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| Foto G. Trucchi |
Por Giorgio Trucchi - LINyM
Pocos minutos después del cierre de las urnas, la situación en Nicaragua sigue normal.
Al llegar al centro de votación, el candidato de la Alianza PLI, Fabio Gadea Mantilla, hizo un llamado al pueblo de Nicaragua para que "siga votando masivamente" y aseguró que podría reconocer los resultados del CSE (Consejo Supremo Electoral) sólo "cuando se cuente el último voto".
No quiso contestar a la pregunta de que si estaría dispuesto a reconocer una victoria del presidente Ortega. "No tengo que reconocer nada, porque voy a ganar", repitió insistentemente. Tampoco su compañero de fórmula, el disidente sandinista y ex coordinador del MRS (Movimiento Renovador Sandinista), Edmundo Jarquín, quiso hablar de ese tema. "No vamos a reconocer un fraude y no hay posibilidad de que Ortega gane bien. No puedo responder a hipótesis", afirmó a este corresponsal.
Faltando menos de tres horas al cierre de las votaciones, el presidente Ortega hizo ejercicio del derecho al voto. Ante los medios nacionales e internacionales acreditados por este proceso electoral, Ortega dijo esperar una votación muy alta para él, "porque esta vez los nicaragüenses han concurrido a las urnas a votar sin miedo alguno".
El mandatario nicaragüense recordó que el derecho a ejercer el voto en Nicaragua es algo muy reciente y directamente vinculado con el derrocamiento de la dictadura somicista en 1979. "Aquí lo importante es seguir votando por la paz, por la reconciliación y
por la estabilidad del pueblo nicaragüense. Eso es lo mas importante,
que la población vote sin temores", destacó durante su breve comparecencia ante los medios.
Según el presidente del CNU (Consejo Nacional de Universidades), Telémaco Talavera, en el país "han habido algunos incidentes aislados que no empañan lo que ha estado una jornada normal". En algunos puntos del país se reportaron episodios de violencia, como en Ciudad Darío, donde varias personas quedaron heridas por un ataque de supuestos militantes de la Alianza PLI.
Talavera dijo esperar que los centros de votación cierren en tiempo y forma, y que las fuerzas políticas desistan de eventuales planes para empañar "un proceso que, hasta el momento, ha sido una fiesta cívica", dijo.
También las delegaciones de la Unión Europea y la OEA (Organización de Estados Americanos) coincidieron en señalar la normalidad del proceso de votación, aunque el jefe de la Delegación de la OEA, Dante Caputo, lamentó que en algunos casos se le limitó a miembros de la delegación el acceso al escrutinio, lo cual violentaría el acuerdo firmado con el CSE.
Por su lado, el presidente del CSE, magistrado Roberto Rivas, volvió a encarar a la Alianza PLI, acusándola de estar fomentando la violencia y tratando de boicotear el proceso electoral. "Entiendo que simpatizantes del PLI tenían rodeadas dos juntas receptoras de votos en algunos municipios de Matagalpa.
Hago un llamado a la alianza PLI a que no sean promotores del desorden, - continuó Rivas -,
no sean provocadores, porque la violencia engendra violencia, la
provocación engendra reacciones. Hago un llamado para que el pueblo haga valer sus derechos y aparte a estos malos hijos de Nicaragua que pretenden enturbiar este proceso electoral", dijo Rivas.
Ante esta situación sonó como voz discordante las declaraciones de la ong Ética y Transparencia, al decir que se observó una violación e incumplimiento sistemático y voluntario del Estado nicaragüense, en 11 de los 13 indicadores relacionados con los temas de participación, campaña limpia y garantía del sufragio. "Estos incumplimientos nos obligan a declarar que este proceso electoral no es justo, ni honesto, ni creible, y presenta indicios de fraude e incumple de forma intencional requisitos mínimos de calidad, causando que no existan garantías mínimas sobre la fidelidad y transparencia de los conteos", dijo Roberto Courtney, director de Ética y Transparencia.
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