Documentos sobre víctimas de violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado en El Salvador fueron robados de las oficinas del Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Washington (UW CRH), Estados Unidos, según prensa internacional.
El robo ocurre a pocos días en que el UW CRH demandó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) por no brindar información sobre el caso de la masacre ocurrida en Santa Cruz, Cabañas en noviembre de 1981.
El robo ocurre a pocos días en que el UW CRH demandó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) por no brindar información sobre el caso de la masacre ocurrida en Santa Cruz, Cabañas en noviembre de 1981.
Los archivos robados contenían testimonios, información y datos de las víctimas del conflicto armado, así como detalle de las investigaciones del conflicto armado perpetrado de 1980 a 1992, que dejó al menos 75,000 muertos, 8,000 desaparecidos y un millón de desplazados.
Ante tal sustracción, miembros del Comité de ex presos y presas políticos de El Salvador (COPPES) organización salvadoreña que reivindica derechos humanos de las víctimas de tortura en las décadas 70-90´s, denunciaron que el hecho fue cometido por personas con conocimiento y entrenamiento en este tipo de acciones.
“Las puertas y cerraduras no fueron forzadas y las computadoras que extrajeron eran muy específicas, a pesar de existir otros equipos informáticos de mayor valor material o comercial, en más oficinas.No se encontraron huellas en cerraduras ni otros espacios de acuerdo a la policía local”, afirmaron dirigentes de COPPES.
Asimismo aseguraron que “los autores intelectuales y materiales que han realizado esta acción de intimidación y amenaza a defensoras y defensores de Derechos Humanos, solo puede contar con apoyo de grupos de poder, que protegieron y financiaron a los victimarios de los años en que se cometieron esos delitos contra la humanidad”.
Ante el robo de la documentación, COPPES solicita a las organizaciones salvadoreñas y de la región sumarse a la denuncia.Además aseguraron que el atentado “es una muestra que incomoda a grupos de poder y ello indica que es un trabajo honesto, valiente y objetivo”.
Ante tal sustracción, miembros del Comité de ex presos y presas políticos de El Salvador (COPPES) organización salvadoreña que reivindica derechos humanos de las víctimas de tortura en las décadas 70-90´s, denunciaron que el hecho fue cometido por personas con conocimiento y entrenamiento en este tipo de acciones.
“Las puertas y cerraduras no fueron forzadas y las computadoras que extrajeron eran muy específicas, a pesar de existir otros equipos informáticos de mayor valor material o comercial, en más oficinas.No se encontraron huellas en cerraduras ni otros espacios de acuerdo a la policía local”, afirmaron dirigentes de COPPES.
Asimismo aseguraron que “los autores intelectuales y materiales que han realizado esta acción de intimidación y amenaza a defensoras y defensores de Derechos Humanos, solo puede contar con apoyo de grupos de poder, que protegieron y financiaron a los victimarios de los años en que se cometieron esos delitos contra la humanidad”.
Ante el robo de la documentación, COPPES solicita a las organizaciones salvadoreñas y de la región sumarse a la denuncia.Además aseguraron que el atentado “es una muestra que incomoda a grupos de poder y ello indica que es un trabajo honesto, valiente y objetivo”.
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