Por Red de Coordinación en Biodiversidad
Las propuestas de ley no se hacen en el vacío, se realizan desde una determinada concepción del Estado y de las actividades o sectores que se pretende regular. El proyecto de ley de Reforma Integral de la Ley de Semillas, con expediente número 16.098, aborda un elemento esencial para la agricultura campesina y la alimentación como son las semillas desde una clara perspectiva neoliberal.
Eso implica, por ejemplo, reducir el Estado a una mínima expresión. Así se reconoció en la exposición de motivos del texto que nos ocupa, donde los legisladores proponentes lo justificaron en tanto “se han modificado sustancialmente 'las reglas de juego' en materia de comercio internacional, normativas y desarrollo tecnológico. En adición a lo anterior, la tendencia que conduce hacia una menor participación del Estado en los procesos productivos, con el consecuente incremento de la participación del sector privado en aspectos como la investigación agrícola, producción y comercio de semillas, induce al planteamiento de un cambio en la orientación de la participación del Estado, en los aspectos relacionados con su papel fiscalizador y promotor de la actividad semillerista” (Exposición de motivos original del Expediente No. 16.098, énfasis añadido).
Los cambios propuestos para la Oficina Nacional de Semillas (OFINASE), ahora dependiente del Ministerio de Agricultura y Ganadería, son otro ejemplo de una visión que procura fortalecer la influencia del sector privado en la gestión de los asuntos públicos y en beneficio de los intereses monetarios de unos pocos. El proyecto dota a la OFINASE de independencia administrativa, funcional y financiera, asimismo fortalece y amplía sus poderes y atribuciones. Al mismo tiempo permite su financiamiento privado por parte de organismos internacionales, autoriza la tercerización de sus funciones mediante la contratación de servicios especiales, y le crea una Junta Directiva con amplios poderes y participación del sector privado.
Nos sorprendió saber que el Poder Ejecutivo había resucitado y convocado como parte de su agenda de este mes de agosto este proyecto de ley, cuya discusión no se había retomado en la Asamblea Legislativa desde que fue aprobado por la Comisión de Asuntos Agropecuarios en 2008. En esa ocasión y aunque nos convocaron para dar nuestra opinión, la Red de Coordinación en Biodiversidad solicitó una audiencia a dicha Comisión, en la cual logramos demostrar que las exigencias que se incluyen en el proyecto para certificar semillas para el comercio acarrearían serios perjuicios para las semillas campesinas. Podemos decir que esa intervención fue importante para detener el proceso en aquel momento, asimismo que los cuestionamientos detallados que hicimos en 2008 siguen siendo totalmente válidos.
En 2008 tampoco fue llamada a opinar ninguna organización o asociación de agricultores, con excepción de UPANACIONAL que se pronunció claramente en contra del citado proyecto. En este sentido, su aprobación acelerada obligaría a nuestros agricultores y agricultoras a manejar sus semillas de acuerdo a la lógica e intereses de las industria semillerista transnacional, sin que las organizaciones del sector hubieran siquiera participado de alguna forma en su discusión.
Queremos agradecer la acertada intervención del señor Luis Felipe Arauz, Ministro de Agricultura, que permitió que el proyecto de Reforma Integral a la Ley de Semillas fuera retirado de la convocatoria a sesiones extraordinarias y se abriera un espacio inicial de diálogo con presencia de organizaciones del sector, asimismo la apertura que encontramos tanto de parte del Ministerio como de Diputados y Diputadas para retomar las preocupaciones que planteamos en la actual coyuntura. Valoramos asimismo la propuesta que expresó en ese espacio de diálogo el pasado miércoles 19 de agosto la Diputada Marlene Madrigal, Presidenta de la Comisión de Asuntos Agropecuarios, para realizar un proceso de foros regionales que permitan socializar y mejorar este texto.
Llamamos a las organizaciones campesinas y ecologistas a participar de forma activa y crítica en la revisión de este proyecto de ley, y reiteramos el compromiso de mantenernos vigilantes en defensa de las semillas y la agricultura campesina.
Los cambios propuestos para la Oficina Nacional de Semillas (OFINASE), ahora dependiente del Ministerio de Agricultura y Ganadería, son otro ejemplo de una visión que procura fortalecer la influencia del sector privado en la gestión de los asuntos públicos y en beneficio de los intereses monetarios de unos pocos. El proyecto dota a la OFINASE de independencia administrativa, funcional y financiera, asimismo fortalece y amplía sus poderes y atribuciones. Al mismo tiempo permite su financiamiento privado por parte de organismos internacionales, autoriza la tercerización de sus funciones mediante la contratación de servicios especiales, y le crea una Junta Directiva con amplios poderes y participación del sector privado.
Nos sorprendió saber que el Poder Ejecutivo había resucitado y convocado como parte de su agenda de este mes de agosto este proyecto de ley, cuya discusión no se había retomado en la Asamblea Legislativa desde que fue aprobado por la Comisión de Asuntos Agropecuarios en 2008. En esa ocasión y aunque nos convocaron para dar nuestra opinión, la Red de Coordinación en Biodiversidad solicitó una audiencia a dicha Comisión, en la cual logramos demostrar que las exigencias que se incluyen en el proyecto para certificar semillas para el comercio acarrearían serios perjuicios para las semillas campesinas. Podemos decir que esa intervención fue importante para detener el proceso en aquel momento, asimismo que los cuestionamientos detallados que hicimos en 2008 siguen siendo totalmente válidos.
En 2008 tampoco fue llamada a opinar ninguna organización o asociación de agricultores, con excepción de UPANACIONAL que se pronunció claramente en contra del citado proyecto. En este sentido, su aprobación acelerada obligaría a nuestros agricultores y agricultoras a manejar sus semillas de acuerdo a la lógica e intereses de las industria semillerista transnacional, sin que las organizaciones del sector hubieran siquiera participado de alguna forma en su discusión.
Queremos agradecer la acertada intervención del señor Luis Felipe Arauz, Ministro de Agricultura, que permitió que el proyecto de Reforma Integral a la Ley de Semillas fuera retirado de la convocatoria a sesiones extraordinarias y se abriera un espacio inicial de diálogo con presencia de organizaciones del sector, asimismo la apertura que encontramos tanto de parte del Ministerio como de Diputados y Diputadas para retomar las preocupaciones que planteamos en la actual coyuntura. Valoramos asimismo la propuesta que expresó en ese espacio de diálogo el pasado miércoles 19 de agosto la Diputada Marlene Madrigal, Presidenta de la Comisión de Asuntos Agropecuarios, para realizar un proceso de foros regionales que permitan socializar y mejorar este texto.
Llamamos a las organizaciones campesinas y ecologistas a participar de forma activa y crítica en la revisión de este proyecto de ley, y reiteramos el compromiso de mantenernos vigilantes en defensa de las semillas y la agricultura campesina.
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