martes, 22 de septiembre de 2009

Zelaya está en Tegucigalpa


Miles de personas rodean la embajada de Brasil en defensa de su Presidente

“Estoy cumpliendo con la voluntad del pueblo para reconstruir la democracia”, fueron las primeras palabras del presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, a medios nacionales e internacionales que lo acompañaban en las instalaciones de la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde el mandatario se encerró el día de ayer, 21 de septiembre, después de su sorpresivo regreso al país logrado con una caminata de 15 horas por las montañas.

“Que todos los hondureños vengan para aquí a protegernos, a evitar cualquier malentendido.

A partir de ahora nadie nos vuelve a sacar de aquí: patria, restitución o muerte", agregó el mandatario mientras miles de personas salían de sus casas dirigiéndose hacia la embajada de Brasil.

El presidente Zelaya informó también que tomará contacto con miembros del gobierno de facto para iniciar una negociación para retomar su cargo y restituir el orden institucional en Honduras.

No obstante, la respuesta del presidente de facto, Roberto Micheletti, no se hizo esperar y manteniendo la misma actitud intransigente asumida desde el golpe de Estado del pasado 28 de junio, rechazó la propuesta, hizo un llamado al personal diplomático de la embajada brasileña para que entregue de inmediato el Presidente a las autoridades hondureñas y decretó un toque de queda que supuestamente vencerá a las 6 de la tarde del día de hoy, 22 de septiembre, con un cierre total de las fronteras y de los cuatro aeropuertos del país.

Movilizaciones masivas hacia la capital

El llamado del presidente Zelaya al pueblo hondureño desencadenó una movilización masiva hacia la capital, desafiando el toque de queda y los retenes de los militares que, una vez más, volvieron a violar el derecho a la libre movilización por el territorio nacional.

Llegando a la altura de Villanueva, a pocos kilómetros de la capital sobre la carretera que conduce a Oriente, pude constatar personalmente como un fuerte dispositivo del ejército y de la policía detuvo una larga caravana de vehículos y buses que se dirigía hacia Tegucigalpa, y lo mismo está ocurriendo en todo el país.

Después de un largo viaje pude finalmente llegar hasta la capital y, junto con otros medios internacionales, nos dirigimos hacia la embajada de Brasil.

En medio de la obscuridad y cruzando varias barricadas alumbradas por numerosas fogatas, nos acercamos al lugar donde miles de hondureños seguían coreando consignas, brincando y cantando, llamando al presidente Zelaya para que se hiciera nuevamente presente, tal como lo hizo en horas de la tarde para saludar a su pueblo.

“Acababa de regresar de República Dominicana donde participé a diferentes actividades organizadas por la Universidad de Santo Domingo y por grupos de solidaridad con la lucha de resistencia en Honduras cuando me di cuenta de lo que estaba pasando –explicó a Sirel la delegada del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, Lorena Zelaya–.

Me fui a la embajada de Brasil y fue sorprendente ver la cantidad de gente, sobre todo jóvenes, el entusiasmo, el compromiso y la energía en lo que se estaba haciendo.

El posible regreso del presidente Zelaya siempre ha generado mucha expectativa y ha sido un momento muy emotivo que nos proyecta hacia nuevas luchas.

Sabemos –continuó Lorena Zelaya– que hay mucha gente que está saliendo de sus pueblos y ciudades y se dirige hacia la capital, porque en este momento no hay otro lugar donde estar si no es aquí, con el pueblo.

Esta lucha de 86 días no termina hoy, sino que es el inicio de otra etapa que va a ser aún más difícil en la medida en que este gobierno de facto vaya siendo más intransigente, sin dejar espacio de diálogo. Ojala no decida irse por la vía de la represión, porque en estas horas los rumores sobre esta posibilidad son muy fuertes”, concluyó el miembro del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado.

Hoy, 22 de septiembre, Honduras amanecerá bajo un toque de queda que tiene el objetivo de impedir cualquier tipo de movilización interna y movimiento fronterizos, dejando de esta manera muy difícil la llegada de una delegación de la OEA encabezada por su secretario general, José Miguel Insulza, tal como se había anunciado a través de diferentes medios.

Sin embargo, el Frente Nacional Contra el Golpe Estado, cuya dirigencia colegiada se reunió hasta altas horas de la noche con el presidente Zelaya, aseguró que nadie se va a mover del lugar y que la llegada del Presidente representa el inicio del fin del gobierno golpista y de sus aliados.


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