Indígenas Ngöbes Büglés fueron desalojados de manera forzada el lunes 23, luego que el Ministro de la Gobierno Miltón Henríquez, en horas de la tarde, sostuviera un diálogo, durante el cual no faltaron las regalías y promesas del representante gubernamental para que los indígenas se marcharán del área.
Sin embargo, los indígenas no aceptaron la propuesta, ya que solo exigen que sus tierras sean libres de proyectos hidroeléctricos. Por eso se mantuvieron de manera pacífica en el área del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco sobre el río Tabasará.
Pasado las 4 de la tarde, las fuerzas represivas procedieron a irrumpir de manera violenta, arrestando a los presentes en lo que se encontraban mujeres y niños.
De 65 personas desalojadas, 35 fueron detenidas. También se hizo uso de cuatro tractores para destruir los campamentos de los indígenas, la iglesia Mama Tata, cultivos y alimentos.
Queda así demostrado que el gobierno, en conjunto con la empresa GENISA y su hidroeléctrica Barro Blanco, han mantenido un falso diálogo, incumpliendo con lo pactado y procediendo a violentar los derechos territoriales y humanos indígenas. También se evidencia como los acuerdos alcanzados con las Nacional Unidas y organismos de derechos humanos son vulnerados por el gran negocio de las transnacionales de la energía, con beneplácito de los gobiernos neoliberales.
Los indigenas Ngöbes detenidos los mantienen en el albergue Jesús Obrero de Tolé, custodiados y sitiados por la policía para que no salgan a protestar. Además se mantiene un cerco mediático ante la prensa nacional.
Al cierre de esta nota, se registran protestas en Gualaquita, Bocas del Toro y Santiago.
Radio Temblor
Pasado las 4 de la tarde, las fuerzas represivas procedieron a irrumpir de manera violenta, arrestando a los presentes en lo que se encontraban mujeres y niños.
De 65 personas desalojadas, 35 fueron detenidas. También se hizo uso de cuatro tractores para destruir los campamentos de los indígenas, la iglesia Mama Tata, cultivos y alimentos.
Queda así demostrado que el gobierno, en conjunto con la empresa GENISA y su hidroeléctrica Barro Blanco, han mantenido un falso diálogo, incumpliendo con lo pactado y procediendo a violentar los derechos territoriales y humanos indígenas. También se evidencia como los acuerdos alcanzados con las Nacional Unidas y organismos de derechos humanos son vulnerados por el gran negocio de las transnacionales de la energía, con beneplácito de los gobiernos neoliberales.
Los indigenas Ngöbes detenidos los mantienen en el albergue Jesús Obrero de Tolé, custodiados y sitiados por la policía para que no salgan a protestar. Además se mantiene un cerco mediático ante la prensa nacional.
Al cierre de esta nota, se registran protestas en Gualaquita, Bocas del Toro y Santiago.
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