sábado, 11 de diciembre de 2010

Cancún: Cumbre fallida

 por Salvador González Briceño - ALAI

En tanto los países altamente industrializados no cambien sus procesos productivos que son por demás contaminantes, las cumbres sobre el medio ambiente como la COP 16 [antes Copenhague y el amenazado con dilapidar Protocolo de Kioto] que proponen el desarrollo sustentable como modelo a adoptar por todo el mundo para revertir los daños causados al planeta hasta ahora, no representarán avances ni acuerdos posibles entre las partes y sí, en cambio, seguirán en retroceso. Es decir, continuará el deterioro de las condiciones ambientales, terrestres y marítimas, de una casa que por milenios le ha brindado albergue —alimento, cobija, todo lo que necesita y más— al hombre y en cambio le regresa como moneda de pago la destrucción.

Nada qué ver, con el modo de producción alentado por el capital y la ganancia, con las concepciones, percepciones y manejo que de la tierra tienen las comunidades indígenas, los pueblos originarios, los campesinos [por eso el texto en este espacio de Noah Sealth (Ce-Atl ó 1-Agua), mejor conocido como Jefe Seattle de dos tribus Duwamish y Suquamish, que le dio nombre a la ciudad más grande del estado de Washington en Estados Unidos [ver http://maniobrasdelpoder.blogspot.com/2010/12/los-ecologistas-en-cancun.html], sobre el empleo de la naturaleza como Madre Tierra —Pachamama, dicen los indígenas bolivianos—, y como tal el uso, la conservación y el pleno respeto.

Lo demás son reuniones para la catarsis colectiva, discursos con preocupaciones sin sentido [como bien han denunciado los movimientos indígenas y campesinos autónomos de diversos países presentes en Cancún], gastos innecesarios; eso sí, un paseo por el Caribe mexicano de representantes de los países, de los gobiernos, de asociaciones subsidiadas por organismos internacionales para el “desarrollo sustentable”, etcétera.


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