Por MUCA
Al menos 600 familias del asentamiento Los Laureles, ubicado en las cercanías de Tocoa, Colón, en el Bajo Aguán, fueron desalojadas por la fuerza, por miembros del ejército y la policía nacional.
A eso de las 5:00 de la mañana de hoy (6/9) las campesinas y campesinos del sector fueron rodeados por centenares de militares y policías quienes cerraron las entradas y salidas del asentamiento que contempla alrededor de 540 hectáreas.
Los campesinos fueron desalojados forzadamente, pero sin violencia, gracias al buen entendimiento que poseen, al demostrar que no son intransigentes, aún sabiendo que las órdenes de desalojo son emanadas de jueces y fiscales que son ejecutadas por miembros del ejército y la policía nacional obedecen a intereses no a una verdadera justicia.
Esta que ahora se encuentra en conflicto ubicada en el Bajo Aguán, fue destinada para procesos de reforma Agraria en los años 70 por el Estado de honduras, las que pasaron a manos de latifundistas en los años 90, después de aprobar la fatídica e inconstitucional Ley de Modernización y Desarrollo Agrícola en 1992 en el gobierno de Rafael Leonardo Callejas.
Aclaramos que el movimiento campesino no es el responsable de la crisis agraria en Honduras, sino que son la falta de políticas públicas del gobierno, para que el campesino tenga acceso a la tierra.
Responsabilizamos al poder Ejecutivo, al poder Legislativo y al poder Judicial de la crisis agraria en Hondura y de cualquier hecho sangriento que podría suscitarse por la agresividad de la policía y el ejército al sector campesino.
Exigimos la aprobación inmediata de un nuevo marco jurídico, basado en la Propuesta de Ley de Transformación Integral.
Exigimos la despenalización de la Lucha Campesina, así como la derogación de la fatídica e inconstitucional Ley de Modernización y Desarrollo del Sector Agrícola.
Hacemos un llamado a los organismos defensores de derechos humanos nacionales e internacionales a tener que estar vigilante a la constante persecución, represión, encarcelamientos y asesinatos constantes hacia los campesinos de Honduras.
No Somos Pájaros para vivir del Aire, No somos Peces para vivir del Agua, somos campesinos y campesinas que necesitamos vivir de la tierra.
Esta que ahora se encuentra en conflicto ubicada en el Bajo Aguán, fue destinada para procesos de reforma Agraria en los años 70 por el Estado de honduras, las que pasaron a manos de latifundistas en los años 90, después de aprobar la fatídica e inconstitucional Ley de Modernización y Desarrollo Agrícola en 1992 en el gobierno de Rafael Leonardo Callejas.
Aclaramos que el movimiento campesino no es el responsable de la crisis agraria en Honduras, sino que son la falta de políticas públicas del gobierno, para que el campesino tenga acceso a la tierra.
Responsabilizamos al poder Ejecutivo, al poder Legislativo y al poder Judicial de la crisis agraria en Hondura y de cualquier hecho sangriento que podría suscitarse por la agresividad de la policía y el ejército al sector campesino.
Exigimos la aprobación inmediata de un nuevo marco jurídico, basado en la Propuesta de Ley de Transformación Integral.
Exigimos la despenalización de la Lucha Campesina, así como la derogación de la fatídica e inconstitucional Ley de Modernización y Desarrollo del Sector Agrícola.
Hacemos un llamado a los organismos defensores de derechos humanos nacionales e internacionales a tener que estar vigilante a la constante persecución, represión, encarcelamientos y asesinatos constantes hacia los campesinos de Honduras.
No Somos Pájaros para vivir del Aire, No somos Peces para vivir del Agua, somos campesinos y campesinas que necesitamos vivir de la tierra.
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