Paliar la bancarrota del Estado a costa de la explotación laboral
por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
El golpe de Estado dejó a Honduras en la bancarrota. Una deuda interna de más de 1.000 millones de dólares y un desempleo galopante dibujan el escenario perfecto, para que el gran capital nacional y transnacional impulse una estrategia enfocada en revertir las conquistas laborales.
Para tratar de analizar este contexto y las perspectivas futuras, Sirel conversó con Carlos Humberto Reyes, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de las Bebidas y Similares (STIBYS) y miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).
-¿Cuál es el escenario que se vive hoy en Honduras con respecto a la temática laboral?
-Desde que se dio el golpe de Estado insistimos de que, además de los elementos geopolíticos que tenía por ser el gobierno de los Estados Unidos parte del mismo, apuntaba a profundizar el modelo neoliberal.
Esto significa seguir convirtiendo a Honduras en un paraíso fiscal y laboral para las transnacionales. Las últimas medidas tomadas por el gobierno en materia fiscal nos indican que teníamos la razón.
-¿Qué tipo de medidas?
-Son medidas que afectan a los trabajadores y no a los ingresos por ganancia del capital. De esta manera estamos ante un Estado que está siendo financiado por el pueblo en general, con el propósito de subsidiar y proteger a la empresa privada. Es un descaro total.
Además, el FMI está pidiendo reducir la masa salarial. Esto quiere decir que no solamente vamos hacia la congelación de los salarios, sino que también hacia la disminución del empleo en el Estado.
La consecuencia va a ser una profundización de la crisis económica y social, que va a tener efecto en la crisis política. Ya tenemos señales evidentes de ello con el rechazo al aumento del salario mínimo.
-¿Qué otras señales están llegando desde las instituciones?
-Acaban de aprobar una Ley para la Inversión Pública-Privada, que de hecho va a privatizar los distintos trabajos que se hacen en las Secretarías Públicas.
Están impulsando un supuesto “Plan Solidario de Empleo Anticrisis”, con el que no solamente van a legalizar el trabajo temporal y tercerizado, sino que van a promover el trabajo por hora y de media jornada.
Son tan cínicos que están reuniendo a personas discapacitadas, a estudiantes y hasta llegan a los lugares con los más altos índices de desempleo, tratando de convencerlos que esta es la solución a sus problemas.
Es una forma perversa de manipular los propósitos de una ley, cuyo verdadero objetivo es seguir precarizando y tercerizando el trabajo.
Es por eso que el día 18 de agosto, las centrales obreras han llamado a una fuerte movilización en contra de estas medidas, y hasta se están preparando para una huelga nacional.
-¿Cuáles podrían ser los efectos si esta estrategia tuviera éxito?
-Legalizarían algo que ya las empresas están haciendo violentando la ley. Además, crearía más inestabilidad laboral, personal y en las familias de los trabajadores y trabajadoras.
El gran capital ha llegado a un nivel de deshumanización, que implica mayor acumulación de capital y mayores ganancias a costa de las conquistas sociales. Un trabajador en la condición de temporal tiene una alta sujeción al capital. La dominación del capital hacia el trabajo va a ser total.
Asimismo, estas medidas van a privilegiar la relación individual del trabajo frente a la relación colectiva. Es decir, se va a impedir cualquier tipo de derecho a organizarse.
-¿Estamos ante una ofensiva del gran capital que va más allá de las fronteras de Honduras?
-Es una estrategia general del neoliberalismo que se está impulsando en todo el mundo y tenemos que pararla.
En este sentido, el movimiento sindical no solamente debe aliarse con el resto de los movimientos populares de sus países, sino que tiene que buscar la forma por participar en la lucha política. Además, tenemos que buscar la integración de los pueblos, de los movimientos sociales y sindicales a nivel regional y continental.
El Encuentro regional de los sindicatos de la Bebida y la 3ra. Reunión del Comité Ejecutivo de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de Coca Cola (FELATRAC), promovida por la UITA y que se realizará en Honduras del 20 al 22 de agosto, es algo muy importante para buscar estrategias conjuntas.
Es gracias a la presencia de la UITA, a sus enseñanzas y a las informaciones que nos transfiere, que el STIBYS ha podido estar luchando frente a estas transnacionales y tener todavía un alto número de trabajadores permanentes.
Estos intercambios de experiencias y estrategias nos dan el valor para luchar y luchar mejor.
por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
El golpe de Estado dejó a Honduras en la bancarrota. Una deuda interna de más de 1.000 millones de dólares y un desempleo galopante dibujan el escenario perfecto, para que el gran capital nacional y transnacional impulse una estrategia enfocada en revertir las conquistas laborales.
Para tratar de analizar este contexto y las perspectivas futuras, Sirel conversó con Carlos Humberto Reyes, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de las Bebidas y Similares (STIBYS) y miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).
-¿Cuál es el escenario que se vive hoy en Honduras con respecto a la temática laboral?
-Desde que se dio el golpe de Estado insistimos de que, además de los elementos geopolíticos que tenía por ser el gobierno de los Estados Unidos parte del mismo, apuntaba a profundizar el modelo neoliberal.
Esto significa seguir convirtiendo a Honduras en un paraíso fiscal y laboral para las transnacionales. Las últimas medidas tomadas por el gobierno en materia fiscal nos indican que teníamos la razón.
-¿Qué tipo de medidas?
-Son medidas que afectan a los trabajadores y no a los ingresos por ganancia del capital. De esta manera estamos ante un Estado que está siendo financiado por el pueblo en general, con el propósito de subsidiar y proteger a la empresa privada. Es un descaro total.
Además, el FMI está pidiendo reducir la masa salarial. Esto quiere decir que no solamente vamos hacia la congelación de los salarios, sino que también hacia la disminución del empleo en el Estado.
La consecuencia va a ser una profundización de la crisis económica y social, que va a tener efecto en la crisis política. Ya tenemos señales evidentes de ello con el rechazo al aumento del salario mínimo.
-¿Qué otras señales están llegando desde las instituciones?
-Acaban de aprobar una Ley para la Inversión Pública-Privada, que de hecho va a privatizar los distintos trabajos que se hacen en las Secretarías Públicas.
Están impulsando un supuesto “Plan Solidario de Empleo Anticrisis”, con el que no solamente van a legalizar el trabajo temporal y tercerizado, sino que van a promover el trabajo por hora y de media jornada.
Son tan cínicos que están reuniendo a personas discapacitadas, a estudiantes y hasta llegan a los lugares con los más altos índices de desempleo, tratando de convencerlos que esta es la solución a sus problemas.
Es una forma perversa de manipular los propósitos de una ley, cuyo verdadero objetivo es seguir precarizando y tercerizando el trabajo.
Es por eso que el día 18 de agosto, las centrales obreras han llamado a una fuerte movilización en contra de estas medidas, y hasta se están preparando para una huelga nacional.
-¿Cuáles podrían ser los efectos si esta estrategia tuviera éxito?
-Legalizarían algo que ya las empresas están haciendo violentando la ley. Además, crearía más inestabilidad laboral, personal y en las familias de los trabajadores y trabajadoras.
El gran capital ha llegado a un nivel de deshumanización, que implica mayor acumulación de capital y mayores ganancias a costa de las conquistas sociales. Un trabajador en la condición de temporal tiene una alta sujeción al capital. La dominación del capital hacia el trabajo va a ser total.
Asimismo, estas medidas van a privilegiar la relación individual del trabajo frente a la relación colectiva. Es decir, se va a impedir cualquier tipo de derecho a organizarse.
-¿Estamos ante una ofensiva del gran capital que va más allá de las fronteras de Honduras?
-Es una estrategia general del neoliberalismo que se está impulsando en todo el mundo y tenemos que pararla.
En este sentido, el movimiento sindical no solamente debe aliarse con el resto de los movimientos populares de sus países, sino que tiene que buscar la forma por participar en la lucha política. Además, tenemos que buscar la integración de los pueblos, de los movimientos sociales y sindicales a nivel regional y continental.
El Encuentro regional de los sindicatos de la Bebida y la 3ra. Reunión del Comité Ejecutivo de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de Coca Cola (FELATRAC), promovida por la UITA y que se realizará en Honduras del 20 al 22 de agosto, es algo muy importante para buscar estrategias conjuntas.
Es gracias a la presencia de la UITA, a sus enseñanzas y a las informaciones que nos transfiere, que el STIBYS ha podido estar luchando frente a estas transnacionales y tener todavía un alto número de trabajadores permanentes.
Estos intercambios de experiencias y estrategias nos dan el valor para luchar y luchar mejor.
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