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Por Gerardo Iglesias | Rel-UITA
El Sindicato Industrial de Trabajadores Costarricense del Banano y Afines Libre (SINTRACOBAL) ha obtenido muy buenos resultados en su campaña de afiliación y logró interponer por primera vez en Costa Rica un pliego de condiciones ante la transnacional Chiquita Brands para los trabajadores de las fincas.
Maikol Hernández, secretario general del SINTRACOBAL, conversó con La Rel sobre estos puntos y sobre sus expectativas respecto a la flamante Federación de Trabajadores Agrícolas de Latinoamérica (Fetral), creada en el marco del Taller Sector Rural, Cambio Climático y Trabajo Decente, que se desarrolló en Buenos Aires entre el 22 y 26 de setiembre.
-Vamos a hacer algo de historia de este proceso que desemboca ahora en la negociación colectiva…
-Cuatro años atrás tomamos la decisión de hacer un estudio de la organización y de las realidades que enfrenta el movimiento sindical costarricense. Ese análisis nos dejó como conclusión que debíamos expandir nuestra acción sindical, es decir, ir al encuentro de nuevos desafíos y de nuevas estrategias.
Así fue que nos abocamos a un proceso de reformas estatutarias que nos colocaran en una situación distinta para enfrentar el principal reto que nos habíamos planteado: hacer un sindicalismo por rama de industria y buscar la forma de coordinar con otras organizaciones del sector.
-A partir de ahí comienzan a desarrollar una estrategia muy inteligente, dentro de las fincas y con los familiares de los trabajadores...
-Sí, durante muchos años el movimiento sindical costarricense, sobre todo en la agroindustria y en nuestro caso en el sector bananero y más recientemente en el del cultivo de piña, intentó por diferentes medios consolidar acciones sindicales, o más bien trató de organizar a los trabajadores que se desempeñan allí, una tarea harto difícil, complicada, donde siempre hubo que enfrentar una tremenda arremetida patronal y la participación cómplice de las autoridades de trabajo.
En virtud de esta dificultad fue que decidimos elaborar planes estratégicos de trabajo en tres ámbitos.
El primero lo denominamos ámbito interno y consiste en darle seguimiento y monitoreo al proceso ya consolidado del convenio colectivo que tenemos con la empresa Chiquita en las operaciones logísticas y de traslado.
El segundo es el que dimos en llamar ámbito externo, donde nos focalizamos en la construcción de alianzas; estudios; mapeos de las regiones donde vamos a afiliar; fortalecer la tarea junto a la sociedad civil; promover articulaciones con organizaciones fraternas en lo nacional y también en lo internacional; priorizar una tarea bien coordinada con la central nacional (Confederación de Trabajadores Rerum Novarum) y conjugar acciones con la Federación Nacional de la Agroindustria de Costa Rica (Fentra) para encaminar la campaña sindical que se desarrollará en las fincas y comunidades donde estamos afiliando.
Y el tercero es en el campo propiamente dicho. La estrategia de SINTRACOBAL no ha sido llegar a las fincas o comunidades con un discurso de confrontación, gritando a través de un megáfono o volanteando, sino vincular la acción del Sindicato a las necesidades comunales, tomando en cuenta a los diferentes actores sociales con los que vamos a trabajar.
-De todas formas no fue una tarea fácil...
-No, la investigación nos llevó un año, buscamos el lenguaje adecuado para usar en los diferentes lugares donde íbamos a entrar.
En una ocasión decidimos acercarnos a los trabajadores a través de la Caja Costarricense del Seguro Social y nos encontramos con que todas sus estructuras en las zonas bananeras estaban tomadas por los empresarios del sector.
Cuando llegamos a las clínicas de las zonas bananeras tuvimos que enfrentar el rechazo total del sector administrativo, de los médicos e incluso de los oficiales de seguridad.
Durante tres meses intentamos reunirnos con los trabajadores, y no lo logramos, por lo que tuvimos que cambiar de estrategia.
Fuimos entonces a las escuelas, con el apoyo del Sindicato de Trabajadores de la Educación, con el cual mantenemos una estrecha relación de colaboración, tanto que todo el proceso organizativo y las actividades de capacitación sindical se realizan en los establecimientos escolares de la zona.
Esta estrategia nos dio muy buenos resultados, y además nos acercó a las organizaciones de desarrollo y las asociaciones de indígenas que operan en la región donde estamos afiliando.
En resumen, a lo que el SITRACOBAL apunta es a un sindicalismo que vaya de la mano con las causas de la comunidad y no con una confrontación directa con la patronal, porque esto último tendría como consecuencia una fuerte arremetida de las empresas.
Si realizamos alianzas comunitarias, en cambio, nos fortalecemos socio-políticamente.
-¿Cómo evalúas la creación de la Federación de Trabajadores Agrícolas de Latinoamérica en el marco de este Taller?
-Definitivamente los temas tratados en esta instancia son temas fundamentales que el movimiento sindical tiene la obligación de poner en la agenda de su accionar político, pero además se torna necesario incluirlos para que los sindicatos los hagan suyos, los desarrollen en las bases y sean eje transversal de trabajo decente.
Por otro lado está el escenario global de un empresariado agroindustrial que se articula mundialmente y que obliga a que los trabajadores también estén coordinados, no sólo en temas netamente sindicales y de derechos laborales sino también en tópicos como los que tratamos en este taller: el cuidado del ambiente, el uso de agrotóxicos, las certificaciones, el comercio justo.
Para el SINTRACOBAL y para nuestra federación la creación de la Fetral es algo muy positivo porque nos coloca en un mismo escenario a todos los sindicatos del sector.
Será una herramienta a la interna de nuestra internacional, la UITA, que nos permitirá hablar en um mismo idioma y articular acciones en favor de los trabajadores del sector agrícola.
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