Están criminalizando las luchas sociales y militarizando la región centroamericana
por Giorgio Trucchi - Rel-UITA/Lista Informativa
Delegados de organizaciones sociales y sindicales se reunieron en Nicaragua en el marco del Encuentro de Líderes de los Movimientos Sociales de Centroamérica y el Caribe, para discutir formas de articulación ante un nuevo replanteamiento hegemónico del gran capital nacional e internacional, en contubernio con el gobierno norteamericano.
Una nueva ofensiva se ha desatado en Centroamérica. Según los delegados del encuentro, el objetivo sería tratar de desarticular y reprimir los procesos emancipativos en la región, volviendo a militarizar los territorios, criminalizando la protestas social y anulando las conquistas laborales logradas en las últimas décadas.
“Nos encontramos en una coyuntura muy difícil, donde Estados Unidos y el gran capital nacional e internacional están tratando de replantear su egemonía en la región –expresó el secretario general adjunto de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados de Costa Rica (ANEP), Edgar Morales Quesada–.
Por un lado se impulsa la militarización del territorio y por el otro, se reprime la protesta social y se flexibiliza y precariza el trabajo, tratando de desarticular al movimiento obrero”.
Según Morales Quesada, el proceso de militarización en Centroamérica ha alcanzado niveles muy preocupantes, con la presencia de bases militares en El Salvador, Honduras y Panamá, la activación de la IV Flota, y nuevas instalaciones en estos últimos dos países.
El dirigente sindical condenó también la decisión de la Asamblea Legislativa de Costa Rica de aprobar el ingreso de tropas norteamericanas en el país.
“Estamos hablando de buques de guerra, helicópteros, aviones de combates y 13 mil marines. Consideramos este acto una traición a la patria y una violación de nuestra Constitución, que está generando repudio a nivel nacional e internacional.”, aseveró.
La inseguridad justifica la militarización
El papel injerencista de Estados Unidos coincide con los intereses de los grupos de poder centroamericanos y del capital transnacional. El tema del narcotráfico se ha transformado en un moderno Caballo de Troya para penetrar la región.
“Hay una estrategia bien definida para maximizar la inseguridad y crear miedo en la población. Usan el tema del narcotráfico para así justificar la militarización y la represión –explicó Onidia Gómez, presidenta de la Plataforma Sindical Común Centroamericana (PSCC)–.
Crean terror y de esta manera tratan de ocultar su verdadero objetivo, que es la desarticulación y criminalización de la protesta social y del movimiento sindical, favoreciendo los intereses del gran capital”.
Flexibilización y precarización del trabajo y una gran masa de obreros y obreras sin derecho a organizarse, son algunos de los temas que se abordaron en el encuentro regional.
“En El Salvador se pretende pasar la jornada laboral de 8 a 12 horas, en Honduras están congelando el salario mínimo y van a impulsar contratos de trabajo por hora o de media jornada.
En Panamá –continuó Gómez– estamos asistiendo a una represión sin precedentes. Se ha violentado el derecho a la huelga, se han dado poderes especiales a la policía para matar y se impulsan reformas al Código del Trabajo que afectan la contratación colectiva”, dijo.
Según la dirigente sindical, la represión contra el movimiento obrero dejó un saldo en la región de 25 asesinatos en 2009 y 17 en lo que va de 2010.
“Hay una situación de represión y persecución contra un sindicalismo sociopolítico, que es actor de la realidad nacional de cada país.
No podemos seguir analizando lo que acontece en cada país como si fueran hechos separados –explicó Gómez–. El golpe en Honduras evidenció los nexos que existen entre los grupos de poder regionales y la estrategia norteamericana, para fortalecer el modelo neoliberal”.
Nuevas articulaciones de lucha
Ante esta situación, el movimiento social y sindical busca nuevas formas de articulación.
“Vamos a discutir la forma de articularnos a nivel de Centroamérica y el Caribe para hacerle frente a esta situación de acecho contra los movimientos sociales y sindicales– dijo Gustavo Porras, secretario general del Frente Nacional de Trabajadores de Nicaragua (FNT)–.
También debemos articularnos con los movimientos políticos, en búsqueda de una transformación de la sociedad y del modelo”, aseveró.
Según Edgar Morales Quesada, el movimiento popular, social y sindical está jugando un papel fundamental en toda la región. “Se está movilizando, protestando y está siendo un actor político importante.
Sin embargo, debemos construir un nuevo sujeto político regional, con propuestas alternativas a las del gran capital. Un plan de respuestas y de movilización regional”, concluyó.
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