Maximiliano López, con 24 años de trabajo en el campo de Aguán y miembro de la cooperativa de San Esteban, fue víctima por la guerra sucia contra el campesinado el 4 de noviembre.
Siete radiografías del cuerpo de Maximiliano detectaron que el campesino tiene nueve tiros en el cuerpo. Se quita su camiseta y comienza a mostrar las perforaciones en donde entraron y, en algunos casos, salieron las balas después que los guardias del terrateniente más poderoso de Honduras, Miguel Facussé, dispararon indiscriminadamente contra el campesino el 4 de noviembre 2010.
Siete radiografías del cuerpo de Maximiliano detectaron que el campesino tiene nueve tiros en el cuerpo. Se quita su camiseta y comienza a mostrar las perforaciones en donde entraron y, en algunos casos, salieron las balas después que los guardias del terrateniente más poderoso de Honduras, Miguel Facussé, dispararon indiscriminadamente contra el campesino el 4 de noviembre 2010.
El campesino no solo fue victima por un intento de asesinato. Cuando estaba internado en el hospital llegaron los policías para investigar si él estaba en el hospital y el estado de salud. Y como era un testigo sobreviviente de la emboscada sentía miedo por su vida y huyó del hospital.
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