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Por Ofraneh
El
14 de septiembre del año 2004, una figurilla antropomorfa de jade del
dios del maíz, Hun Nal Ye, fue sustraída del Museo de la República, en
la antigua Casa Presidencial de Honduras, mientras en ese lugar se
celebraba la boda de miembros de la élite de poder nacional. De la misma
forma que la estatuilla de Hun Nal Yen, fueron sustraídas las variedades de
maíz criollo a través de la
contaminación genética provocada por la introducción de variedades de
maíz transgénico.
En
junio del 2010, John Brewer, funcionario estadounidense asignado como
administrador del Servicio Agrícola para el Extranjero de los Estados
Unidos indicó que Honduras es un país líder en la incorporación de la
biotecnología en la agricultura, señalando ademas que era en ese momento
el único país de Centroamérica con cultivos de organismos genéticamente modificados (OGM).
Brewer
sin embargo olvidó la condición de Honduras como parte de la cuna
genética del país y la grave contaminación a través de la polinización
abierta de las variedades criollas de maíz, además de la consecuente
erosión genética que se ha dado. Desafortunadamente las advertencias e
incluso denuncias presentadas al respecto, fueron desdeñadas por el
Ministerio Publico, la Secretaria de Recursos Naturales (SERNA) y otras
agencias gubernamentales copadas por MONSANTO y otras empresas dedicadas
a la producción de semillas transgénicas.
Cabe recordar que en el año 2007, Hector Hernandez, ex ministro de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) denunció haber sido "amenazado por transnacionales que producen transgénicos, ante la posibilidad de cerrarle el mercado en Honduras".
En un reporte
del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus
siglas en inglés) indicó que para el 2011 en Honduras existían 29,579
hectáreas de maíz transgénico, siendo uno de los cinco países en
Latinoamérica que poseían ese tipo de cultivos.
Las
variedades BT (MON810), Roundup Ready (RR) (NK603), Herculex I y VTPRO
(MON 89034), son producidas de forma comercial en siete departamentos
del pais, y supuestamente han sido excluidos los departamentos de
Intibuca, Lempira y Gracias a Dios. La escuela Panamericana de
Agricultura conocida como el Zamorano, sembro 332 hectáreas en el
periodo 2011-12, como parte de una estrategia de implantar los OGM en
Honduras.
Según la Asociación de Productores de Granos Básicos,
para finales del 2012, en Honduras un 20% de su cosecha es proveniente
de cultivos transgénicos, y en un futuro cercano se incrementará
exponencialmente el uso de cultivos genéticamente modificados. A inicios
de ese año el gobierno de honduras anunció una inversión de mil
millones de dólares destinados a la siembra de granos básicos
específicamente maíz, programa denominado "Visión 20-20".
En
abril del 2013 Monsanto, Bayer y Nordic, efectuaron el lanzamiento de
la segunda fase del programa, bajo el lema de "Sembrar país con mas maíz", con la meta de sembrar 10 mil hectáreas de maíz, y unas 90 mil
hectáreas para el 2020.
Un análisis de Angel Aguilar, intitulado "Situación de los Transgénicos en Honduras" afirma que en
forma accidental, una donación de semillas de una iglesia evangélica
diseminó casi en forma incontrolada semilla transgénica de maíz por el
departamento de Intibucá, extendiéndose su cultivo por los departamentos
de Santa Bárbara y Copan". Posteriormente se dieron denuncias sobre
la contaminación de las variedades criollas con la variedad StarLink, la
que había sido declarada no apta para el consumo humano. El StarLink
fue diseminado a través de maíz donado por el Programa Mundial para alimentos (PMA).
Aparentemente
los primeros cultivos de maíz transgénico en Honduras fueron realizados
en el Valle del Guayape en el año 2002, y es el Sr. Porfirio Lobo y
Juan Ártica los pioneros en la siembra de maíz Bth. Se supone que
existieron ciertas restricciones en cuanto a la siembra de maíz
transgénico en el sur del país, específicamente en Choluteca ante la
presencia de teocinte, una de las variedades originales del maíz.
Al
igual que la contaminación genética del maíz, la frágil democracia en
Honduras ha sido contaminada con el gen de la tiranía. Y es casualmente
el Sr. Porfirio Lobo uno de los pioneros en la imposición de un régimen,
el cual disfrazado de democracia ha venido demoliendo el estado de
derecho, ejerciendo el poder en un agitado mar de violencia, que ha
servido de pretexto para militarizar cada día mas a Honduras.
Después
del golpe de estado del año 2009, Honduras se ha convertido en un
laboratorio económico, social y político, siendo el estado fallido
inducido un caldo de cultivo para finiquitar la soberanía nacional y
destruir los magros sociales obtenido a lo largo del siglo XX. Con la
emisión de la Ley RED-ZEDE (ciudades modelo), la Ley Hipoteca, la
flexibilización del mercado laboral, pasando por la entrega del
territorio nacional a través de las concesiones para minería
explotación de hidrocarburos; se ha colocado el país en manos de los
inversionistas extranjeros.
La
autocracia que ha caracterizado el actual régimen aunado al golpe desde
el Congreso Nacional a la Corte Suprema de Justicia y el ensayo de
fraude cometido en las elecciones internas del año pasado, son señales
inequívocas de una democracia fallida. Al igual que el maíz
genéticamente modificado por las empresas estadounidense, la democracia
en Honduras padece de modificaciones letales inducidas desde el imperio
con fines de perpetuar nuestro sometimiento y replicar la formula a lo
largo y ancho del continente.
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