Cumpliendo con el deber de atender las víctimas y sobrevivientes de la tortura nos presentamos en Coyolito, poblado de la Isla Zacate Grande; dos médicos y una psicóloga del CPTRT (Centro de Prevención, Rehabilitación de las víctimas de la tortura y sus Familiares), y gracias a los contactos del COPINH y del acompañamiento de un abogado del CODEH, nuestro trabajo fue realizado con mayor efectividad.
La Isla Zacate Grande data de hace diez mil años (Holoceno); es una zona volcánica sin actividad y parte del archipiélago en el Golfo de Fonseca, océano Pacífico del municipio de Amapala, Valle, al sur de Honduras en América Central. Es, por tanto, un área geopolítica vecina a El Salvador y Nicaragua.
Habitan desde hace casi un siglo familias de pescadores y campesinos quienes históricamente son objeto de desalojos violentos por parte de la oligarquía. Su pobreza contrasta con las lujosas mansiones de los miembros del Club Coyolito, conjunto de posesiones ubicado con acceso a las playas, evidentemente particulares.
Nuestra misión en el sitio de los hechos. El ambiente era extremadamente tenso; desde el inicio observamos algunos militares y agentes vestidos de civil. Indagamos con varios pobladores sobre la dirección de la persona generosa que ofrecía un espacio para atender a los sobrevivientes del trauma, terror, tortura y la respuesta era que nadie conocía a dicha persona. De pronto recibí una llamada por el celular y la voz me dijo: “Están a veinte metros del lugar indicado; todo el mundo me conoce; pero nadie les informará porque la población está aterrorizada.”
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