La mandataria brasileña aseguró que se mantendrá en pie y honrará a los 54 millones de votos que recibió en 2014.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó este martes que nunca pensó en renunciar, pese a las informaciones difundidas por la prensa nacional e internacional. Aseguró que continuará luchando con todos los medios legales disponibles contra el proceso de juicio político de la derecha para destituirla.
“Lo que a nosotros nos satisface no es que renuncie, es luchar. Por lo tanto, les aseguro lo haré con todas mis fuerzas, usaré todos los medios legales disponibles de lucha. Para mí el último día previsto para mi mandato es el 31 de diciembre del año 2018”, aseveró la mandataria durante la ceremonia de apertura de la Cuarta Conferencia Política Nacional de la Mujer.
Rousseff manifestó que la derecha quiere que renuncie porque es una figura que les provoca incomodidad. “Mientras, me mantengo de pie honrando a las mujeres, en la historia quedará claro que cometieron contra mí una injusticia”.
“Ellos, cuando me proponen que renuncie, tienen dos objetivos: evitar que continúe hablando con ustedes y denunciando el golpe; también quieren diseminar una idea, ella es una mujer y no tiene capacidad de resistir, quiero decirles que mi capacidad es enorme, tengo conmigo la resistencia de mujeres y hombres que se volvieron protagonistas de sus derechos en los últimos 13 años”, expresó la jefa de Estado.
Asimismo, denunció nuevamente que el proceso de juicio político es un golpe de Estado que busca acabar con los logros sociales alcanzados en los últimos 13 años.
“Cuando ellos dicen que en la Constitución está previsto el juicio político, solo muestran un lado de la verdad, esconden que este solo puede suceder cuando hay un crimen de responsabilidad y yo no cometí ninguno”, explicó Rousseff.
Denunció que la derecha pretende eliminar la obligación de los gastos públicos en educación y salud, desvincularse de los beneficios de los salarios mínimos, especialmente de los salarios mínimos provinciales, acabar con los programas sociales y las universidades públicas.
“El pueblo brasileño votó por mí dos veces y ahora quiero decirles a esos 54 millones de votos que recibí en el 2014 los voy a honrar”, dijo.
“Este golpe no es un golpe cualquiera, es personal. Ellos usan el juicio político para una elección indirecta. Este es un proceso conducido por Cuhna y Temer”, agregó.
Brasileños se movilizan por Día Nacional de Defensa de la Democracia y contra el Golpe
La noche de este lunes el presidente en funciones de la Cámara de Diputados de Brasil, Waldir Maranhão, emitió un comunicado en el que revocó su decisión de anular la sesión del pasado 17 de abril en la cual fue admitido el pedido de juicio político contra la presidenta de ese país, Dilma Rousseff.
Maranhão le comunicó su nueva postura al titular del Senado, Renán Calheiros, a través de un escrito. No dio explicaciones sobre el por qué de la misma.
El pasado 17 de abril la Cámara de Diputados aprobó el pedido de juicio político con 367 votos a favor, 137 en contra, siete abstenciones y dos ausencias. La solicitud pasó a ser analizada por una comisión especial de 21 senadores que el 6 de mayo aprobó con 15 votos a favor el informe de su relator, Antonio Anastasia, quien recomendó que el proceso avance hacia una probable destitución.
En contexto
Desde que salió a la luz pública el caso de corrupción en Petrobras, la oposición brasileña pretende vincular a la presidenta Dilma Rousseff y a los miembros del Partido de los Trabajadores (PT) para impedir que se mantengan al frente del Gobierno.
La acusación central de la oposición contra Rousseff para justificar un juicio político es la supuesta violación de normas fiscales al maquillar el déficit presupuestario de 2015. Sin embargo, no se han presentado pruebas contra la mandataria brasileña, quien ha reiterado su inocencia.
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