Foto Gerardo Iglesias | Rel-UITA |
Trabajadores llevan 74 días de paralización y esperan salida consensuada
Por Amalia Antúnez | Rel-UITA
Desde el 14 de mayo los trabajadores palmeros decretaron la huelga ante la negativa de la empresa de cumplir con el pliego de peticiones ya acordado. La Rel conversó con Renet Morales, presidente de Sintrainagro Seccional Minas, que representa a los obreros palmeros, para conocer los pormenores del conflicto y la instancia en que se encuentra.
“La empresa, luego de negociar con nuestro Sindicato y de acordar la firma de una nueva convención colectiva, a último momento se echó para atrás y no firmó el convenio.
Eso sucedió el 13 de mayo y nosotros comenzamos la huelga al día siguiente”, recordó Morales.
Son 400 los trabajadores que permanecen paralizados en reclamo de formalización laboral de más de la mitad de la nómina que se encuentra en situación de intermediación por medio de un contrato sindical entre Palmas del Cesar e INDUAGRO, organización afín a la compañía, entre otras reivindicaciones.
Según explicó el dirigente, por ley en Colombia se prohíben las empresas intermediarias de mano de obra, algo que Palmas del Cesar sistemáticamente ha eludido y por lo que fue sancionada.
En virtud de esa sanción, la compañía palmera, dejó las Cooperativas de Trabajo Asociado (tercerizadoras) y ahora se vale de organizaciones como INDUAGRO, a la que obligó a afiliarse a unos 250 trabajadores para precarizar más aún las condiciones laborales y no otorgar beneficios a los obreros.
“Los compañeros que pasaron de las cooperativas a INDUAGRO cuentan que están peor que nunca. INDUAGRO se describe como una organización que busca mejorar el rendimiento y los ingresos para sí y no para sus afiliados. En esas condiciones, qué podemos esperar”, se cuestiona el dirigente.
Eso sucedió el 13 de mayo y nosotros comenzamos la huelga al día siguiente”, recordó Morales.
Son 400 los trabajadores que permanecen paralizados en reclamo de formalización laboral de más de la mitad de la nómina que se encuentra en situación de intermediación por medio de un contrato sindical entre Palmas del Cesar e INDUAGRO, organización afín a la compañía, entre otras reivindicaciones.
Según explicó el dirigente, por ley en Colombia se prohíben las empresas intermediarias de mano de obra, algo que Palmas del Cesar sistemáticamente ha eludido y por lo que fue sancionada.
En virtud de esa sanción, la compañía palmera, dejó las Cooperativas de Trabajo Asociado (tercerizadoras) y ahora se vale de organizaciones como INDUAGRO, a la que obligó a afiliarse a unos 250 trabajadores para precarizar más aún las condiciones laborales y no otorgar beneficios a los obreros.
“Los compañeros que pasaron de las cooperativas a INDUAGRO cuentan que están peor que nunca. INDUAGRO se describe como una organización que busca mejorar el rendimiento y los ingresos para sí y no para sus afiliados. En esas condiciones, qué podemos esperar”, se cuestiona el dirigente.
Plantación adentro
Miseria y violencia
Los trabajadores reivindican también mejoras salariales, condiciones dignas de empleo, cumplimiento de las normas sobre jornada laboral y que cesen las medidas violatorias de la huelga que irrespetan la libertad sindical.
Por otro lado, en estos tres meses que llevan de lucha, la empresa viene realizando una campaña de desprestigio contra Sintrainagro, utilizando como recursos los canales de televisión locales y las radioemisoras.
“Estamos preocupados por esta arremetida mediática contra los trabajadores de Palma de Cesar. Esta es una región violenta, y exacerbar la animosidad contra los trabajadores puede poner en riesgo su integridad física. Los trabajadores siempre estuvimos dispuestos al diálogo para alcanzar una salida consensuada”, lamentó Morales.
El Sindicato hizo un llamado a la comunidad internacional para que apoye sus justos reclamos y para que esté alerta ante un eventual escenario de violencia contra los trabajadores.
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