domingo, 15 de enero de 2012

Venezuela: ¿La Amenaza de un Buen Ejemplo?

contrainjerencia.com
Por Eva Golinger

No es un secreto el desprecio de Washington hacia el Presidente Chávez y los medios de comunicación que han transformado a un líder democrático en una dictadura. 

¿Venezuela realmente representa una amenaza para los Estados Unidos o es esa fama sólo una excusa para intentar “cambiar el régimen”?


La visita del Presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, esta semana a América Latina provocó un frenesí en Washington. La idea de tener al enemigo número 1 de Estados Unidos a pocos kilómetros al Sur de la frontera, intimando con naciones que alguna vez fueron dominadas por la agenda de Washington era demasiado difícil de soportar para un Gobierno que intenta desesperadamente aislar a Irán y eliminar a la nación persa de la Revolución Islámica. 

Días antes del arribo de Ahmadinejad a Venezuela, su primera parada en el tour de cuatro países de América Latina, el Departamento de Estado de Estados Unidos advirtió a la región sobre la recepción del Presidente iraní y el fortalecimiento de lazos mientras Washington intensificaba las acciones en contra de Irán e incrementaba la presión sobre el Gobierno de Ahmadinejad. Como muestra de su severidad, Washington también expulsó a un diplomático venezolano de su cargo como Cónsul General en Miami, por supuestos vínculos con una conspiración iraní no corroborada en contra de Estados Unidos.

El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tomo las advertencias de Washington como palabras de un “imperio ridículo” que “ya no nos domina en América Latina”. Chávez dejó claro que “Somos naciones soberanas” cuando recibió al Presidente iraní con los brazos abiertos. Chávez hasta ironizó acerca de las acusaciones de Washington de que la relación entre Venezuela e Irán representa una amenaza para Estados Unidos.

“Nos acusan una y otra vez de planificar ataques contra Estados Unidos. Dicen que estamos construyendo una bomba para lanzar a Washington. Ven esa loma allá”, le dijo el Presidente Chávez a los periodistas que cubrían la llegada de Ahmadinejad en el Palacio presidencial. “La grama se abrirá para revelar una gran bomba atómica que el Presidente Ahmadinejad y yo lanzaremos contra la Casa Blanca”, bromeó.

“La única guerra que Venezuela e Irán estamos entablando es la guerra contra el hambre, contra la pobreza, contra la exclusión”, aclaró Chávez en un tono serio.

Durante años los funcionarios del Gobierno estadounidense, analistas externos, grupos de expertos, consultores del Gobierno y comentaristas de los medios han hecho acusaciones desorbitadas en contra de Venezuela, alegando que está construyendo bases para misiles con Irán para planificar ataques contra Estados Unidos y ofreciendo campos de entrenamiento terrorista para miembros de Al Qaeda, Hezbollah y la Guardia Revolucionaria iraní.

Estas absurdas afirmaciones van tan lejos que alegan que las empresas mixtas entre Venezuela e Irán, como las fabricas de carros y bicicletas y las plantas de procesamiento de lácteos son fachadas de yacimientos secretos subterráneos de enriquecimiento de uranio donde se están fabricando bombas nucleares ahora mismo para usar contra Estados Unidos. 

Estos “analistas” estadounidenses y algunos miembros del Congreso, como Connie Mack e Ileana Ros-Lehtinen (ambos Republicanos de Florida) hasta afirmaron que un vuelo comercial entre Caracas y Teherán era un “vuelo del terror” usado para transportar “materiales radioactivos” y “terroristas”.

Aún cuando estas declaraciones de Washington contra Venezuela puedan parecer ridículas, estas acusaciones sin fundamento están siendo utilizadas para ampliar la hostilidad en contra de la nación Suramericana, para canalizar el multi-millonario financiamiento a grupos antichavistas intentando desestabilizar al Gobierno venezolano y perpetuar una campaña mediática que demoniza al Jefe de Estado venezolano, mostrando al país productor de petróleo como una dictadura.

Durante los últimos años la campaña en contra de Venezuela se ha intensificado, y el argot común para hacer referencia a Venezuela y al Presidente Chávez en los medios de comunicación incluye términos como “dictador”, “autoritario”, “tirano”, “terrorista”, “amenaza” y refleja al país Latinoamericano como un “estado fallido” en el que los derechos humano son “violados” todo el tiempo y no existe libertad de expresión. 

Cualquiera que alguna vez visitó Venezuela durante la administración Chávez sabe que no sólo no hay ninguna dictadura, sino que hay una democracia abierta, vibrante y participativa, la libertad de expresión está creciendo y los venezolanos disfrutan de mayores garantías a los derechos humanos que sus vecinos del norte en Estados Unidos. Los medios deben recordar que el Presidente Chávez ha sido electo por más del 60% de los votos en procesos electorales transparentes con una participación de 80% de electores y certificado por observadores internacionales.

Como lo señaló recientemente el Presidente Chávez, el Gobierno de Venezuela está invirtiendo más en programas sociales y en medidas contra la pobreza cada año mientras que países como Estados Unidos están recortando los servicios sociales. En Venezuela la pobreza se ha reducido en más del 50% durante los últimos 10 años, gracias a las políticas sociales de la administración Chávez, mientras que en Estados Unidos, 1 de cada 5 niños viven actualmente en pobreza extrema. 

El desempleo en Venezuela se ubicaba en 6.5% en diciembre de 2011, mientras que en Estados Unidos, la cifra estaba en 8.5%. La exclusión, la falta de oportunidades, la abstención electoral y otros males sociales siguen creciendo en Estados Unidos.

Obama, olvídalo. Ocúpate de tus asuntos y cuida a tu propio país donde tienes bastantes problemas”, sugirió el Presidente Chávez durante una reciente alocución. Chávez también señaló que Obama acaba de recortar la asistencia federal a familias de bajos ingresos para los costos del combustible de calefacción, dejando a miles sufriendo en el invierno que tienen que escoger entre comida o calor. 

Mientras tanto el Gobierno venezolano acaba de renovar y expandir su programa de asistencia de combustible para calefacción en las comunidades en Estados Unidos a través de Citgo, su empresa de petróleo ubicada en Estados Unidos. Durante los últimos siete años, la empresa venezolana Citgo ha sido la única corporación petrolera en Estados Unidos dispuesta a suministrar combustible de calefacción a bajos precios para aquellos necesitados. Es irónico que el Gobierno de Venezuela esté ayudando a los estadounidenses mientras que el Gobierno de Estados Unidos y sus empresas se niegan a hacerlo.

VENEZUELA E IRÁN: LA VERDADERA AMENAZA

La relación entre Venezuela e Irán puede causar alarma en algunos círculos en Washington, pero no por los motivos presentados en los medios. Como miembros fundadores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, en 1960, Venezuela e Irán han mantenido una relación cercana durante décadas. Ambos países tienen intereses estratégicos alrededor del mundo. Sin embargo, no fue sino hasta hace poco que estas relaciones se ampliaron más allá del tema energético.

La entrada de Irán a América Latina como socio comercial, junto con China y Rusia, es la verdadera amenaza a la hegemonía de Estados Unidos en la región. Las empresas estadounidenses que han monopolizado al hemisferio por más de un siglo, ahora están siendo reemplazadas por empresas de Asia, de Medio Oriente y de Europa dispuestas a proveer ofertas más atractivas a países como Venezuela. 

Los acuerdos con Irán, por ejemplo, incluyen transferencia de tecnología, no sólo la compra de productos. Las fábricas de carros que las empresas iraníes han construido en Venezuela no sólo son para el ensamblaje de un producto iraní. Los acuerdos incluyen suministrar a los venezolanos el conocimiento para producir carros desde la materia prima hasta el producto final. Este conocimiento es esencial para asegurar un desarrollo a largo plazo, crecimiento y estabilidad económica.

Las falsas acusaciones de terrorismo y belicismo contra Venezuela (ninguna de las cuales jamás han sido sustanciadas con evidencias reales) son intentos peligrosos por convencer y asustar a la opinión pública para justificar algún tipo de agresión en contra de una nación pacífica. Venezuela nunca ha invadido, atacado, amenazado o intervenido a otro país, ni tampoco ha bombardeado o asesinado a los ciudadanos de otras naciones. Venezuela tiene una política de paz, y nunca ha trasgredido o violado esa promesa.

Venezuela también tiene el derecho soberano de entablar relaciones con otras naciones como bien le parezca y de desarrollar sus propias políticas internas para beneficiar el bienestar de su gente. Esa parece ser la mayor amenaza para los Estados Unidos.


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