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Entrevista con la ministra del Trabajo Jeannette Chávez
por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
Por más de 16 años el Ministerio del Trabajo de Nicaragua se caracterizó por ser pro empresarial. Los trabajadores y trabajadoras vivieron una pesadilla exigiendo el respeto de sus derechos laborales y sindicales, enfrentándose a menudo con las represalias de la patronal que gozaba de total impunidad.
por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
Por más de 16 años el Ministerio del Trabajo de Nicaragua se caracterizó por ser pro empresarial. Los trabajadores y trabajadoras vivieron una pesadilla exigiendo el respeto de sus derechos laborales y sindicales, enfrentándose a menudo con las represalias de la patronal que gozaba de total impunidad.
Para analizar la situación en estos últimos años, Sirel conversó con la Ministra del Trabajo del gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional, Jeannette Chávez.
-¿Cuál era la situación del Ministerio al asumir su cargo?
-En 2007 encontramos un Ministerio que no respondía a las expectativas de los trabajadores y trabajadoras. Había una dinámica pro empresarial que atentaba contra sus intereses, generando mucha frustración. Era muy difícil conformar sindicatos o firmar Convenios Colectivos y en muchos sectores las represalias y despidos eran inmediatos.
-¿Cuáles fueron las primeras medidas que tomó la nueva administración?
-Comenzamos a revisar, definir políticas, y decidimos enfocarnos en estrategias de mediano y largo plazo. Fue así que la promoción, la tutela y la restitución del derecho al trabajo digno se convirtieron en los pilares fundamentales alrededor de los cuales implementar acciones concretas.
-¿Qué tipo de acciones?
-Comenzamos a impulsar inspecciones laborales más objetivas, basadas en las normativas laborales vigentes. Además -con el apoyo de la OIT- logramos impulsar la aprobación de la Ley General de Inspección del Trabajo. Ahora son mucho más claras las competencias del Ministerio del Trabajo (MITRAB), las obligaciones del empleador y el proceso de sanción. También ampliamos las inspecciones al sector rural que estaban totalmente abandonadas.
Terminamos con el tráfico de influencias. Ahora el inspector, encontrándose capacitado técnica y éticamente, se ha convertido en un funcionario capaz de dar fe pública.
En 2010 realizamos 8.300 inspecciones y 2.200 inspecciones técnicas en materia de higiene y seguridad laboral, con una cobertura total de más de 500 mil trabajadores.
-¿Qué hizo el MITRAB para garantizar la libertad sindical?
-Nos propusimos apoyar a los trabajadores en el ejercicio de sus derechos y no volvimos a admitir impugnaciones de contenido sindical, por parte de los empleadores.
En los últimos cuatro años se conformaron más de 700 sindicatos. Un resultado importante si lo comparamos con el promedio del pasado de 25 sindicatos por año.
Además se firmaron -en promedio- 55 Convenios Colectivos al año, cinco veces más que antes del 2007. Se conformaron más de 600 comisiones mixtas y más de 900 comisiones de Higiene y Seguridad Laboral. Simultáneamente, exigimos el respeto del fuero sindical, declarando nulos los actos que violentaban ese derecho y ordenando la restitución de los directivos sindicales despedidos.
-¿Y en el ámbito laboral?
-Desarrollamos fuertes campañas de divulgación y capacitación. En 2010 brindamos 71 mil consultas jurídicas, 89 por ciento de las cuales fueron realizadas por trabajadores. También impulsamos una política activa de empleo, redireccionando los fondos de la cooperación hacia la creación de programas de capacitación y empleo para jóvenes, adultos que estaban fuera del mercado laboral y padres de niños y niñas trabajadoras. En los últimos dos años logramos insertar al mercado laboral más de 6 mil personas.
Con el trabajo realizado junto con los demás Ministerios y la firma de convenios tripartitos hemos logrado reducir el trabajo infantil, sobre todo en el campo. En marzo vamos a tener un nuevo censo y datos actualizados sobre los resultados logrados. Finalmente, hemos reducido drásticamente los accidentes laborales. Implementamos un plan especial de vigilancia en las empresas que mostraban los niveles más altos de accidentabilidad y ampliamos de 400 a más de mil las empresas que están reportando accidentes.
-¿Cómo ha sido la relación con el sector empresarial y sindical?
-Uno de nuestros objetivos es fomentar la cultura del cumplimiento entre los empleadores, y hemos venido impulsando un verdadero diálogo social entre todos los sectores.
Instalamos en tiempo y forma la Mesa de Salario Mínimo, garantizando un espacio de diálogo y de toma de decisiones para las partes. En cuatro años el salario mínimo aumentó 95 por ciento.
También creamos y consolidamos otros espacios tripartitos y de participación ciudadana, como el Consejo Nacional de Higiene y Seguridad del Trabajo, el Consejo Nacional del Trabajo y Mesas Laborales Territoriales en todos los departamentos.
-¿Cuáles son los retos futuros?
-El cambio es evidente, sin embargo, aún falta mucho por hacer. Tenemos que mejorar la calidad de las inspecciones, seguir profundizando la cultura de cumplimiento del empleador y mejorar el ejercicio de la libertad sindical. El sector empresarial debe entender que el trabajador no es un enemigo, sino un interlocutor importante para el futuro de la empresa. Es por eso que vamos a seguir impulsando un tripartismo como un verdadero espacio de participación, de respeto a los derechos laborales y sindicales, con la ciudadania opinando en materia laboral.
-¿Cuál era la situación del Ministerio al asumir su cargo?
-En 2007 encontramos un Ministerio que no respondía a las expectativas de los trabajadores y trabajadoras. Había una dinámica pro empresarial que atentaba contra sus intereses, generando mucha frustración. Era muy difícil conformar sindicatos o firmar Convenios Colectivos y en muchos sectores las represalias y despidos eran inmediatos.
-¿Cuáles fueron las primeras medidas que tomó la nueva administración?
-Comenzamos a revisar, definir políticas, y decidimos enfocarnos en estrategias de mediano y largo plazo. Fue así que la promoción, la tutela y la restitución del derecho al trabajo digno se convirtieron en los pilares fundamentales alrededor de los cuales implementar acciones concretas.
-¿Qué tipo de acciones?
-Comenzamos a impulsar inspecciones laborales más objetivas, basadas en las normativas laborales vigentes. Además -con el apoyo de la OIT- logramos impulsar la aprobación de la Ley General de Inspección del Trabajo. Ahora son mucho más claras las competencias del Ministerio del Trabajo (MITRAB), las obligaciones del empleador y el proceso de sanción. También ampliamos las inspecciones al sector rural que estaban totalmente abandonadas.
Terminamos con el tráfico de influencias. Ahora el inspector, encontrándose capacitado técnica y éticamente, se ha convertido en un funcionario capaz de dar fe pública.
En 2010 realizamos 8.300 inspecciones y 2.200 inspecciones técnicas en materia de higiene y seguridad laboral, con una cobertura total de más de 500 mil trabajadores.
-¿Qué hizo el MITRAB para garantizar la libertad sindical?
-Nos propusimos apoyar a los trabajadores en el ejercicio de sus derechos y no volvimos a admitir impugnaciones de contenido sindical, por parte de los empleadores.
En los últimos cuatro años se conformaron más de 700 sindicatos. Un resultado importante si lo comparamos con el promedio del pasado de 25 sindicatos por año.
Además se firmaron -en promedio- 55 Convenios Colectivos al año, cinco veces más que antes del 2007. Se conformaron más de 600 comisiones mixtas y más de 900 comisiones de Higiene y Seguridad Laboral. Simultáneamente, exigimos el respeto del fuero sindical, declarando nulos los actos que violentaban ese derecho y ordenando la restitución de los directivos sindicales despedidos.
-¿Y en el ámbito laboral?
-Desarrollamos fuertes campañas de divulgación y capacitación. En 2010 brindamos 71 mil consultas jurídicas, 89 por ciento de las cuales fueron realizadas por trabajadores. También impulsamos una política activa de empleo, redireccionando los fondos de la cooperación hacia la creación de programas de capacitación y empleo para jóvenes, adultos que estaban fuera del mercado laboral y padres de niños y niñas trabajadoras. En los últimos dos años logramos insertar al mercado laboral más de 6 mil personas.
Con el trabajo realizado junto con los demás Ministerios y la firma de convenios tripartitos hemos logrado reducir el trabajo infantil, sobre todo en el campo. En marzo vamos a tener un nuevo censo y datos actualizados sobre los resultados logrados. Finalmente, hemos reducido drásticamente los accidentes laborales. Implementamos un plan especial de vigilancia en las empresas que mostraban los niveles más altos de accidentabilidad y ampliamos de 400 a más de mil las empresas que están reportando accidentes.
-¿Cómo ha sido la relación con el sector empresarial y sindical?
-Uno de nuestros objetivos es fomentar la cultura del cumplimiento entre los empleadores, y hemos venido impulsando un verdadero diálogo social entre todos los sectores.
Instalamos en tiempo y forma la Mesa de Salario Mínimo, garantizando un espacio de diálogo y de toma de decisiones para las partes. En cuatro años el salario mínimo aumentó 95 por ciento.
También creamos y consolidamos otros espacios tripartitos y de participación ciudadana, como el Consejo Nacional de Higiene y Seguridad del Trabajo, el Consejo Nacional del Trabajo y Mesas Laborales Territoriales en todos los departamentos.
-¿Cuáles son los retos futuros?
-El cambio es evidente, sin embargo, aún falta mucho por hacer. Tenemos que mejorar la calidad de las inspecciones, seguir profundizando la cultura de cumplimiento del empleador y mejorar el ejercicio de la libertad sindical. El sector empresarial debe entender que el trabajador no es un enemigo, sino un interlocutor importante para el futuro de la empresa. Es por eso que vamos a seguir impulsando un tripartismo como un verdadero espacio de participación, de respeto a los derechos laborales y sindicales, con la ciudadania opinando en materia laboral.
Notas:
Artículo relacionado: "La autoridad laboral ya no está al servicio del capital"
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