Del 26 al 27 de noviembre se realizó en Managua, Nicaragua, el 5 Foro de Integración Energética Regional (FIER), en el marco de las iniciativas previas a la 41 Reunión de ministros de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE).
Durante el cierre de las actividades, a las que participaron miembros y delegaciones del sector público, privado y de la cooperación internacional de los 26 países que conforman OLADE, el secretario ejecutivo de esta organización, Carlos Flores, recordó que la integración regional no es algo que se logra con una fórmula, sino que hay "que hacerla día a día".
Flores presentó los resultados finales de ese foro internacional, evidenciando que "la integración en la región es factible" y que la complementariedad tecnológica y económica, la solidaridad y la ayuda mutua "son vitales para su consolidación".
El secretario ejecutivo de OLADE evidenció también la necesidad de que se implementen estratégias en las que "ganemos todos", y que apunten a una matriz energética basada en las fuentes renovables (hidroelectricidad, biomasa, geotermia, energía eólica, gas natural).
En las conclusiones se remarcó la necesidad de "avanzar en las metodologías de contacto con las comunidades, destacar la importancia de las lecciones aprendidas en proyectos de desarrollo sostenible, y valorar las experiencias exitosas en materia de integración eléctrica en la región (interconexión Eléctrica México-América Central e interconexión Eléctrica México-Guatemala)", tratando al mismo tiempo de reducir las asimetrías existentes entre los países de la región.
Sin embargo, en ningún momento se mencionó la importancia de que las comunidades, donde surjan los proyectos renovables (sobre todo hidroeléctricos), sean parte de este esfuerzo, como beneficiarias y parte fundamental de cualquier tipo de acuerdo, negociación, concesión, ley o decreto.
Nicaragua ejemplo para la región
En su intervención, el ministro de Energía y Minas de Nicaragua, Emilio Rappaccioli, subrayó como Nicaragua en los últimos años ha demostrado su compromiso con el desarrollo sostenible.
"La política energética del gobierno de Nicaragua descansa en tres ejes estratégicos: la diversificación de la matriz energética enfocada en los recursos renovables, la eficiencia energética y la electrificación rural", dijo el ministro.
Rappaccioli dio a conocer algunos datos de este avance de país.
"Nuestro sistema interconectado nacional está basado en un 35 por ciento de recursos renovables". Un aumento de diez puntos porcentuales (del 25 al 35 por ciento) con respecto al año 2007, cuando asumió el gobierno sandinista, y un aumento en el último año de capacidad instalada de 63 MW.
"Nuestro gobierno está comprometido en cambiar la matriz energética en el corto, mediano y largo plazo", hasta llegar en el 2025 a una capacidad de generación de más de 1200 MW, con una inversión prevista de 2.600 millones de dólares (actualmente Nicaragua tiene una demanda de energía a nivel nacional que ronda los 500 MW).
Según los planes del MEM, entre 2011 y 2016 la capacidad instalada de energía llegaría a 865 MW y en 2017, el 94 por ciento de ella estaría basada en fuentes renovables.
"En el período 2017-2025 los restantes 360 MW serán instalados con fuentes renovables y sólo el 2 por ciento de la demanda energética será en base a combustibles fósiles", dijo Rappaccioli.
Con respecto a la cobertura eléctrica en el país, Nicaragua pasó del 52 por ciento en el 2007 al 66 por ciento en 2010, desarrollando un programa nacional de electrificación sostenible sobre todo en las áreas rurales.
"El objetivo es poder llegar en 2014 a una cobertura eléctrica nacional del 86 por ciento", concluyó Rappaccioli al clausurar la actividad que precede la reunión de ministros de OLADE.
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