Por Rodolfo Cortés
Los pueblos del mundo buscan expresarse de diferentes formas contra acciones y políticas de estado de los gobiernos que atentan contra la vida de los seres y la existencia del Planeta. Honduras no se ha quedado atrás.
El pueblo alemán en el estado de Baja Sajonia, y otros estados, luchan desde 1970 incansablemente contra el basurero y cementerio de deshechos nucleares instalado en Gorleben. El año 2008, 2010 y 2012 cientos de miles de personas formando cadenas humanas se apostaron por varios días en las líneas férreas alemanas en señal de protesta; fueron reprimidos salvajemente por la policía. Los ambientalistas y la ciudadanía consciente protestan porque saben que la vida de la humanidad está en constante peligro. Lo mismo ha pasado en Japón, Rusia y otros países.
Honduras no se ha quedado atrás. A finales del Siglo XX, en la década de los años 1970-1980 la heroica población lenca de La Iguala, Lempira, desterró de su territorio grandes empresas madereras instaladas en aquél lugar. Igual sucedió con los lencas en Guajiquiro. Todos unidos en defensa del bosque, el agua y el territorio.
En los años 90s, las comunidades indígenas del Occidente de Honduras se hicieron sentir ante los poderes del Estado con las muy famosas PEREGRINACIONES INDÍGENAS promovidas por COPINH. La primera se llamó “Peregrinación por la Vida, la Libertad y la Justicia”. Millares de ciudadanos lencas hombres, mujeres y niños, después de caminar centenares de kilómetros, se tomaron por varios días, en tiempos del oprobioso Callejas, los bajos del Palacio Legislativo y los Palacios de Gobierno y la Corte. Acompañaron este movimiento el líder lenca Salvador Zúniga y el sacerdote católico Víctor Manuel Cortés C.
A inicios del presente siglo, año 2000, bajo la conducción del Movimiento Ambientalista de Olancho, MAO, y el liderazgo del sacerdote Andrés Tamayo Cortés se realizaron cinco MARCHAS POR LA VIDA que iniciando en la ciudad de Juticalpa, concluyeron en Tegucigalpa después de recorrer a pie más de doscientos kilómetros. La última marcha aglutinó cerca de 50 mil hondureños entrando a Tegucigalpa. El propósito: sensibilizar al pueblo ante esta problemática ambientalista y detener a los empresarios y políticos depredadores.
Los logros alcanzados fueron meritorios y generaron bienestar a la ciudadanía, se contuvo algo a los jinetes apocalípticos.
El pueblo alemán en el estado de Baja Sajonia, y otros estados, luchan desde 1970 incansablemente contra el basurero y cementerio de deshechos nucleares instalado en Gorleben. El año 2008, 2010 y 2012 cientos de miles de personas formando cadenas humanas se apostaron por varios días en las líneas férreas alemanas en señal de protesta; fueron reprimidos salvajemente por la policía. Los ambientalistas y la ciudadanía consciente protestan porque saben que la vida de la humanidad está en constante peligro. Lo mismo ha pasado en Japón, Rusia y otros países.
Honduras no se ha quedado atrás. A finales del Siglo XX, en la década de los años 1970-1980 la heroica población lenca de La Iguala, Lempira, desterró de su territorio grandes empresas madereras instaladas en aquél lugar. Igual sucedió con los lencas en Guajiquiro. Todos unidos en defensa del bosque, el agua y el territorio.
En los años 90s, las comunidades indígenas del Occidente de Honduras se hicieron sentir ante los poderes del Estado con las muy famosas PEREGRINACIONES INDÍGENAS promovidas por COPINH. La primera se llamó “Peregrinación por la Vida, la Libertad y la Justicia”. Millares de ciudadanos lencas hombres, mujeres y niños, después de caminar centenares de kilómetros, se tomaron por varios días, en tiempos del oprobioso Callejas, los bajos del Palacio Legislativo y los Palacios de Gobierno y la Corte. Acompañaron este movimiento el líder lenca Salvador Zúniga y el sacerdote católico Víctor Manuel Cortés C.
A inicios del presente siglo, año 2000, bajo la conducción del Movimiento Ambientalista de Olancho, MAO, y el liderazgo del sacerdote Andrés Tamayo Cortés se realizaron cinco MARCHAS POR LA VIDA que iniciando en la ciudad de Juticalpa, concluyeron en Tegucigalpa después de recorrer a pie más de doscientos kilómetros. La última marcha aglutinó cerca de 50 mil hondureños entrando a Tegucigalpa. El propósito: sensibilizar al pueblo ante esta problemática ambientalista y detener a los empresarios y políticos depredadores.
Los logros alcanzados fueron meritorios y generaron bienestar a la ciudadanía, se contuvo algo a los jinetes apocalípticos.
Durante esta década ha habido varias movilizaciones locales en El Aguán organizadas por la COPA; las comunidades organizadas de Atlántida con el apoyo de la iglesia Católica han defendido con valentía los recursos naturales y, en Santa Bárbara, bajo la conducción del Movimiento Ambientalista Santabarbarense, MAS, se ha luchado contra la minería y las represas hidroeléctricas. Lo mismo hizo el insigne Patronato Regional de Occidente, PRO, en Los Valles.
Para este año y mes, concretamente desde el lunes 25 de febrero hasta el 8 de marzo se prepara una movilización nacional denominada “CAMINATA POR LA DIGNIDAD Y LA SOBERANÍA, Paso a Paso”, coordinada por la plataforma de organizaciones ambientalistas y populares de Honduras que históricamente han estado en RESISTENCIA, defendiendo la soberanía nacional, la justicia, la paz, el agua, el bosque, el territorio y contra la Ley de Minería y las Ciudades Modelo. 12 días de movilización.
Es un deber ciudadano participar un rato, un día, varios días o toda la jornada. No es con paja que se hace Patria. La Patria es de todos y todas y hoy clama porque la defendamos. Que la toma de Tegucigalpa haga sentir a los VENDEPATRIA la fuerza del movimiento popular organizado. La solidaridad es indispensable y un imperativo ineludible.
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