Foto G. Trucchi/Rel-UITA |
Por Giorgio Trucchi - LINyM
Honduras se ha transformado en uno de los países más peligrosos para
ejercer el periodismo.
Los 16 asesinatos de profesionales de la comunicación
ocurridos después del golpe de Estado de junio de 2009 y la impunidad que rige
en el país, fueron elementos de análisis y discusión durante la primera jornada
del Foro “Impunidad, libertad de expresión y justicia”, que se lleva a cabo del
5 al 7 de octubre en la capital hondureña.
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Durante su presentación, Frank La Rue, relator de
Naciones Unidas para la Libertad de Expresión, remarcó la fuerte preocupación
de esa instancia por el excesivo silencio vinculado a la violación de los
derechos humanos en el país. “Parece una connivencia basada en el silencio o un
silencio forzado por la intimidación. Y si a este silencio le agregamos 16
periodistas y más de 40 líderes sociales asesinados, la situación se vuelve muy
crítica”, afirmó ante un auditorio muy atento.
Otro elemento que está generando mucha preocupación a
nivel internacional es la impunidad. “La impunidad es en si misma una violación
de los derechos humanos y una invitación a que se cometan más crímenes. Aunque
no podamos señalar a los responsables de estos crímenes, sí podemos decir que
el Estado debe investigar y castigar a los responsables”, dijo La Rue.
También se refirió a las recientes declaraciones de
Porfirio Lobo, quien acusó a sectores de la sociedad hondureña de usar el tema
de los derechos humanos para desprestigiar al país. “La verdadera actitud de un
gobierno democrático es reconocer sus responsabilidades.Es absurdo decir que se
trata de una campaña de desprestigio internacional”, aseveró.
Finalmente, el relator de las Naciones Unidas consideró
como urgente y necesario reconocer que en Honduras hubo golpe de Estado. “El
regreso de Honduras al concierto internacional de naciones es positivo, pero
sólo si se hace partiendo del reconocimiento que fue un golpe, porque la historia
no se puede ignorar.
La historia - continuó La Rue - marca a los pueblos y
deja cicatrices que, si no son sanadas, provocan un dolor profundo, cerrando la
posibilidad de forzar y forjar una reconciliación. Hay que reconocer la
verdad”, concluyó.
Actores
fácticos
Félix Molina, periodista hondureño y director del
programa de la Resistencia que se transmite en Radio Globo, asegura que “el
golpe fue un rompimiento de la institucionalidad y el avance de otros actores
que estaban incidiendo en el Estado antes del golpe, es decir los grupos
económicos que son poderes fácticos en el país, el crimen organizado en sus
diferentes manifestaciones, así como las transnacionales compradoras de
tierras, la industria extractivista y el monocultivismo, entre otros”.
Según él, esta irrupción de actores sobre un Estado
débil y una sociedad militarizada se tradujo en un “desmejoramiento inocultable
del ejercicio de la libertad de expresión, tanto para los medios y periodistas
independientes y vinculados a procesos de cambios sociales y políticos, como
para la ciudadanía en cuanto sujeta del derecho a la información”.
Además de los 16 asesinatos de periodistas, Molina
señaló una interminable serie de atentados y amenazas en contra de medios y
periodistas, en medio de una total impunidad. “Hay un Estado indiferente y no
le interesa investigar esos caso. Tampoco hay un discurso público que favorezca
el respeto a la libertad de expresión. Eso es contribuir a la impunidad”,
aseveró.
Finalmente, subrayó el papel que ciertos medios
desempeñaron “en la conspiración política para el rompimiento institucional,
distorsionando o ignorando la realidad. Todo eso permite que se sigan
silenciando las violaciones a los derechos humanos y contribuye a generar más
violaciones”, concluyó.
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