Foto G. Trucchi - Rel-UITA |
Ahora se podrá exigir repatriación de recursos
genéticos sustraídos ilegalmente
Por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
Después de un largo proceso de más de 16 años, el
Parlamento nicaragüense aprobó por amplia mayoría una ley que regulará y
protegerá los recursos genéticos del país y el conocimiento asociado a ellos.
De esa manera,
se garantizará también el acceso y la
participación justa y equitativa a los beneficios de las poblaciones indígenas, así como la repatriación de
los recursos genéticos que en el pasado fueron sustraídos ilegalmente.
Nicaragua es unos de los países con el
mayor nivel de biodiversidad del planeta. Cuenta con más de 13 mil especies, casi
el 7 por ciento de la biodiversidad mundial y el segundo bosque tropical más grande en las Américas
(Reserva de Bosawás). Estos recursos genéticos representan alrededor del 75 por ciento de sus
exportaciones
La
Ley General del Medio Ambiente, aprobada en 1996, estableció que se tenía que
elaborar una legislación específica en materia de biodiversidad. En 2006 se
presentó en el Parlamento un proyecto de ley que fue consensuado con todos los
sectores involucrados en la temática ambiental.
Luego
de un largo proceso de consulta y negociación, en 2010 se logró terminar su
revisión y ajuste a los nuevos avances tecnológicos y jurídicos. Finalmente, el
5 de septiembre pasado, después de 16 años, el Parlamento aprobó la Ley de
Biodiversidad.
“Esta
ley representa un gran avance para el país, permitiendo la regulación de la
conservación y utilización sostenible de la biodiversidad biológica, así como
la participación equitativa y la distribución justa de los beneficios entre las
comunidades indígenas presentes en Nicaragua,
que son las que, desde hace siglos, han venido protegiendo y conservando
nuestro recursos genéticos”, dijo Julio Sánchez,
oficial de Incidencia del Centro
Humboldt.
La
ley define también la propiedad intelectual de los recursos genéticos, los
cuales entran a formar parte del patrimonio nacional de Nicaragua, garantizando su protección ante la obtención ilícita de patentes o “biopiratería”.
“Ya
no podrán llevarse los recursos genéticos, patentarlos y hacerlos propios, como
ya ocurrió con países como México y Costa Rica, que nos los sustrajeron”,
recordó Sánchez.
Según
el experto en biodiversidad, tanto en el Proyecto
Genoma 10K, donde se han recolectado muestras de más de 10 mil especies
animales, como en la Boveda Global de
Semilla de Svalbard, Noruega, con más de 100 millones de semillas y con capacidad
para almacenar a más de 2 mil millones de especies, existen recursos que fueron
sustraídos ilegalmente a Nicaragua.
“Hay pruebas de que, por
ejemplo, el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) de Costa Rica envió nuestros recursos a la Boveda Global de Semilla.
Esto no sólo no va a volver a
pasar, sino que la Ley de Biodiversidad prevé que el Estado pueda exigir la
repatriación de los recursos genéticos sustraídos, y esperamos que el
Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (MARENA) actúe en este sentido”, manifestó Sánchez.
Junto con el Convenio de
Biodiversidad Biológica (1993) y el Protocolo de Nagoya (2010), la Ley de
Biodiversidad complementa un instrumento global que va a ser fundamental ante
los impactos del cambio climático.
“Varios análisis evidencian
que los impactos del cambio climático podrían reducir la biodiversidad
centroamericana de hasta un 70 por ciento. Esta ley que el Parlamento acaba de
aprobar es una de las más innovadoras y moderna de la legislación nacional, y no
podemos perder la oportunidad de hacer un paso decidido hacia la protección de
nuestros recursos genéticos y nuestra cultura”, concluyó Sánchez.
Durante los próximos meses se
espera que el Parlamento apruebe el reglamento de la nueva ley, así como que
ratifique el Protocolo de Nagoya, ya que Nicaragua
es el único país centroamericano que aún no lo ha hecho.
Fuente: Rel-UITA
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