Por Cubadebate
El Papa Francisco decidió abrir los archivos de la Iglesia Católica sobre la dictadura militar que sufrió Argentina. Durante esa época el Vaticano tuvo un rol importante porque recibía las denuncias de las madres y familiares de las víctimas. También es probable que se conserven las gestiones que hicieron con la dictadura.
El encargado de comunicar la decisión de Jorge Bergoglio, fue un hombre de su extrema confianza. El deseo del Papa es ese, que se haga algo, y para eso encargó a la Secretaría de Estado y se ha comenzado a trabajar en el tema de la desclasificación de los archivos del Vaticano relacionados con la dictadura argentina”, dijo el hombre del Papa.
Guillermo Karcher es el colaborador más cercano de Francisco y su mensajero oficial, quien ha confirmado durante una entrevista a Radio América que el papa está dispuesto a dar este paso y ya se busca la fórmula para hacerlo.
Ángela Boitano, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por razones políticas, fue recibida por el pontífice la semana pasada, y anunció que el papa le había asegurado que se abrirían los archivos. Sin embargo, el Vaticano no ha confirmado ni desmentido esta afirmación.
La asociación cree que el papa irá más lejos y colaborará para que la Iglesia argentina haga una auténtica autocrítica de su protagonismo en la dictadura, en la que muchos religiosos colaboraron activamente con el régimen, cuyos dirigentes se declaraban profundamente católicos.
Guillermo Karcher es el colaborador más cercano de Francisco y su mensajero oficial, quien ha confirmado durante una entrevista a Radio América que el papa está dispuesto a dar este paso y ya se busca la fórmula para hacerlo.
Ángela Boitano, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por razones políticas, fue recibida por el pontífice la semana pasada, y anunció que el papa le había asegurado que se abrirían los archivos. Sin embargo, el Vaticano no ha confirmado ni desmentido esta afirmación.
La asociación cree que el papa irá más lejos y colaborará para que la Iglesia argentina haga una auténtica autocrítica de su protagonismo en la dictadura, en la que muchos religiosos colaboraron activamente con el régimen, cuyos dirigentes se declaraban profundamente católicos.
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