La policía municipal de Iguala (ciudad mexicana) arremetió la semana pasada contra una manifestación pacífica de estudiantes universitarios, que dejó a 43 de ellos desaparecidos, así como seis muertos y 17 heridos.
La oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se sumó a la exigencia de los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos, para que el Estado de México realice una búsqueda efectiva de estos jóvenes, cuyo paradero se desconoce desde hace una semana.
La oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se sumó a la exigencia de los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos, para que el Estado de México realice una búsqueda efectiva de estos jóvenes, cuyo paradero se desconoce desde hace una semana.
A través de un comunicado, la ONU México subrayó que está “profundamente conmovida por lo ocurrido y se une respetuosamente a la zozobra de las familias, el dolor de los deudos”. Este hecho fue calificado por la organización como de "extrema gravedad".
Asimismo, hicieron “un llamado respetuoso al Estado mexicano para que en su conjunto y de manera coordinada tome y refuerce todas las medidas a su alcance para hacer una búsqueda efectiva y diligente que permita la localización inmediata de las personas desaparecidas”.
Asimismo, hicieron “un llamado respetuoso al Estado mexicano para que en su conjunto y de manera coordinada tome y refuerce todas las medidas a su alcance para hacer una búsqueda efectiva y diligente que permita la localización inmediata de las personas desaparecidas”.
Medidas cautelares
Este viernes, la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) solicitó medidas cautelares en favor de los 43
estudiantes desaparecidos, para obligar al Estado mexicano a que
"implemente las medidas necesarias para localizar a los normalistas y
proteger sus derechos a la vida y a la integridad personal”.
La CIDH considera que “los graves hechos de
violaciones a Derechos Humanos”, ocurrido en Iguala, colocan a los
estudiantes en riesgo de daños que constituyen “la máxima situación de
irreparabilidad al tratarse de desapariciones y posible privación de la
vida y la integridad física”.
Como ocurrieron los hechos
Los estudiantes desaparecieron en el estado sureño
de Guerrero el pasado viernes, cuando protestaban contra la
discriminación que sufren en la repartición de plazas en favor de
escuelas urbanas por parte del gobierno de esa entidad.
Durante la manifestación, policías municipales de la
ciudad de Iguala arremetieron contra los estudiantes, incluso
disparando los autobuses donde se trasladaban, hecho que dejó a seis
personas muertas (una con signos de tortura) y 17 heridas, además de 58
estudiantes desaparecidos, de los cuales 15 aparecieron, uno de ellos muerto.
Un total de 282 policías locales fueron detenidos preventivamente tras los hechos, pero sólo 22 fueron arrestados de forma definitiva
como presuntos responsables de los ataques. Asimismo, el alcalde de
Iguala, José Abarca Velásquez, deberá separarse de su cargo por 30 días y
también fue expulsado de su partido político.
En contexto
El pasado 30 de junio ocho militares ejecutaron a 22
personas con el pretexto que se trataba de miembros del crimen
organizado y perecieron durante un enfrentamiento armado con los
uniformados. Sin embargo, testigos afirmaron que las personas fueron
ejecutadas a sangre fría a pesar de haberse rendido y que sólo una
persona murió en el enfrentamiento, en Tlatlaya, localidad ubicada
en Tierra Caliente.
Pese a los constantes casos que salen a la luz sobre
abusos de las fuerzas policiales de México, el presidente Enrique Peña
Nieto anunció ante la 69° Asamblea General de la ONU que el país que
representa se unirá a las misiones de los cascos azules, también
llamados soldados de paz, pero cuya participación ha causado polémica en
varios países.
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