Los medios de comunicación, que integran un monopolio manejado por empresarios hondureños, están en una crisis de ética, objetividad, veracidad y credibilidad en el manejo de la información. Han venido perdiendo espacios desde el golpe de Estado, a raíz del surgimiento de un "contrapoder informativo" que le apuesta desenterrar la verdad que por décadas enterraron estos medios.
Son esas algunas de las conclusiones señaladas por periodistas de Honduras que participaron en el Seminario internacional “La situación política en América Central y la situación de los periodistas”, que se desarrolló en este país durante toda esta semana.
Los medios de comunicación también están en franco y continuo deterioro. Eso lo podemos ver reflejado en el asesinato de más de 30 periodistas en 4 años, la intolerancia de las autoridades locales y nacionales, la autocensura en el trabajo periodístico, así como la represión de las manifestaciones públicas y las amenazas, que van marcando el ritmo de la vida, dijo Karla Rivas de Radio Progreso.
Rivas manifestó que se sigue fomentando la idea de la comunicación como mercancía y no como un derecho humano que posibilite la obtención de otros derechos, y cuyo ejercicio libre sea la base de la democracia, el mecanismo indispensable para la formación de la opinión pública y la condición para que la comunidad, a la hora de ejercer sus opciones, esté suficientemente informada.
La coordinadora de noticias de Radio Progreso informó que en Honduras están en muy pocas manos: José Rafael Ferrari Sagastume (Grupo Televicentro Canal 5, Telecadena 7y4, Telesistema 3y7, MegaTV, Multivisión, Multidata y Multifon), Jorge Canahuati Larach (diarios La Prensa, El Heraldo, Diez, Revista Estilo y otros negocios), Carlos Flores Facussé (La Tribuna y Lithopress Industrial, impresora) y Jaime Rosenthal Oliva, accionista principal de Diario Tiempo, Canal 11 y Cablecolor
Esta concentración es para presionar e incrementar sus ingresos
Pero lo grave de la situación, según Rivas, es que entre “el poder de los señores mediáticos” prima el criterio de la libre empresa. Sus medios de comunicación son empresas para vender anuncios y para presionar al gobierno y hasta recibir jugosos contratos para sus otras empresas, ya sean de cemento, medicinas o armas. “Acá la libertad de expresión no se concibe como un derecho de la ciudadanía a dar libremente una opinión, a dar o recibir información. Acá es un negocio”.
Sin embargo después del golpe de Estado de junio de 2009, se comenzó a abrir un debate casi a nivel nacional que cuestiona si lo que tenemos son empresas de información o medios de comunicación.
La periodista expresó que en el debate se deben incluir, entre otros, la corrupción en la prensa y la censura y autocensura, vinculado a la falta de seguridad para el ejercicio de la profesión en un contexto cada vez más violento.
También el analfabetismo mediático, no le hemos enseñado a nuestros públicos a exigirnos, porque en general tampoco lo hacemos con nosotros mismos, y por ello observamos un desencuentro entre ciudadanía y medios de comunicación, destacó.
Abogó por el establecimiento de marcos jurídicos que regulen desde una política pública el acceso de la ciudadanía a los medios de comunicación, aceptando desde luego, que tenemos una débil institucionalidad estatal, los cuales no existen.
Medios corporativos crearon ambiente para la ruptura del orden constitucional
Félix Molina, director del programa radial Resistencia y Coordinador de Alternativas de Comunicación, ALTERECO, señaló que el golpe de Estado acabó de revelar el papel de los medios de comunicación privados y de los periodistas en situaciones de conflicto o de crisis.
También puso en relieve la importancia de otros medios de comunicación que habían perdido su identidad o que no existían en otros momentos críticos de la historia hondureña.
Ahondó sobre la concentración de medios de comunicación, al señalar que en Honduras está en manos de dos corporaciones de radio (Audio Video y Emisoras Unidas), tres corporaciones de televisión (TVC, CCI y CEH) y tres periódicos (La Prensa, El Heraldo y La Tribuna).
Denunció que estos medios crearon un ambiente propicio para la ruptura institucional, y posicionaron un discurso dominante con una matriz de comunicación política articulada inclusive a nivel internacional, favorable al golpe.
Molina agregó que otros medios, como el internet asociado con la telefonía móvil, el grafiti callejero, las hojas volantes, el parlanteo, el video popular y la radio comunitaria encadenada, levantaron la reacción popular. Desigual en términos de cobertura territorial, pero influyente y decisiva en términos del mensaje.
“En junio de este año en un encuentro nacional en Siguatepeque decidimos crear la AMCH para proponer al Estado una normativa de medios audio sonoros, considerando todas las recomendaciones de la CIDH, del relator de NN.UU para la libertad de expresión Frank La Rue, el EPU y los informes de la Comisión de Verdad en 2012 y 2013”, dijo.
La normativa que propuso la AMCH – de carácter ejecutivo – fue aprobada en julio por la CONATEL y ese mismo mes entró en vigencia publicada en el diario oficial, pues había una iniciativa anterior para una Ley de Telecomunicaciones contra la cual estaban los grandes medios.
Entre finales de julio y esta fecha han sido tramitadas 17 solicitudes de nuevas frecuencias comunitarias de radio y dos de televisión, de las cuales 8 ya fueron otorgadas en actos públicos del Consejo de Ministros.
Manifestó que, contrario a lo que sucede con el monopolio de medios corporativos, la AMCH es un espacio incluyente, que respeta la autonomía de las organizaciones acogidas al Convenio 169 donde están organizaciones campesinas, patronatos comunitarios, organizaciones de derechos humanos, redes de comercialización alternativa, consejos indígenas, juventudes y mujeres.
Ejercicio de la Libertad de Expresión desde la Resistencia
Este tema fue abordado por la periodista Tomy Morales, quien expresó que los medios alternativos, muchos de ellos nacidos desde las mismas entrañas de la resistencia, buscaron diferentes formas para informar lo que estaba pasando durante el golpe.
El cierre temporal de algunos de ellos, como Radio Globo y Cholusat Sur, el hostigamiento constante contra Radio Progreso, Radio Uno y otros, así comola persecución del régimen contra comunicadores sociales, provocó el surgimiento de medios alternativos de comunicación.
“Periodistas independientes salimos a las calles a cubrir la noticia junto al pueblo, en las grandes jornadas de caminatas, en medio de las bombas lacrimógena, captando las imágenes de los y las caminantes golpeados y golpeadas”, describió Morales.
Para esta comunicadora en resistencia la situación antes descrita llevó al surgimiento de una combinación interesante entre la comunicación a través de las nuevas tecnologías y formas de libertad de expresión antiguas.
El ejercicio de la libertad de expresión ha sido uno de los elementos más importantes para impulsar la lucha por la revolución que inició en 2009, y sigue siendo importante en este momento histórico en que el brazo político de la Resistencia, el partido Libertad y Refundación, Libre, va a participar en las elecciones del próximo 24 de noviembre.
Cómo hacer periodismo en un país militarizado
Por Defensores en Línea y Voces contra el Olvido, ambos medios de comunicación del COFADEH, participó la periodista Dina Meza quien destacó como ha sido el papel de la prensa desde la década de los ochenta, cuando se implementó la doctrina de la seguridad nacional por los Estados Unidos, que dejó desapariciones forzadas, asesinatos políticos, torturados, perseguidos y más.
Informó que esta década dejó a los impunes sin castigo y que son los mismos que repitieron sus crímenes durante el golpe de Estado, y ahora se presentan como los que salvarán a Honduras.
“En este tiempo algunos periodistas arriesgaron sus vidas para informar lo que estaba pasando, pero en la mayoría de los casos impulsaron la agenda de una Honduras en Paz, mientras el país era una plataforma de agresión a los países centroamericanos con procesos revolucionarios”, recordó.
En relación al papel jugado por los medios corporativos, expresó que ocultaron las graves violaciones a los derechos humanos, justificaron la intervención norteamericana, impulsaron la agenda neoliberal de los paquetazos, los asaltos de las organizaciones sociales, la corrupción, el desprestigio de los movimientos sociales y de derechos humanos.
Con el golpe de Estado profundizaron su papel de preservar el Estado de cosas y legitimaron el establecimiento de medidas arbitrarias contra las libertades de la ciudadanía limita al pueblo hondureño, estas acciones tienen características de la década de los ochenta con la doctrina de la seguridad nacional establecida por los EUA.
Señaló que producto de la censura a la agenda de los derechos humanos el COFADEH decidió hace 13 años fundar el programa radial “Voces Contra el Olvido”, que tiene como propósito la denuncia, la promoción de los derechos humanos y la preservación de la memoria histórica.
En el año 2008, ante la profundización de la censura y una campaña de desprestigio contra la coordinadora general del COFADEH, Bertha Oliva, esta organización le apuntó a poner en marcha el periódico digital Defensores en Línea.
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