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Por Bruno Rodríguez Parrilla - Cubadebate
(Con informaciones de PL)
Naciones Unidas condenó, por vigésima ocasión en 20 años
consecutivos, el bloqueo impuesto por Estados Unidos contra Cuba y
exigió su levantamiento.
El nuevo rechazo a ese cerco
norteamericano fue sancionado este martes aquí por el plenario de la
Asamblea General de la ONU 186 votos a favor, dos en contra y tres
abstenciones.
Las votaciones contra el bloqueo comenzaron el 24 noviembre de 1992 cuando la 47 sesión ordinaria de ese órgano aprobó por 59 votos a favor, tres en contra y 71 abstenciones la primera resolución en ese sentido.
Desde entonces la Asamblea ha aprobado
cada año una resolución titulada Necesidad de poner fin al bloqueo
económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de
América contra Cuba.
Resultado de las votaciones en la ONU. Serie histórica.
Años | A favor | En contra | Abstención |
---|---|---|---|
1992 | 59 | 3 | 71 |
1993 | 88 | 4 | 57 |
1994 | 101 | 2 | 48 |
1995 | 117 | 3 | 38 |
1996 | 137 | 3 | 25 |
1997 | 143 | 3 | 17 |
1998 | 157 | 2 | 12 |
1999 | 155 | 2 | 8 |
2000 | 167 | 3 | 4 |
2001 | 167 | 3 | 3 |
2002 | 173 | 3 | 4 |
2003 | 179 | 3 | 2 |
2004 | 179 | 4 | 7 |
2005 | 182 | 4 | 1 |
2006 | 183 | 4 | 1 |
2007 | 184 | 4 | 1 |
2008 | 185 | 3 | 2 |
2009 | 187 | 3 | 2 |
2010 | 187 | 2 | 3 |
2011 | 186 | 2 | 3 |
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Fuente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2011/10/25/por-vigesima-ocasion-golpe-contundente-al-bloqueo/
La política de bloqueo y hostilidad de Estados Unidos contra Cuba no ha cambiado en 50 años (+Video) Discurso del Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla en la 66ma Sesión de la Asamblea General de la ONU
Señor Presidente:
El 13 de noviembre de 1991, esta Asamblea General tomó la decisión de
incluir en el programa de su siguiente período de sesiones, el examen
del tema titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico,
comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra
Cuba”.
Eran los momentos en que Estados Unidos se disponía, con cruel
oportunismo, a apretar el cerco contra la isla que luchaba sola,
mediante la llamada Ley Torricelli, la cual cercenó nuestro comercio de
medicinas y alimentos con las subsidiarias de compañías norteamericanas
asentadas en terceros países. Fue ese el acto oficial que hizo notoria y
pública la aplicación extraterritorial de las leyes del bloqueo contra
terceros Estados.
Hubiera parecido imposible entonces que, 20 años después, esta
Asamblea estaría hoy considerando el mismo asunto, tan estrechamente
vinculado al derecho de los pueblos a la autodeterminación, al Derecho
Internacional, a las reglas internacionales del comercio, a las razones
por las cuales existe esta Organización.
Se trata ya de uno de los temas tradicionales de la Asamblea General,
que convoca los pronunciamientos más reiterados, con el apoyo más
categórico y abrumador, y que muestra con mayor nitidez el aislamiento
incómodo del país agresor y la resistencia heroica de un pueblo negado a
ceder sus derechos soberanos.
Durante dos décadas, la comunidad internacional ha reclamado
invariable y sostenidamente que se ponga fin al bloqueo económico,
comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba. Lo ha hecho
por medio de las resoluciones que cada año se aprueban casi
unánimemente, de las decenas de apelaciones de Jefes de Estado y de
Delegaciones que se refieren al tema en el Debate General de alto nivel
de esta Asamblea, y de los pronunciamientos de casi todos los organismos
internacionales y agrupaciones de Estados, en particular los de América
Latina y el Caribe.
En 1996, la Ley Helms-Burton amplió de forma inédita las dimensiones
extraterritoriales del bloqueo y codificó integralmente el “cambio de
régimen” y la ulterior intervención en Cuba. Nadie conoce que el “Plan
Bush para Cuba”, del año 2004, haya sido dejado sin efecto.
El Informe del Secretario General dedicado a este tema, que recoge
los pronunciamientos de más de 160 países y organismos especializados
del sistema de las Naciones Unidas, ilustra con abundantes datos la
persistencia de esta política criminal y sus efectos directos sobre la
población y la economía cubanas.
El daño económico directo ocasionado al pueblo cubano por la
aplicación del bloqueo supera los 975 mil millones de dólares, calculado
al depreciado valor del dólar frente al oro.
La Convención contra el Genocidio de 1948, en su artículo 2 inciso b
tipifica como acto de genocidio la “lesión grave a la integridad física o
mental de los miembros del grupo” y en su inciso c, el “sometimiento
intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear
su destrucción física, total o parcial”.
Los objetivos del bloqueo han sido, según el memorando del Gobierno
de los Estados Unidos del 6 de abril de 1960 “provocar el desengaño y el
desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria [...]
debilitar la vida económica negándole a Cuba dinero y suministros con el
fin de reducir los salarios nominales y reales, provocar hambre,
desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Nunca ha ocultado que su objetivo es derrocar al gobierno
revolucionario y destruir el orden constitucional que el pueblo
soberanamente defiende, lo que el ex Presidente George W. Bush llamó
“cambio de régimen” y que ahora alcanza nuevas dimensiones.
Señor Presidente:
A pesar de la falsa imagen de flexibilidad que pretende trasladar el
actual gobierno de los Estados Unidos, el bloqueo y las sanciones
permanecen intactos, en completa aplicación y se ha acentuado en los
años más recientes su carácter extraterritorial. Como rasgo distintivo
del período del presidente Obama, se refuerza la persecución a las
transacciones financieras cubanas en todo el mundo, sin respeto a las
leyes de terceros países ni a la oposición de sus gobiernos.
Cuba continúa sin poder exportar e importar libremente productos y
servicios de tipo alguno hacia o desde los Estados Unidos. No puede
utilizar el dólar norteamericano en sus transacciones, incluidos los
pagos a la Organización de las Naciones Unidas y otros organismos
internacionales. Tampoco puede tener cuentas en esa moneda en bancos de
terceros países o acceso a créditos de bancos en Estados Unidos, de sus
filiales en terceros países y de instituciones internacionales como el
Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo.
La prohibición de comerciar con subsidiarias de empresas
estadounidenses en terceros países permanece inalterable. Los
empresarios de otras naciones interesados en invertir en mi país
continúan siendo sancionados, amenazados o incluidos en listas negras.
Los organismos internacionales, los programas y agencias del sistema
de la ONU no escapan a esta política, al obstaculizar el gobierno de los
Estados Unidos la cooperación que estas entidades prestan a Cuba,
incluida la destinada a áreas de sensibilidad extrema.
La incautación, en enero de 2011, de 4 millones 207 mil dólares del
financiamiento del Fondo Mundial de Lucha Contra el SIDA, la
Tuberculosis y la Malaria, para la ejecución de proyectos de cooperación
con Cuba destinados a combatir el síndrome de la inmunodeficiencia
adquirida (SIDA) y la tuberculosis, así lo demuestra.
Como resultado de la denuncia de Cuba, el Departamento del Tesoro
estadounidense emitió una licencia general en mayo de este año para
liberar dichos fondos, la cual vencerá el 30 de junio de 2015. Pero, el
hecho mismo de que los recursos de esta organización requieran, para
llegar a Cuba, de una licencia del gobierno de los Estados Unidos
muestra, además del designio de utilizar a estos programas tan sensibles
como rehenes de su política de agresión contra mi país, un flagrante
irrespeto a las Naciones Unidas y a las instituciones que la integran.
Varios proyectos de cooperación ejecutados por el Organismo
Internacional de Energía Atómica también han sido víctimas del
bloqueo.
En medio de la supuesta flexibilización para que viajen a Cuba
algunos grupos de norteamericanos, en fecha muy reciente el Departamento
del Tesoro denegó también licencias de viajes a Cuba a dos importantes
organizaciones no gubernamentales estadounidenses que durante varios
años han cooperado con instituciones cubanas en la esfera de la salud.
Esta decisión podría impedir que lleguen a su destino donaciones de
medicamentos a los que nuestro país no tiene acceso producto del
bloqueo.
La verdad es que la libertad de viajar de los norteamericanos sigue
cercenada y que Cuba sigue siendo el único destino prohibido.
Señor Presidente:
En repetidas oportunidades los representantes de los Estados Unidos
han señalado que el tema que hoy discutimos es una cuestión bilateral y
que, por tanto, no debe ser tratada en este foro. Probablemente repitan
hoy este falaz argumento.
Los hechos demuestran su inconsistencia. Ciudadanos y compañías de
numerosos Estados miembros aquí representados han sido objeto de
sanciones por establecer relaciones económicas con Cuba.
¿Qué son, si no, muestra de la extraterritorialidad de dicha
política, las multas impuestas el 18 de agosto de 2011 a la subsidiaria
de la empresa naviera y de transporte francesa CMA CGM por ofrecer
servicios de contenedores a Cuba? ¿Cómo pudieran calificarse las
exigencias de la sucursal europea PayPal, empresa encargada de facilitar
las transacciones electrónicas por Internet, a la firma alemana Rum Co
para que sacara de su página web el ron y el tabaco cubanos?
Los ejemplos sobre la extraterritorialidad, como se aprecia en la
respuesta de Cuba contenida en el mencionado informe del Secretario
General, son innumerables.
Señor Presidente:
Las declaraciones más recientes sobre Cuba del Presidente Obama han
dejado anonadados a no pocos observadores, pero no nos sorprenden. Al
ofrecimiento del gobierno de Cuba de establecer un diálogo sobre todos
los temas de interés de la agenda bilateral, la respuesta del Presidente
Obama ha sido, nuevamente, el rechazo solapado, bajo argumentos
absurdos y condicionamientos inaceptables que nunca han funcionado.
Su
postura es vieja, repetitiva, anclada al pasado, es como si, en vez del
Presidente elegido para el cambio, hablaran sus predecesores, incluso
republicanos. Parecería desinformado, desconocedor totalmente de lo que
hoy sucede en nuestro país, de nuestra historia y cultura.
Cuba hizo el gran cambio en 1959. Al precio de 20 mil vidas, barrió a
la dictadura de Batista, el hombre fuerte de los Estados Unidos.
Después ha seguido cambiando cada día y debido a su capacidad de
renovación es que ha resistido. Otros no resistieron porque no cambiaron
y se anquilosaron o se desviaron. Ahora, Cuba cambia y cambiará
resueltamente todo lo que deba ser cambiado dentro de la Revolución y
del socialismo. Más Revolución y mejor socialismo.
Lo que no ha cambiado durante 50 años, Mr. President, es el bloqueo y
la política de hostilidad y agresión de Estados Unidos, a pesar de que
no han funcionado, ni van a funcionar.
Pero lo que el gobierno de Estados Unidos quiere que cambie, no va a
cambiar. El gobierno de Cuba seguirá siendo “el gobierno del pueblo, por
el pueblo y para el pueblo”. Nuestras elecciones no serán subastas. No
habrá campañas electorales de 4 mil millones de dólares ni un Parlamento
con un 13% de apoyo de los electores.
No tendremos élites políticas
corruptas separadas de la gente. Continuaremos siendo una democracia
verdadera y no una plutocracia. Defenderemos el derecho a la información
veraz y objetiva.
Seguiremos conquistando “toda la justicia”. Protegeremos la igualdad
de oportunidades de cada niño y no abandonaremos a nadie. No
renunciaremos a nuestras políticas sociales. La salud y la educación
seguirán siendo universales y gratuitas. Aseguraremos el derecho al
trabajo y a la jubilación digna y la seguridad social.
Seguirá habiendo
salario igual a trabajo igual. Protegeremos a la maternidad y a la
discapacidad. El ser humano seguirá siendo lo primero y más importante.
Defenderemos nuestra cultura. Continuaremos creyendo en los valores
humanos. Será garantizado el ejercicio de los derechos humanos a todos
los cubanos.
La economía tendrá que ser eficiente pero seguirá al servicio del
hombre. La vida de la gente es y será más importante que los datos
macroeconómicos. Las políticas económicas continuarán siendo consultadas
al pueblo. Las consecuencias de la crisis económica global se
compartirán entre todos. Seguiremos redistribuyendo la riqueza para que
no haya ricos ni pobres. No admitiremos la corrupción, la especulación,
ni quitaremos el dinero a los trabajadores para salvar bancos.
Continuaremos buscando la participación en nuestra economía de compañías
extranjeras sin exclusión alguna.
Señor Presidente:
Bastaría revisar lo recientemente divulgado por Wikileaks sobre el
trabajo del Departamento de Estado y las Embajadas estadounidenses en
todos los países, orientado a entorpecer las relaciones políticas,
diplomáticas, económicas, comerciales y de cooperación de Cuba. Resultan
vergonzosas por su contenido, las informaciones que revelan la
preocupación, interés y persecución a la humanitaria labor de las
brigadas médicas de Cuba que prestan su noble y desinteresado servicio a
millones de personas en decenas de pueblos hermanos.
Los vínculos familiares y el limitado intercambio cultural,
académico, científico que existen entre Estados Unidos y Cuba,
demuestran hoy cuán positiva sería la expansión de estos vínculos para
beneficio de ambos pueblos, sin las trabas y condicionamientos impuestos
por Washington. La propuesta de Cuba para avanzar hacia la
normalización de las relaciones y expandir la cooperación bilateral en
diversas esferas sigue en pie. Estaría igual en el interés común la
solución recíproca de asuntos humanitarios pendientes.
¿Por qué el gobierno del presidente Obama mejor no se ocupa de los
problemas de los Estados Unidos y nos deja a los cubanos resolver en paz
y tranquilos los nuestros?
Uno de los Cinco luchadores antiterroristas cubanos acaba de cumplir,
hasta el último minuto, los 13 años de su injusta condena, pero se le
impide regresar a Cuba a unirse con su familia, mientras los otros
cuatro permanecen bajo cruel e injusta prisión política.
La burda
corrupción del proceso legal y la conducta ilegal del gobierno, en
relación con este, es ampliamente conocida y ha sido bien documentada.
¿Por qué no los liberan en un acto de justicia o, al menos, humanitario?
Señor Presidente:
Debo trasmitir la profunda gratitud del pueblo de Cuba a todos los
países que durante 20 años han expresado con su voz y su voto la
necesidad de poner fin a las sanciones unilaterales más injustas,
prolongadas y abarcadoras de la historia, que tanto han afectado a
millones de cubanos.
En nombre de Guillermo Domínguez Díaz (16 años), Ivis Palacio Terry
(18), Randy Barroso Torres (17) y Adrián Izquierdo Cabrera (12), que han
sufrido cirugías conservadoras y pasado meses enyesados en sus camas
por no disponer de prótesis extensibles pediátricas (endoprótesis
tumoral extensoras), las cuales se producen en los Estados Unidos o bajo
sus patentes, y de María Amelia Alonso Valdés (2), Damián Hernández
Valdés (4) y Dayán Romayena Lorente (12), quienes padecen de tumores del
sistema nervioso central y necesitan tratamiento con Temodal que es
norteamericano y está protegido por su patente;
En nombre de mi pueblo abnegado, generoso, optimista y heroico, y
para bien de la comunidad de naciones y del “equilibrio del mundo”, les
solicito apoyar el proyecto de resolución L.4 titulado: “Necesidad de
poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los
Estados Unidos de América contra Cuba”.
Muchas gracias.
Video de la intervención: http://www.youtube.com/watch?v=Bh7fukN2CoU&feature=player_embedded
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