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Por Telám/Radio del Sur
La Justicia chilena inició el pedido de extradición a Estados Unidos del oficial retirado del Ejército Pedro Barrientos, procesado la semana pasada como autor material de la muerte del cantautor Víctor Jara, ocurrida en 1973.
El juez de la causa, Miguel Vásquez, quien el viernes procesó a Barrientos y Hugo Sánchez, como autores materiales del homicidio, y a otros seis ex oficiales en calidad de cómplices, informó sobre el inicio de los trámites de extradición para que se complete lo más rápido posible la orden de captura de todos los inculpados.
El juez de la causa, Miguel Vásquez, quien el viernes procesó a Barrientos y Hugo Sánchez, como autores materiales del homicidio, y a otros seis ex oficiales en calidad de cómplices, informó sobre el inicio de los trámites de extradición para que se complete lo más rápido posible la orden de captura de todos los inculpados.
“La extradición se está solicitando; se van a hacer los trámites pertinentes a la Corte Suprema para cumplir el procedimiento y se está decretando el pedido de extradición”, explicó el magistrado, citado por el diario online estatal La Nación.
El juez precisó que “el sentido del pedido de extradición es acelerar la orden emitida el viernes pasado”, cuando Vásquez pidió la captura internacional de Barrientos.
Además de Barrientos y Sánchez, el procesamiento recayó sobre los ex oficiales Roberto Souper, Raúl Jofré, Edwin Dimter, Nelson Hasse, Luis Bethke y Jorge Smith, en calidad de cómplices.
De todos ellos, cuatro están detenidos en el Batallón de Policía Militar del Comando de Telecomunicaciones en la comuna de Peñalolén, uno está internado en una clínica psiquiátrica y los otros dos no fueron encontrados.
Jara fue detenido el 12 de septiembre de 1973, un día después del golpe de Pinochet, junto a centenares de alumnos, trabajadores y profesores en la Universidad Técnica del Estado (UTE), la actual Universidad de Santiago (USACH), en la que se desempeñaba como docente.
Todos fueron llevados al Estadio Nacional, habilitado como centro de detención. Ahí, Jara fue reconocido por los militares, separado de los demás prisioneros y sometido por varios días a torturas, entre ellas quemaduras con cigarrillos, simulacros de fusilamientos y la fractura de sus manos con golpes de culata.
El 16 de septiembre el estadio fue vaciado de prisioneros, con excepción del cantautor y de Littré Quiroga Carvajal, quien fuera director de la Empresa de Ferrocarriles del Estado durante el gobierno de Salvador Allende (1970-73). Los dos fueron llevados a un subterráneo del recinto y acribillados a tiros.
Jara recibió 44 impactos de bala y tenía numerosos huesos fracturados, según determinó el informe de la autopsia que se le practicó luego de que su cuerpo fuera hallado en la parte posterior del Cementerio General de Santiago, donde había sido arrojado por los militares.
El juez precisó que “el sentido del pedido de extradición es acelerar la orden emitida el viernes pasado”, cuando Vásquez pidió la captura internacional de Barrientos.
Además de Barrientos y Sánchez, el procesamiento recayó sobre los ex oficiales Roberto Souper, Raúl Jofré, Edwin Dimter, Nelson Hasse, Luis Bethke y Jorge Smith, en calidad de cómplices.
De todos ellos, cuatro están detenidos en el Batallón de Policía Militar del Comando de Telecomunicaciones en la comuna de Peñalolén, uno está internado en una clínica psiquiátrica y los otros dos no fueron encontrados.
Jara fue detenido el 12 de septiembre de 1973, un día después del golpe de Pinochet, junto a centenares de alumnos, trabajadores y profesores en la Universidad Técnica del Estado (UTE), la actual Universidad de Santiago (USACH), en la que se desempeñaba como docente.
Todos fueron llevados al Estadio Nacional, habilitado como centro de detención. Ahí, Jara fue reconocido por los militares, separado de los demás prisioneros y sometido por varios días a torturas, entre ellas quemaduras con cigarrillos, simulacros de fusilamientos y la fractura de sus manos con golpes de culata.
El 16 de septiembre el estadio fue vaciado de prisioneros, con excepción del cantautor y de Littré Quiroga Carvajal, quien fuera director de la Empresa de Ferrocarriles del Estado durante el gobierno de Salvador Allende (1970-73). Los dos fueron llevados a un subterráneo del recinto y acribillados a tiros.
Jara recibió 44 impactos de bala y tenía numerosos huesos fracturados, según determinó el informe de la autopsia que se le practicó luego de que su cuerpo fuera hallado en la parte posterior del Cementerio General de Santiago, donde había sido arrojado por los militares.
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