político. Agrarista porque compromete una extensa área de terreno que el Estado destinó para efectos de Reforma Agraria pero que no fue sistematizada, ni regulada; y, político, porque en una actitud de indolencia el Estado ha estado protegiendo a funcionarios corruptos y miembros de determinados sectores poderosos, principalmente terratenientes.
¿Por qué llamamos al Estado de Honduras violador?, porque Chabelo tiene casi 7 años de estar preso (6 años y 7 meses en el presidio y 3 meses con libertad condicionada), y el artículo 89 de la Constitución de la República habla de la presunción de inocencia antes de ser acusado; además, porque se le han hecho con el presente tres juicios lo que demuestra que el sistema judicial hondureño es incapaz e ineficiente para resolver este caso que ha adquirido connotación política por ser Chabelo un labrador agrarista y sus acusadores terratenientes y todos sabemos cómo en Honduras están confabulados los poderes políticos y económicos con los organismos aplicadores de justicia. Además, porque según el Código Penal Art. No. 181, nadie puede ser detenido por más de dos (2) años de prisión preventiva.
Esta situación se dio en el departamento de Colón, por un problema de tierras que implica a un Comisionado de Policía de nombre Henry Osorto, que también es víctima ya que en este enfrentamiento murieron algunos familiares de él, su padre, hermano y 9 personas más, en lo que se conoce como la Masacre de Los Marañones.
Pero anteriormente este oficial de la Policía Nacional se dedicó a hostigar y reprimir como también lo ha hecho la Policía Militar acantonada en Colón al sector campesino y a proteger los empresarios terratenientes.
Ya anteriormente la Corte Suprema de Justicia de Honduras había revocado las dos sentencias porque adujo que en ambas se violaron el derecho a la libertad y a un debido proceso.
Pero hay que reconocer públicamente que el caso de Chabelo no es algo aislado o personalizado. Él es la representación de un acto estratosférico de injusticia e impunidad en Honduras donde alrededor de 5000 personas campesinas, entre hombres y mujeres, guardan prisión por problemas agrarios.
Por estas y otras situaciones graves de violaciones a los derechos humanos el Estado de Honduras está fuertemente acusado en varias cortes internacionales de derechos humanos y en la última evaluación del EPU salió mal calificado.
Para acompañar y observar el Juicio que en estos momentos se realiza en Trujillo, han llegado a Honduras tres reconocidos juristas internacionales, todos doctores en jurisprudencia y derechos humanos. Ellos y ellas son el Dr. Henry Monroy, guatemalteco, de la Red Iberoamericana de Jueces; la Dra. Samantha Colli, mexicana, del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL); la Dra. Yessica Hoyos, colombiana, del Colectivo de Abogados José Alvear. Además les acompañará el Dr. Ramón Enrique Barrios, hondureño, de la Asociación de Jueces por la Democracia, quienes al finalizar el juicio harán una valoración pública de lo observado en el actual juicio.
Como hondureños sólo nos resta agradecer a tan valiosos juristas internacionales, a personas e instituciones de la solidaridad internacional, a instituciones como el ERIC y a todas las organizaciones populares, campesinas y de derechos humanos que nacional e internacionalmente se han sumado a esta justa causa.
¡No pedimos favores, sino que prevalezca el sol de la verdad dentro de este Estado llamado Honduras violador de las libertades, la justicia, los derechos humanos y corrupto hasta el tuétano!
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