EFE |
La prohibición desde el 1 de enero del uso de las tarjetas de crédito en el Vaticano proviene de la investigación de supuestas actividades de blanqueo de capital relacionado con las transacciones del Instituto para las Obras Religiosas (IOR).
El presidente del IOR, Gotti Tedeschi, destituido en mayo de 2012, está siendo investigado por la Fiscalía de Roma desde septiembre de 2011 por supuesta violación de las normas sobre la prevención del blanqueo de dinero.
Fuentes del Banco de Italia, citadas por los medios italianos, dijeron que esta entidad negó desde el pasado 6 de diciembre pasado la autorización al Deustche Bank Italia, al que se ha transferido gran parte de la actividad financiera del IOR, además de los servicios de pago en el Vaticano, por la ausencia de bases jurídicas.
La decisión se basa en que la Santa Sede no ha cumplido con las garantías de la Unión Europea sobre lavado de dinero. En particular, en el Estado de la Ciudad del Vaticano no existe una legislación bancaria y financiera y no ejerce suficiente control sobre las transacciones financieras, más allá de su legislación aprobada contra el lavado de dinero, refiere el Banco de Italia. El mismo aseguró que, sin autorización previa, en territorio vaticano se gestionaban varios cajeros automáticos conectados con el banco que coordina el sistema.
La gran sorpresa se produjo en septiembre de 2010 con el secuestro de 23 millones de euros, que iban a ser transferidos en dos operaciones bancarias a la JP Morgan de Fráncfort (Alemania) y de otras tres entidades a la Banca del Fucino. Junto a Gotti Tedeschi también está siendo investigado el director general del IOR, Paolo Cipriani. El 30 de diciembre de 2010, Benedicto XVI aprobó una ley para luchar contra el blanqueo de dinero en la instituciones financieras del Vaticano, con el objetivo de entrar en la llamada “lista blanca” o la lista de Estados que respetan las normas para la lucha contra el lavado de dinero.
Un “problema técnico”, según Lombardi
Hace unos días al portavoz de el Vaticano, el jesuita Federico Lombardi, calificó de “problema técnico” el bloqueo de las tarjetas internacionales y explicó que ciertas oficinas de Ciudad del Vaticano y uno de sus proveedores para el servicio de utilización de tarjetas de crédito y de pago electrónica estaban a punto de caducar. Según Lombardi, había ya contactos con varios proveedores de estos servicios por lo que la interrupción de los pagos con la tarjetas electrónicas sería de breve duración, aunque no se podía determinar el tiempo para que pudieran ser de nuevo aceptadas.
Con la decisión del Banco de Italia de bloquear tarjetas de crédito, en Ciudad del Vaticano sólo se podrá pagar con dinero, cheques o con tarjetas expedidas por el IOR. El Vaticano ofrece numerosos servicios comerciales a los ciudadanos italianos desde la farmacia, a la que pueden acceder con una receta y ciertas condiciones, al igual que el supermercado y varias tiendas de ropa y de tecnología. Asimismo, son acreditadas las colecciones de numismática y filatelia.
Tampoco podrán pagarse con tarjeta bancaria la entrada de 16 euros a los valiosos museos vaticanos, que se han convertido en una las instituciones artísticas más valoradas y visitadas del mundo y que en 2011 generaron unos ingresos al Estado Vaticano de más de 91 millones de euros con 5 millones de visitantes.
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