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Puede apreciarse una
deriva acelerada en las “democráticas” maquinaciones de la Liga Árabe, o
más bien, de la Liga del CCG, porque el poder real en esta organización
pan-árabe lo ejercen dos de las seis monarquías del Golfo Pérsico que
componen el Consejo de Cooperación del Golfo, también conocido como Club
de la Contrarrevolución del Golfo: Qatar y la Casa de los Saud.
En
esencia, el CCG creó un grupo en la Liga Árabe al objeto de controlar lo
que está sucediendo en Siria.
Cuando los
más de 160 observadores, tras un mes de investigaciones, emitieron su
informe… ¡sorpresa! El informe no se ajustaba a la línea oficial del
CCG, que postula que el “malvado” gobierno de Bashar al-Asad está,
unilateral e indiscriminadamente , matando a su propio pueblo y es por
tanto necesario cambiar el régimen.
El comité ministerial de la
Liga Árabe había aprobado el informe, con cuatro votos a favor
(Argelia, Egipto, Sudán y el miembro del CCG: Omán) y un solo voto en
contra, ¿adivinan de quién?: de Qatar, que está ahora presidiendo la
Liga Árabe porque el emirato le compró su turno (rotatorio) a la
Autoridad Palestina.
Por tanto, el informe fue ignorado (por
los medios corporativos occidentales) o destruido sin piedad (por los
medios árabes), prácticamente todos ellos financiados bien por la Casa
de Saud, bien por Qatar. Ni siquiera se discutió, porque el CCG impidió
que se tradujera del árabe al inglés y se publicara en la página web de la Liga Árabe.
Hasta que finalmente se filtró. Aquí está, al completo .
El informe es categórico. No hubo represión letal y organizada por
parte del gobierno sirio contra los manifestantes pacíficos. En su
lugar, el informe señala a bandas sospechosas como responsables de las
muertes de los civiles sirios y de alrededor de mil efectivos del
ejército sirio mediante la utilización de tácticas letales tales como la
colocación de bombas en autobuses civiles, en trenes que transportaban
diesel, en autobuses de la policía y en puentes y canalizaciones.
Una vez más , la versión oficial de la OTAN/CCG sobre Siria es la de un
levantamiento popular aplastado con balas y tanques. A diferencia de
los miembros de los BRICS, Rusia y China, y amplias franjas del mundo en
desarrollo, que consideran que el gobierno sirio está combatiendo a
mercenarios extranjeros fuertemente armados. El informe confirma en gran
medida estas sospechas.
El Consejo Nacional Sirio es
esencialmente una organización de los Hermanos Musulmanes afiliada tanto
a la Casa de Saud como a Qatar, con un intranquilo Israel apoyando
calladamente en la sombra. La legitimidad no llega exactamente en una
taza de té verde. En cuanto al Ejército Sirio Libre, tiene en él
desertores del ejército y bienintencionados opositores al régimen de
Asad, pero la mayor parte del mismo está infectado de mercenarios
extranjeros armados por el CCG, especialmente de bandas salafíes.
Pero nada desalentará a la OTAN/CCG, que en estos momentos no pueden
aplicar su modelo para todo para promover la “democracia” bombardeando
un país y librándose del proverbial dictador maléfico. Los dirigentes
del CCG, la Casa de Saud y Qatar, rechazaron abiertamente su propio
informe y fueron derechos al meollo del asunto: imponer un cambio de
régimen impulsado por la OTAN/CCG a través del Consejo de Seguridad de
las Naciones Unidas.
Por tanto, la actual “deriva dirigida por
los árabes en las Naciones Unidas para asegurar un fin pacífico a la
campaña de diez meses de duración” en Siria no es más que un burdo
intento de cambio de régimen. Los sospechosos habituales, Washington,
Londres y París, se han visto obligados a quitarse de en medio para
asegurarle a la auténtica comunidad internacional que esto no es otro
mandato de bombardeo, a la libia, para la OTAN. La secretaria de estado
Hillary Clinton lo describió como “una vía para una transición política
que preserve la unidad y las instituciones de Siria”.
Pero los
miembros de los BRICS, Rusia y China, lo ven como lo que es. Otro
miembro de los BRICS, la India, junto con Pakistán y Sudáfrica, han
planteado serias objeciones al borrador de resolución de las Naciones
Unidas pergeñado por la OTAN/CCG.
No habría otra zona de
exclusión aérea estilo Libia; después de todo, el régimen de Asad no
está desplegando exactamente Migs contra los civiles. Rusia y China
bloquearían de nuevo una resolución de la ONU pidiendo un cambio de
régimen. Incluso en la OTAN/CCG se sienten confusos, porque cada uno de
los bloques de actores –Washington, Ankara y el dúo de la Casa de Saud y
Doha- tiene una agenda geopolítica distinta a largo plazo. Por no
mencionar a Iraq, crucial vecino y socio comercial de Siria; Bagdad está
oficialmente contra cualquier esquema de cambio de régimen.
Por tanto, aquí va una sugerencia para la Casa de Saud y para Qatar: Ya
que tanto os seduce la perspectiva de una “democracia” en Siria, ¿por
qué no utilizáis todo el armamento estadounidense y la invadís en mitad
de la noche –como hicisteis en Bahrain- e imponéis vosotros mismos el
cambio de régimen?
1 comentario:
"El informe es categórico. No hubo represión letal y organizada por parte del gobierno sirio contra los manifestantes pacíficos"...
Eso no es lo que yo he leído: el informe reduce y critica en ocasiones lo que dice la oposición o los medios extranjeros, que al parecer exageran. Sin embargo la impresión general que da es de miedo civil a la represión estatal, de levantamiento en armas bastante extendido y también de sectores que apoyan al régimen, claro.
En otras palabras: lo mismo que leemos en los medios pero igual un poco menos sangriento. Ciertamente desacredita a la oposición en algún grado pero para nada "es categórico".
Otra cosa es que tomemos incluso este informe como tendencioso e islamista, que seguramente lo es. Pero no podemos decir que dice lo que no dice.
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