El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, aseguró ayer que la actividad económica ya muestra señales positivas y volverá a crecer a fin de año gracias a la liberalización de mercados. “Lo más duro en términos de actividad económica ya pasó”, dijo en un encuentro con corresponsales extranjeros en alusión a los tarifazos y la megadevaluación que impactaron fuertemente en la inflación.
El funcionario defendió la apertura comercial que encaró el Gobierno. “La integración en el mundo tiene un primer efecto beneficioso, que es que nos evitó el ajuste y nos evitó fundamentalmente ir al camino al que íbamos derechitos, que es en el que está ahora Venezuela”, aseguró Prat-Gay paradójicamente en momentos en que se registra escasez en las góndolas de algunos productos clave para la mesa familiar. “Estamos mucho mejor de lo que muchos creían”, ratificó el funcionario.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, sostuvo que “hay indicios claros de que en julio la inflación fue significativamente más baja que en junio”, por lo que consideró innecesario que los gremios reabran las paritarias este año (ver aparte).
Las afirmaciones de los funcionarios del gabinete de Macri, y del propio presidente, de que un futuro mejor se acerca se repiten en los últimos meses en un bucle infinito. El ministro Prat-Gay no sólo fue cambiando y reacomodando sus pronósticos sino que fue corriendo la fecha en que vendrá la ansiada reactivación económica.
Las afirmaciones de los funcionarios del gabinete de Macri, y del propio presidente, de que un futuro mejor se acerca se repiten en los últimos meses en un bucle infinito. El ministro Prat-Gay no sólo fue cambiando y reacomodando sus pronósticos sino que fue corriendo la fecha en que vendrá la ansiada reactivación económica.
A principio de año había anunciado que 2016 finalizaría con una inflación de entre el 20 y 25 por ciento y que en el segundo semestre comenzaría el despegue económico. En ese momento, en que la inflación se disparaba, sostuvo que “el costo de la salida del cepo fue una pequeña joroba en la inflación”, pese a que en campaña había asegurado que la devaluación no tendría impacto en los precios internos.
En junio último las “estimaciones” debieron ser revisadas y habló de un semestre de reactivación que comenzaría en septiembre y no en julio. En una charla desde Madrid, se sinceró nuevamente y dijo que la inflación este año será de 40 o 42 por ciento y que la meta del 25 se alcanzaría recién en marzo próximo. En un seminario en Nueva York (también en junio último) habló de una inflación de 46 por ciento y que “el trabajo sucio está mayormente hecho”.
El ministro volvió ayer a ofrecer esperanzas. En una conversación mantenida con corresponsales de la prensa extranjera afirmó que la reinserción económica de Argentina en el mundo está ayudando al país a conseguir los capitales que tanto necesita para frenar la inflación e impulsar la actividad. “Nosotros estamos combatiendo el reflejo populista de años en Argentina. Bastante hemos avanzado nosotros en los primeros seis meses. Ya hubo recuperación en mayo, y se confirmó en junio”, dijo Prat-Gay en referencia a la inflación.
El ministro volvió ayer a ofrecer esperanzas. En una conversación mantenida con corresponsales de la prensa extranjera afirmó que la reinserción económica de Argentina en el mundo está ayudando al país a conseguir los capitales que tanto necesita para frenar la inflación e impulsar la actividad. “Nosotros estamos combatiendo el reflejo populista de años en Argentina. Bastante hemos avanzado nosotros en los primeros seis meses. Ya hubo recuperación en mayo, y se confirmó en junio”, dijo Prat-Gay en referencia a la inflación.
Según detalló el funcionario, la inflación –que en junio pasado había sido de 3,1 por ciento según la medición del Indec– se habría desacelerado durante el mes pasado, y vaticinó que hacia fin de año podrá verse una “señal concreta de crecimiento”.
El titular del Palacio de Hacienda aclaró que no habrá una apertura indiscriminada del comercio sino que será gradual. “Vamos de una economía cerrada y prebendaria a una economía competitiva. No vamos a una apertura comercial salvaje, sino con una idea de integrarnos inteligentemente al mundo”, dijo el funcionario, quien justificó que ese supuesto gradualismo servirá para que sectores productivos que actualmente no son competitivos puedan mejorar su productividad.
El titular del Palacio de Hacienda aclaró que no habrá una apertura indiscriminada del comercio sino que será gradual. “Vamos de una economía cerrada y prebendaria a una economía competitiva. No vamos a una apertura comercial salvaje, sino con una idea de integrarnos inteligentemente al mundo”, dijo el funcionario, quien justificó que ese supuesto gradualismo servirá para que sectores productivos que actualmente no son competitivos puedan mejorar su productividad.
“Les damos a los empresarios argentinos cuatro años para ir al gimnasio, entrenar, prepararse; y en cuatro años salen a la cancha”, fue la metáfora que utilizó. “Vamos restaurando confianza. Argentina era paria en el concierto internacional de naciones. Ahora, cuando uno mira el flujo de inversión extranjera directa, ve que en la primera mitad del año se duplicó con respecto a la primera mitad del año pasado”, concluyó.
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