Foto G. Trucchi | Rel-UITA |
STIBYS denuncia intransigencia y actitud dilatoria en la negociación colectiva
Por Giorgio Trucchi | Rel-UITA
Después de casi 30 meses de negociación del nuevo Convenio Colectivo entre el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS) y Embotelladora La Reyna SA (CABCorp-PepsiCo), la transnacional continúa entorpeciendo y dilatando el proceso, tratando, además, de sentar un precedente muy peligroso en las relaciones obrero-patronales en Honduras.
Después de casi 30 meses de negociación del nuevo Convenio Colectivo entre el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS) y Embotelladora La Reyna SA (CABCorp-PepsiCo), la transnacional continúa entorpeciendo y dilatando el proceso, tratando, además, de sentar un precedente muy peligroso en las relaciones obrero-patronales en Honduras.
Desde que las partes se sentaron a negociar en octubre de 2010, la embotelladora Ancla para Centroamérica y El Caribe de Pepsi Cola mostró su actitud intransigente y su estrategia dilatoria.
“Desde un principio nos dimos cuenta que el verdadero objetivo de la patronal era desequilibrar las relaciones entre las partes y lograr la destrucción del Sindicato. Ya lo consiguió en otros países de la región y está tratando de hacer lo mismo aquí”, dijo Carlos H. Reyes, presidente del STIBYS, durante su conversación con La Rel.
Pese a que las partes, durante la primera y segunda etapa de mediación, alcanzaron firmar la mayoría de las cláusulas del nuevo Convenio, Embotelladora La Reyna se ha rehusado tajantemente negociar los que son los puntos torales para el futuro de las relaciones obrero-patronales.
Algunas cláusulas aún no se han discutido, mientras hay tres que ya pasaron a la etapa de conciliación, entre ellas la que pretende calificar como cargo de confianza a la mayoría del personal del área de manufactura, de los departamentos de producción, de manera particular la línea PET, mantenimiento, control de calidad, jarabes y tratamiento de agua.
“Hay que entender que en la industria de bebidas carbonatadas ya casi el 80 por ciento de la producción se envasa en PET y el resto en vidrio. Si dejamos que los trabajadores del sector PET sean calificados como cargos de confianza, muy pronto vamos a perder todo el departamento de producción como organización sindical”, explicó Reyes.
Según él, esta actitud es violatoria de la legislación laboral y del Convenio Colectivo vigente.
“El propósito es claro: evitar que se afilien al Sindicato y excluirlos del Convenio Colectivo, lo cual sería un golpe muy duro para nuestra organización, reduciendo nuestra capacidad de negociación y sentando un precedente muy peligroso para el país”, agregó el también miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la UITA.
Conflicto en puerta
Otro de los puntos más complicados en la negociación se refiere al aumento de salario, donde la empresa sigue ofreciendo un incremento inferior al que se logró en 2008.
“La empresa tiene que entender que dilatar la negociación no puede ser una constante, ni mucho menos una estrategia para posponer los aumentos de salario que merecen los trabajadores”, dijo Reyes.
Recordó también que la empresa presentó un escrito dirigido a los mediadores del Ministerio del Trabajo, solicitando el retiro del proceso de negociación de cuatro cláusulas que tienen que ver con la lucha contra la tercerización y la precarización del trabajo.
“CABCorp (PepsiCo) aduce que estas cláusulas no son de naturaleza económica sino jurídica, y que el Sindicato estaría tratando de inmiscuirse en la administración de la empresa.
No vamos a ceder, porque eso significaría hundir al Sindicato y exponer los trabajadores a las políticas anti obreras y antisindicales de esta transnacional. Estamos listos para lo que venga, hasta para ir a una huelga”, concluyó Reyes.
“Desde un principio nos dimos cuenta que el verdadero objetivo de la patronal era desequilibrar las relaciones entre las partes y lograr la destrucción del Sindicato. Ya lo consiguió en otros países de la región y está tratando de hacer lo mismo aquí”, dijo Carlos H. Reyes, presidente del STIBYS, durante su conversación con La Rel.
Pese a que las partes, durante la primera y segunda etapa de mediación, alcanzaron firmar la mayoría de las cláusulas del nuevo Convenio, Embotelladora La Reyna se ha rehusado tajantemente negociar los que son los puntos torales para el futuro de las relaciones obrero-patronales.
Algunas cláusulas aún no se han discutido, mientras hay tres que ya pasaron a la etapa de conciliación, entre ellas la que pretende calificar como cargo de confianza a la mayoría del personal del área de manufactura, de los departamentos de producción, de manera particular la línea PET, mantenimiento, control de calidad, jarabes y tratamiento de agua.
“Hay que entender que en la industria de bebidas carbonatadas ya casi el 80 por ciento de la producción se envasa en PET y el resto en vidrio. Si dejamos que los trabajadores del sector PET sean calificados como cargos de confianza, muy pronto vamos a perder todo el departamento de producción como organización sindical”, explicó Reyes.
Según él, esta actitud es violatoria de la legislación laboral y del Convenio Colectivo vigente.
“El propósito es claro: evitar que se afilien al Sindicato y excluirlos del Convenio Colectivo, lo cual sería un golpe muy duro para nuestra organización, reduciendo nuestra capacidad de negociación y sentando un precedente muy peligroso para el país”, agregó el también miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la UITA.
Conflicto en puerta
Otro de los puntos más complicados en la negociación se refiere al aumento de salario, donde la empresa sigue ofreciendo un incremento inferior al que se logró en 2008.
“La empresa tiene que entender que dilatar la negociación no puede ser una constante, ni mucho menos una estrategia para posponer los aumentos de salario que merecen los trabajadores”, dijo Reyes.
Recordó también que la empresa presentó un escrito dirigido a los mediadores del Ministerio del Trabajo, solicitando el retiro del proceso de negociación de cuatro cláusulas que tienen que ver con la lucha contra la tercerización y la precarización del trabajo.
“CABCorp (PepsiCo) aduce que estas cláusulas no son de naturaleza económica sino jurídica, y que el Sindicato estaría tratando de inmiscuirse en la administración de la empresa.
No vamos a ceder, porque eso significaría hundir al Sindicato y exponer los trabajadores a las políticas anti obreras y antisindicales de esta transnacional. Estamos listos para lo que venga, hasta para ir a una huelga”, concluyó Reyes.
Fuente: Rel-UITA
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