Por la vida contra la cultura de la muerte
Por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
Organizaciones de los pueblos indígenas y negros de Honduras se movilizaron este 5 de junio -Día internacional del Medio Ambiente- contra la mercantilización de los recursos naturales, el acaparamiento de tierras y la mal llamada “economía verde”, así como en defensa de la justicia social y ambiental que, según ellas, está siendo constantemente agredida por una pequeña élite de poder nacional y el gran capital transnacional.
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Durante todo el día, centenares de miembros de las organizaciones indígenas lenca COPINH y ONIHL, de la organización garífuna OFRANEH y del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ) se reconcentraron frente a las instalaciones de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA) y del Ministerio Público, manifestando su rechazo a las políticas medioambientales implementadas por el régimen y los demás poderes del Estado.
“El medio ambiente es nuestra vida y somos parte intrínseca de él. Su destrucción significa nuestra destrucción y muerte. Es por eso que hoy estamos aquí luchando por la vida y contra los proyectos y la cultura de la muerte”, dijo a Sirel, Alfredo López, vicepresidente de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH).
Según él, se trata de una lucha que no tiene retroceso. “No vamos a parar nunca, porque tenemos más de 200 años resistiendo y no van a lograr desaparecernos”, manifestó.
En un documento entregado a las diferentes autoridades, el pueblo garífuna de Honduras exigió la implementación de una propuesta presentada ante SERNA sobre la adaptación y mitigación al cambio climático, la suspensión inmediata de licencias ambientales sobre los ríos, así como detener las usurpaciones territoriales y perseguir penalmente a los vendedores de tierras comunitarias.
Asimismo, OFRANEH pidió el cumplimiento de las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a varias comunidades y líderes garífunas, que se detengan las concesiones mineras, la implementación de monocultivos a gran escala y el proyecto que crea las Regiones Especiales de Desarrollo (RED) o “ciudades modelos”.
“¿Cómo puede decir Porfirio Lobo que las ciudades modelos surgirán en zonas donde no hay personas? Se trata de un desconocimiento absoluto al pueblo garífuna y un plan maquiavélico para el desplazamiento de nuestras comunidades”, aseguró Miriam Miranda, presidenta de OFRANEH.
Para Juan Vásquez, directivo del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), ya se habrían concesionados más de 50 ríos para desarrollar proyectos hidroeléctricos, y existirían decenas de solicitudes de concesiones mineras en todo el país. Un proceso depredatorio que se ha profundizado durante y después del golpe de Estado de 2009.
“Estamos asistiendo a una entrega descarada de los bienes comunes sin ningún tipo de consulta previa con nuestras comunidades. Están violentando abiertamente el Convenio 169 de la OIT sobre los derechos de los pueblos indígenas y tribales. Esto no lo vamos a permitir”, aseguró el dirigente indígena.
En su planteamiento el COPINH exigió, entre otros puntos, la otorgación inmediata de los títulos comunitarios pendientes para los pueblos indígenas y negros, la desmilitarización de los territorios y la salida de las tropas extranjeras, en su mayoría norteamericanas, del país.
Finalmente, hizo un llamado a todos los pueblos indígenas y negros de Honduras a juntarse para contrarrestar los proyectos mortales del capitalismo, el patriarcado y el racismo.
Fuente: Rel-UITA
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